You're in my eyes - Edward Cullen *PAUSADA*

Capitulo 5

Me desperté con más ánimos que otros días a pesar de que fuera a trabajar, poniéndome un overol color verde o café, una camiseta blanca y unos Converse negros, desayune un licuado de fresas con chocolate, iba a limpiar pero decidí hacerlo cuando regresara así que al subir a mi camioneta y arrancar puse mi música, lo bueno de vivir muchos años es que conocía todo tipo de música y sabia idiomas, aunque mis favoritas fuesen en español, así que le subí al volumen.

-Puis t'es parti comme le jour qui laisse place à la nuit - cantaba ya que aun se me complicaba el árabe pero si lo cantaba- Ya habibi, ya habibi, tu es tombé comme la pluie -al llegar a la escuela Edward estaba allí y me ayudo a bajar, yo le sonreí- que amable es usted-

-Te escuche desde algunas cuadras con esa canción algo movida- yo reí- por cierto mi madre quiere que vayas a comer hoy...-

-Y no acepta un no- decía Emmett- por cierto te enseñare a jugar videojuegos- 

-La verdad tendré que negarme tengo que trabajar -dije algo apenada- pero vamos tenemos clases -sonreí a medias- quizás después- y empecé a caminar, me di cuenta que Chelita me seguía junto a Jasper-

-Sabes desde que entraste a trabajar y casi no pasas tiempo con Edward- yo la mire confundida-

-Si bueno, que tiene que ver digo no es que seamos algo- dije llegando a mi casillero con ellos- aparte creo que todos ustedes se traen algo- al abrir mi casillero se cayo una nota y una flor- quien dejaría esto-

-Tienes un admirador secreto- yo la mire y estaba emocionada, vi a Jasper y tenia una sonrisa ladina o ya se de quien es- 

-Mmm... por la letra y el olor de la nota- dije viéndola y los vi- es de Edward cierto?-

-Como..-dijo Jasper- sorprendido- 

-Tengo mis métodos- sonreí y deje las cosas en el casillero y saque mi libro de artes- vamos señores y no le digan al Eduardo déjenlo creer esta haciendo un esfuerzo- ellos sonrieron tiernamente, ya que se lo estaba dejando difícil-

Las clases pasaron aburridas, hasta el  almuerzo ya que pase un tiempo con Edward quien era gracioso como lo llegaba a intimidar y sacando el tema de una rosa en mi casillero haciéndome la desentendida.
Las clases siguieron normal igual de aburridas al salir me fui al trabajo. Llegue como siempre mis canciones, bailando y bueno al llegar deje mi cosas, empezando a tomar mi delantal y mi libreta tomando ordenes.

-Hola, Buenas tardes en que le puedo servir- dije para atender a unos señores no más de 40 años-

-Si podrías traerme a otro mesero?- mi cara estaba desencajada-

-Disculpe?- no sabia que había sucedido- acaso los atendí mal?-

-Solo que eres latina -dijo uno de los hombres-

-Y  mujer- decía despreciándome- sabes que quiero hablar con el jefe-

-Le molesta que sea de otro país?- empecé a gritar, fue cuando se acerco mi jefe- que sea mujer!?

-Que es lo que sucede?- tratando de tomar la calma-

-Estos tipos son racistas!!!- dije gritando llamando la atención, trataba de controlarme ya que me di cuenta que el agua que estaba en una jara se estaba moviendo- esto es increíble es el siglo XXI-

-Lo lamento señores- dijo volteando a verme- a mi oficina- susurro y yo no tuve más que ir a su oficina, después de unos minutos llego el, cerro la puerta con seguro y para ser sincera me asuste- mira __ lamento lo de afuera, pero tu sabes los clientes tienen razón, sabes ellos son clientes muy ricos y no puedo dejar que ellos me quiten mi restaurant- se acerco peligrosamente a mi- así que no hablaras de esto y solamente te diré que pobre de tique lo hagas escuchaste!!- en mi vida había tenido tanto miedo y no sabia el porque-Entendiste ?!!!

-S..Si- estaba apunto de llorar, pero no le daría el gusto-

-Ahora pues esta más decirte, que estas despedida- yo solo quería salir de allí deje mi manil y libreta, salí casi corriendo cuando me dijo que no me pagaría-

A salir y recoger mis cosas subí a mi camioneta fui directo a una cascada que encontré, me estacione y al momento estar allí, grite y deje que mis poderes salieras haciendo un remolino con el agua como si de un tifón se tratara, haciendo olas enormes con la poca agua, caí de rodillas, llorando me sentía impotente, quería hacerle daño a ellos tres, no debo de hacerlo, de repente sentí a alguien detrás de mi.

-__ Que sucede?- era Edward, por todos los dioses griegos no podía ser otra persona- 

-Nada- me levante rápido- tranquilo si?-

-No , que sucede?-el fue conmigo y me tomo de los brazos, yo no pude evitarlo lo abrace y llore a mares, junto con ello, la cascada se movía con turbulencias- por que el agua se mueve? eres tu cierto?- yo lo mire e hice una mueca, tendría que contarle ahora todo de mi vida.

-Bien te lo contare, solo no te asustes -dije preparándome para decirle- Soy hija de Medusa y Poseidón, mi madre me tuvo y después me dejo en un bosque y pase de orfanato por orfanato deje crecer a la edad de 17 años y eh viajado por todo el mundo, ya que pues eh vivido muchos años, tengo los ojos de mi padre y madre, mitad y mitad, tengo la belleza de mi madre y los poderes de mi padre suelen apoderarse de mi cuando estoy molesta o triste o cuando mis emociones me controlan, como hoy me despidieron y me amenazaron aparte de que me discriminaron, siendo el siglo XXI, me asuste y no supe por que, ahora no se que hare tengo que pagar la renta y amm... pues ahora entonces que opinas?- dije viéndolo y el estaba en Shock, acaso era posible en un vampiro- Eduardo responde!!!-

-Pero entonces tienes miles de años!!!- dijo asustado-

-Que chingados?!, fue lo único que escuchaste- dije mirándolo- Eduardo Antonio!!!

-No no, es que amm...- buscaba las palabras seguramente- no es algo que me importe solo me interesas tu, aunque yo quiero ir a matar 3 personas y por lo de tu renta no te preocupes puedes vivir con nosotros- dijo sonriendo- no creo que les moleste- yo sonreí, una casa con vampiros me gustaría saber como se comportan, igual a mi ni me comerían, mi sangre no es apetitosa para ellos-

Vaya no fue tan difícil, y no le molesto lo que yo fuera, ahora quiero saber como se comporta y como me dice lo de el ya que no tendrá mucho tiempo para que el me lo diga.