2. "Harto".

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Ya pasó una semana de la última vez que lo vi. Al terminar de decirme que me amaba y que no podíamos estar juntos me dio un beso y se fue. Me dejó en aquella habitación de hotel solo, donde me quedé unas horas más llorando y pensando sobre lo que tenía que hacer. Trate de llamarle pero no contesto ni una sola vez, tampoco respondió mis mensajes. Cuando volví a mi hogar, donde vivo con mi prometida ella no estaba, tampoco quiere casarse conmigo y trata de evitarme lo más que puede. Aún así no se rehúsa a nuestro compromiso por órdenes de su padre.

Ahora estoy trabajando en la empresa de mi padre, tengo que verificar unos papeles, aunque no puedo concentrarme, no puedo dejar de pensar en él, lo extraño, necesito verlo, besarlo. Quiero que me toque y me haga sentir como sólo él puede.

- Sasuke, vino el hijo de Namikaze, la empresa que quiere negociar con nosotros. Lo dejaré pasar y así le darás los papeles que te di. No ocasiones problemas.

- Si padre, que pase.

Me fastidia ver a mi padre. Me da odio y asco. ¿Cómo una persona puede desearle el mal a su propio hijo? Si no fuera por su culpa, Naruto y yo tendríamos una relación normal, y no a escondidas.

Tres golpes en la puerta me sacaron de mi pensamiento, debe de ser el hijo del empresario Namikaze.

- Adelante.

La puerta se abrió y pude verlo a él. Mi rubio estaba vestido de traje, nunca lo había visto así. No sabía que él era el hijo del famoso y rico empresario Minato Namikaze, ya que Naruto se apellida Uzumaki.

- Hola Sasuke. - cerró la puerta detrás de él, yo estaba en un trance, no podía creer que lo estaba viendo, me había hecho la idea de que tal vez jamás íbamos a volver a vernos. - ¿Me extrañaste?

Salí de mi trance para levantarme rápidamente y acercarme a él, y lo abracé. Lo abracé con tanta fuerza, no quería que vuelva a alejarse de mi.

- Idiota, ¿Por qué no respondías mis llamadas ni mensajes? - le pregunté.

- ¿Porqué debería de hacerlo? Sasuke, ya no somos nada.

Corté el abrazo para miralo fijamente para ver si me decía la verdad, y no había rastros de broma en su cara.

- Mañana es tu boda, mañana serás completamente de otra persona que no soy yo.

- Sabes que no es lo que quiero, por favor yo-

- ¿Y de qué sirve lo que tú quieras? ¿O lo que yo quiera? Te aferras a tu papi como si fuera el único trabajo que existiera.

- Naruto yo-

- ¿Qué? ¿Pensabas que después de casarte iba a seguir siendo tu amante? - rió con ironía.

- Cállate idiota, no tienes idea de lo que puede llegar a hacer mi padre si arruino sus planes, no considerará que soy su hijo.

- Como sea, no vine a hablar contigo sobre eso. Sólo vine a buscar los papeles. - le entregué los papeles lentamente, no quería que se valla. - Bien, gracias, eso es todo. - se dio media vuelta para irse. - ¡Ah! Casi lo olvido, nos vemos mañana en la boda de mi prima. - sonrió con burla.

Se fue y quedé anonadado. Claro, Karin apellida Uzumaki también pero ... no tenían rasgos parecidos además de que nunca lo vi a naruto en las comidas que teníamos con la familia de Karin. Me estuve acostando con el primo de mi prometida ... peor aún, me enamoré del primo de mi futura esposa. Esto no puede seguir, pero ya es demasiado tarde para todo.

Si mi padre no sería un maldito homofóbico podría haberme casado con Naruto por amor, y porque eso también favorecería a ambas empresas, la Uchiha y la Namikaze. Pero no, el y sus putos prejuicios que me cagan la vida. ¿A quién carajos le va a importar que Sasuke Uchiha salga con un hombre? ¿Cuál es el maldito problema? En todo caso, a las personas que les moleste la homosexualidad serían el problema. Si no les gusta bien, pero callense y respeten a personas que se aman, porque así lo veo yo, no veo a dos hombres, dos mujeres o un hombre y una mujer; no. Yo veo a dos personas que quieren estar juntas por amor verdadero. Por sentimientos, no por dinero.

Llegada mi conclusión lógica, fui a la oficina de mi padre. Ya soy mayor de edad, no soy un bebé que tenga que seguir sus injustas órdenes.

- Padre, tengo que comentarte algo.

- ¿Qué quieres, Sasuke? ¿No ves que estoy ocupado? - cualquier papel es más importante para él que yo, su hijo.

- No me voy a casar.

Dejó sus papeles y el bolígrafo para mirarme a los ojos, matandome con la mirada. Se levanto de su silla y se paró frente a mi.

- ¿Qué fue lo que dijiste?

- Que no voy a casarme, es una mujer que no amo, esto es injusto tanto para mi como para ella.

- ¿Y lo dices justo un día antes de la boda? Inútil. No me importa lo que tu desees, necesitamos su compromiso para la empresa y lo sabes. Deja de ser tan egoísta y fíjate en las severas consecuencias que habrá si no sigues mis órdenes.

- El único egoísta aquí eres , ¿No entiendes? Soy tu hijo, tengo tu sangre, tu apellido ...  y sólo vez el maldito dinero.

- Ese "maldito dinero" del que hablas trajo que gracias a ello, ahora estés aquí, vestido tan elegante y con tu colonia. ¿Ahora te quejas? Vives gracias al maldito dinero, gracias a MI maldito dinero. Si quieres devolverme al menos un poco de todo lo que te di, cierra tu maldita boca y deja de decir incoherencias, mañana te casas, quieras o no. O sino-

- Sino ¿Qué? ¿Vas a amenazarme nuevamente con sacarme todo? ¿Me sacarás mi apellido? Sabes muy bien que me esforcé y que en parte el dinero es mío, por mi trabajo aquí. Además no puedo casarme, no sólo porque no amo a Karin ... ya amo a alguien. Amo a un hombre padre, soy gay y tú no-

No me dejo seguir porque tomó el cuello de mi camisa y me aventó en la pared. Casi sin dejarme respirar.

- Mira, maldito homosexual. Tú no vas a echar a perder todo mi trabajo de años para tener una buena fama, porque quieres jugar al chupapollas. Te callas, y haces lo que yo te digo. No voy a permitir otra palabra más.

- Pues lo siento por ti y tu "perfecta fama" yo amo a ese hombre y ... ahg. - con su puño me pegó en el estómago, quedé arrodillado vomitando sangre, que buen padre me tocó.

- He dicho que cierres tu maldita boca y te largues. Mañana te vas a casar con esa mujer y punto. O no solo destruir tu vida, sino la de ese hombre y la de su familia. ¿Me oíste, Sasuke?

Llore de la impotencia, por no sabes que hacer. Por no tener fuerzas para decirle que no. Solo asentir en silencio y con el poco orgullo que quedaba en mí, me levante y retiré de su maldita oficina.

Lo siento Naruto, talvez en otra vida podamos estar juntos y amarnos. Lamento no haber nacido siendo mujer, lo siento.

Continuara...

Les dejo este segundo capítulo, solo queda uno, y talvez un epílogo. Muchas gracias por leer, espero que les haya gustado o entretenido esta historia. Hasta la próxima.

Entrega |NarusasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora