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TaeHyung tarareo viendo el perfil de la omega, ambos estaban sentados en una banca del parque, YoonGi estaba a unos cuantos pasos de ellos, comprando helado para los tres. TaeHyung no desaprovechó su lejanía.

— ¿Cómo estás? — Cuestiono, empujo levemente su hombro con el de la mayor, llamando su atención. ChaeYoung se giró a verle y soltó una risita, recostó la cabeza en el hombro del rubio y suspiro.

— Ya te dije, estoy bien, lo voy a superar.

Pero el omega negó, Chae frunció el ceño al sentir el movimiento sobre ella pero no se levantó. — Eso le dijiste a YoonGi Hyung para tranquilizarlo, conmigo no, Chae, no eres tan difícil de leer ¿Sabes?

TaeHyung sonrió cuando la escuchó suspirar, evidentemente derrotada.

— Quería mucho a Jinie, obviamente me duele mucho y mi lobo está muy triste. — Bufo. — Pero es un idiota, no sabia que tenia destinado y mucho menos que era tu hermano, lo siento por eso.

— Tonta. — Se mofo, divertido. — El tema no lo tocamos porque Jin Hyung es algo... complicado, mi hermano lo dejó aquí y le pidió que esperara por él, pero no ha vuelto en cinco años, es entendible, supongo. — Se encogió de hombros.

— Igual me parece gracioso.

— ¿Qué?

ChaeYoung se levantó y se enderezó en su lugar, giró su cuerpo levemente hacia TaeHyung y llevó su mano a su pecho, palpando allí. — Mi lobo está triste pero al mismo tiempo está saltando de tanta emoción que ni siquiera he podido llorar de forma adecuada. — Frunció los labios y agacho la mirada, con confusión. — Perdió a uno de sus más grandes amores pero encontró a su destino, ¿Hay balance?

— Oh, ¿Entonces no solo mi hermana lo sintió? — Murmuro para si mismo, interesado.

ChaeYoung le miró con los ojos abiertos en una leve sorpresa, una sonrisa adornó sus labios sin poder evitarlo. Y es que no podía negar nada. Cuando estaba en el portón de esa casa, se le hizo extremadamente raro cuando la mirada de esa alfa de cabellos grises y mirada filosa, le estremeció por completo y puso alerta cada uno de sus sentidos. Su lobo había agachado las orejas en sumisión cuando esa sonrisa ladeada le fue obsequiada. Por supuesto que ChaeYoung ya había sentido atracción por alguien antes, y no hablando específicamente de SeokJin. Cuando tenía catorce y aún no estaba presentada, era novia de una bonita omega japonesa que estaba de intercambio, le gustaba el ballet y parecía un pequeño pingüino, ChaeYoung la quiso demasiado, pero la chica regresó a su país y ella se presentó como omega. A los dieciséis, con un año siendo omega, fue novia de una alfa de cabellos cortos y encantadoras mejillas, le gustaba el fútbol y era muy buena en la escuela, se llegaron a decir "te amo" y mantuvieron una relación de dos años y medio, con ilusos pensamientos de una marca y matrimonio. Sin embargo, terminaron en un buen acuerdo y excelentes términos cuando consideraron que todo se tornaba serio, ella se fue de la ciudad y perdió contacto con la alfa.

Entonces, hasta SeokJin, Chae no había tenido una sola experiencia mala que le hiciera dejar de creer en el amor, siempre la habían hecho sentir querida y apreciada, muy amada. Sin embargo, con la alfa peligris, ¿Que había pasado? ChaeYoung lo pensó toda la noche después de eso. Definitivamente esas ganas de tirarse a sus brazos y verse envuelta por el embriagador aroma a humo, se debían a que era su destinada.

No habría otra manera en la que pudiera encapricharse tanto con alguien. La había visto únicamente una vez, de verdad no creía que hubiera otra manera.

— ¿Te hablo de mi? — Cuestionó en un murmullo, sintiendo sus mejillas calientes, TaeHyung le sonrió con calidez.

— ¿Le darás la oportunidad? — Respondió con otra pregunta.

kittens - YoonTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora