✎୭·࣭࣪̇˖❝LIKEY❞⭟

두

(las palabras en cursiva está haciendo referencia al pasado)

Ahí estaba Jungkook, en su primer intento de hablar con el chico que le gustaba. Jimin estaba sentado comiendo solo, así que Jungkook pensó que hablarle sería pan comido.

—Jimin, ya llegué —dijo un chico alto que Jungkook siempre veía con él, al punto de pensar que entre ellos había algo—. ¿Qué te pasó en el brazo?

—N-nada —Jimin se cubría el brazo, el cual tenía enrojecido, como si alguien lo hubiera agarrado con demasiada fuerza, además de algunos raspones—. Solo choqué con un par de chicos a los que no les agradó mi presencia, pero... estoy bien, fue mi culpa.

Jungkook, que estaba a menos de un metro de distancia, alcanzó a escuchar todo. Pasó de largo, pero no supo cómo fue que terminó encontrando a los chicos que habían golpeado a Jimin. Como no quisieron resolverlo de forma civilizada, Jungkook los golpeó, dándoles una advertencia: que no lo volvieran a hacer jamás.

Le alegró ver que el chico que siempre estaba con Jimin lo llevó a la enfermería para que le limpiaran adecuadamente las heridas del brazo.

Su segundo intento de acercarse a Jimin fue cuando lo vio pasando con un pilar de libros que parecían muy pesados. Tenía que subir las escaleras sin ver, ya que los libros le cubrían completamente la vista.

—Esta es tu oportunidad, Jungkook.

Estaba por acercarse cuando un grupo de chicas lo sujetó de los brazos, impidiéndole seguir su camino.

—Eh, ¿qué pasa?

—¡Jungkook, ayúdanos! —dijo una de las chicas—. En el pasillo hay unos idiotas levantando faldas como si fueran críos de kínder, y nos da miedo pasar.

Ni siquiera lo dejaron responder antes de llevárselo a toda prisa, pasando cerca de Jimin, a quien se le cayeron algunos libros. Las chicas lo ignoraron y siguieron jalando a Jungkook. Él volvió después, pero el mismo chico de siempre ya estaba ayudando a Jimin, así que se fue.

Así fueron las otras cuatro veces en las que intentó acercarse a Jimin. Siempre había algo que se lo impedía. Pero gracias a su mejor amigo, Namjoon, se tranquilizó al saber que el chico que siempre estaba con Jimin no era más que su único mejor amigo, y que todo ese tiempo se había dedicado a protegerlo lo más que podía de quienes le hacían daño.

—Ya llegará mi momento —se dijo a sí mismo, animándose al ver de lejos a Jimin.

Jimin llegó, como era su costumbre, bien temprano y se puso a leer un manga.

—¡Jimin, acompáñame!

—¿Jin? ¿A qué hora llegaste?

—Hace rato, pero ¡acompáñame! —Jimin se levantó aún sosteniendo su manga, y Jin lo jaló con emoción—. ¿A dónde vamos?

Llegaron al campo donde entrenaban los chicos del equipo de fútbol y se sentaron. Jin estaba emocionado porque podía ver a Namjoon entrenar.

—¡Míralo! ¡Míralo! ¿A poco no es guapo mi hombre? —decía mientras sacudía a Jimin.

—Sí, él es la quinta maravilla —respondió Jimin acomodándose los lentes, sin prestarle demasiada atención. Toda su concentración estaba en el manga.

Jin siguió, nada discreto, mirando a Namjoon y, de vez en cuando, volteaba para contarle a Jimin cuánto le gustaba.

—¡Jungkook! —Namjoon lo vio pasar y se acercó, dejando su entrenamiento—.

—¿Qué pasa?

—No olvides que mi hermana quiere que vayas a su fiesta de cumpleaños hoy.

—Sí, no faltaría al cumpleaños de mi menor.

—¡Cuidado! Es mi hermana.

—No te confundas, que sabes perfectamente de quién es mi corazón.

—¿Del chico que está sentado allá?

Namjoon señaló con la mirada hacia donde estaban sentados Jin y Jimin. Jungkook, al verlo, sintió que el corazón se le salía del pecho; no había notado su presencia, distraído como estaba leyendo un manga.

—Deberías hablarle —Namjoon le dio una palmada suave en la espalda—. Eres tú, no entiendo por qué no hay ningún acercamiento si todos mueren por ti con solo tenerte cerca.

—Bueno... no es tan fácil como parece.

—¿Y qué tal ahora? —volvió a señalar con la mirada a Jimin, que se iba solo—. Vamos, siempre desaprovechas las oportunidades, por mínimas que sean.

Namjoon le dio un empujón para animarlo y luego volvió al entrenamiento. Jungkook siguió a Jimin, que no notaba que lo tenía detrás. Llegaron hasta una máquina expendedora. Jimin introdujo una moneda y comenzó a buscar una bebida que le gustara.

Jungkook, antes de acercarse, miró a todos lados para asegurarse de que nadie arruinara esta vez su intento. Se colocó detrás de Jimin, pero no sabía qué decir. Supuso que tendría que empezar con un simple “hola”.

—Ho... —Jimin volteó y casi gritó del susto—.

—Yo, lo siento si molesto. Puedes pasar primero —dijo Jimin, asustado, pensando que había incomodado a Jungkook. Ya se iba cuando este reaccionó—.

—No, no, no. Aún tiene la moneda que le pusiste, así que pasa —dijo Jungkook, lo más amable y relajado posible, intentando parecer amigable para que Jimin dejara de mirarlo con esa cara de susto—. Yo puedo esperar.

—Bueno, gracias —dijo Jimin aún con desconfianza, pero sacó su bebida. Al mirar mejor al chico, le pareció familiar, sobre todo su voz—.

—Me llamo Jungkook —dijo, extendiéndole la mano. Físicamente parecía sereno, pero por dentro estaba más que emocionado.

—Soy Jimin.

Estaba tan tímido que ni siquiera podía mirarlo a la cara. Era la segunda persona que no lo insultaba o golpeaba al verlo, después de Jin. Incluso se presentaba con él. Hubo un silencio en el que Jungkook no podía quitarle la mirada de encima, y Jimin tímidamente la subía para mirarlo directamente a los ojos.

—¡Hey, Jimin! Te estabas tardando —Jin llegó y, al verlos, pensó que Jungkook lo estaba intimidando. Lo primero que hizo fue tomar a Jimin para llevárselo sin decirle nada a Jungkook, hasta que estuvieron lejos—. ¿Te hizo algo?

—No, de hecho fue muy amable y...

—Gracias a lo sagrado que no te hizo nada —dijo más relajado—. Si lo hubiera hecho, te protegería. Pero... ¿te imaginas que tuviera que pelear con Jeon Jungkook? Me partiría la cara de un solo puñetazo.

—¿Tú sabes quién es ese chico?

—¡Obviamente sí! Es el mejor amigo de mi Namjoon. Se llama Jeon Jungkook, también sé que juega en el equipo de baloncesto, que tanto chicas como chicos mueren por él por ser guapo y amable, y bueno... es un año mayor que nosotros, así que es nuestro mayor.

—¿Cómo sabes tanto?

—¡Tengo que investigar con quiénes se junta mi amor!

Jimin volteó solo para ver de lejos a Jungkook, rodeado por varios chicos y chicas. Su mente no dejaba de pensar que lo conocía de algún lado, pero no lograba recordar de dónde, así que decidió ignorar ese pensamiento.