VI

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Al día siguiente en la mañana, Shura se encuentra en su academia de baile, dispuesto a practicar la pieza que bailará en el encuentro de danzas.

Por lo que, le pide a su asistente que le encienda la grabadora y ella obedece en el acto.

El hispano comienza a pensar en la melodia de la música para hacerse una idea, pero no le surge nada.

-Esmeralda, y si ponéis Di mi nombre- le pide su jefe

-claro- responde la rubia, y al instante cambia la canción

De inmediato, el pelinegro comienza a moverse de acuerdo al ritmo de la tonada y a los pasos que se le van ocurriendo.

Cuando culmina, mira a la isleña de Death Queen y le pregunta:

-¿os parece que se ve bien?-

-cualquier baile que hagas se ve hermoso, cariño- oye la voz de un hombre, se gira esperando encontrar a Aioros ahí, pero al que ve es a su esposo

-Zeros- exclama viéndolo acercarse

-volví de mi viaje a Turkmenistán. Pero, ¿qué es ese actitud distante?, ven y saluda a tu marido como debe ser- responde el recién llegado, abriendo los brazos

El pelinegro por obligación se acerca y lo abraza. De inmediato, el más bajo lo tira hacia él y le da un beso, el cuál recibe de manera forzada; cuando se apartan, el mayor le rodea la cintura y apunta:

-extrañé el sabor de tus labios, esa cintura pequeña y tus caderas anchas y preciosas. Cuánto daría porque pudieras darme hijos, para que así todos mis amigos y colegas me envidien por tenerte a mi lado-

-sí, como digáis. Ahora dejadme ir a practicar, la presentación es a final de mes y aún no tengo nada preparado- responde el ojiverde esmeralda oscuro, con algo de reticencia y molestia

-no hay problema. Sigue, nos vemos más tarde en casa; te amo, mi cabrita- contesta el horripilante sujetocon tono amoroso

-yo igual- responde el español por costumbre, pero sin sentirlo de verdad

Acto seguido, el camboyano sale de la estancia y De Capricornio resopla.

-odio a ese tío. Mis padres mandaron a tomar por culo mi felicidad cuando me hicieron casar con él a los veinte; os juro que si no fuera por mi guapo que ha estado conmigo estos cinco años, ya habría enloquecido hace tiempo- dice mirando a su joven ayudante

-lo entiendo, señor Shura. Aunque le advierto que ahora que su marido regresó, más le vale abstenerse de jugar con fuego sino quiere quemarse; yo sé cuánto ama al señor Aioros, pero tiene que andarse con cuidado, o de lo contrario ambos podrían salir perjudicados- responde la rubia con algo de preocupación

-tranquila. Tengo claro cómo actuar ante este tipo de situaciones- le trata de dar seguridad el de visos verdosos en el cabello

Ahí suena Bem bem María de Gipsy Kings, y el varón chasquea los dedos teniendo una idea.

-esa es la canción que voy a bailar. Parece que las cosas se están inclinando a mi favor, ya lo creo- refiere decidido

La chica sólo asiente, y él se prepara para comenzar con la rutina que acaba de idear.


En el CRSE, unos tipos llevan a un hombre inconsciente y lo meten a la habitación que está junto a la de Shaka/Sitaara. Tras dejarlo en el piso, salen de la estancia y se alejan por el pasillo.

El rubio, que había observado a través de una rendija la llegada del nuevo inquilino de ese desagradable lugar, se aproxima a la pared y la golpea con sus nudillos aplicando un poco de fuerza.

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