Víveme

XI

Un mes después, más concretamente un día martes, el mismo hombre que había puesto en juego su masculinidad por ayudar a Shaka, se preparaba para la más dura noche que habría de pasar en su vida. Incluso más dura que aquel viernes del encuentro de bailarines.

Ya era de noche, oyó unos pasos acercarse, respiró hondo y luego vio cómo la puerta se abría. A la estancia ingresó la rubia vestida con ropa bastante ceñida a su cuerpo, rápidamente se aproximó a él y el castaño tomó valor para decir lo que había planeado.

-Thetis, esta noche quiero poder tocarte a mi antojo, permíteme ese capricho sólo por hoy. Te prometo que mañana seguiremos como cada día- le pide con la intención de convencerla

-uhmm, no lo sé. Qué tal si intentas escapar, recuerda que aún no has recuperado la memoria y podría suceder cualquier cosa si sales de aquí- responde ella no muy segura

-eso jamás, hermosa. Yo te soy enteramente fiel y sincero; me quedaré, tienes mi palabra- contesta para destruir todas sus dudas

-ok, lo haremos así. Te liberaré, y cuando termine volverás a estar encadenado, ¿de acuerdo?- responde la fémina haciendo un trato

-claro- contesta él asintiendo

Acto seguido, la chica lo suelta y De Leo aprovecha para estirarse. Cuando se siente preparado, toma el control del momento, haciendo a la muchacha caer sobre el viejo camastro; de inmediato, se posiciona encima suyo y la besa, tratando de distraerla para así poder llevar su mano al bolsillo del pantalón ajeno y sacar las llaves maestras que abren todas las puertas del edificio. Tras lograrlo, las guarda debajo del camastro y procede a empezar a desvestir decididamente a la rubia.

Para cuando están desnudos, él se esmera en darle la mejor noche de sexo de su vida. Por lo que, al final queda rendida, pero toma fuerzas para salir de la habitación, no sin antes encadenar de nuevo al castaño.

Ese mismo día, en la tarde, Shiryu se alistaba para grabar su primer video como protagonista. Tras vestirse, pasó a la sección de maquillaje y peinado, y luego salió listo.

Se encaminó al lugar donde se haría la grabación y ahí esperó que fuese llamado. Cuando los de producción le indicaron que podía iniciar, comenzó a simular que tocaba mientras parecía estar cantando; ya que, tanto su voz como la parte instrumental ya habían sido grabadas con antelación. Por lo tanto, sólo hacía falta grabar la parte visual de la canción. La cual lleva por coro:

Mi sangre, hierve.
Mi cuerpo, se mueve.
Sudo, pruebo,
me siento tan fuerte.
Ansias locas
rodean mi cuerpo.
Quedarme quieto... no quiero.

Al acabar el video, el pelinegro es felicitado y recibe un merecido descanso. Por lo que, deja la estancia y va a la cafetería por algo de comer.

-mi dragón- oye la exclamación de alguien que está parado varias personas más atrás de él en la fila

-conejito- responde viendo a su pareja tratando de acercarse

En cuanto el peliverde está a su lado, le da un rápido beso y lo toma de la mano. Así juntos piden lo que desean y se sientan en una de las mesas.

-te oí en la grabación. Lo hiciste muy bien; eres muy talentoso- afirma el menor con su ternura característica

-gracias, viniendo de ti ese comentario es como un halago- responde el ojioscuro, acariciándole el dorso de la mano

El más pequeño se sonroja y desvía la mirada.

-¿sabes?, ya tengo todo listo para esta noche. Sé que es algo raro que salgamos un martes, pero es que fue el único día que tu hermano accedió a dejarme invitarte a salir; eso sí, te juro que te vas a divertir- declara De Libra con autosuficiencia

-tranquilo, sé que Ikki se porta molesto a veces pero es por mi bienestar. Igual él te aprecia; claro que sino fuera por Hyoga, lo tendríamos encima 24/7. Pero total, es un amor- responde De Andrómeda, buscando sonar seguro

El chino-japonés no responde nada, sino que sonríe y besa la mano de su novio.

En la noche, el par de tórtolos salen de casa del más pequeño y se dirigen a un restaurante de sushi. Ahí piden algo grande para compartir. Posteriormente, salen del lugar y van por unas cervezas y unas palomitas de maíz a un supermercado. Después se dirigen a casa de la familia De Libra Aries y allí se sientan en el sofá, dispuestos a ver una película, más específicamente, La era del Rock.

Con las palomitas listas, las cervezas destapadas y la película puesta. Se sumergen en una atmósfera romántica y cálida, la cual se va transformando en íntima y privada. Por lo que, la cinta no es vista en su totalidad; ya que comienzan a besarse, dejando de lado la delicadeza y dulzura, para pasar a los besos demandantes y subidos de tono.

Pero la realidad es que no están solos; debido a que, dos pares de ojos los están observando desde detrás de una pared. De pronto, uno de los observadores da un paso en falso y sin querer patea el marco de la puerta de la habitación donde ambas personas están escondidas.

La pareja se aleja, y Shun trata de limpiarse la comisura de los labios lo más rápido que puede.

-¿se puede saber qué hacen ahí espiándonos?- pregunta el pelinegro, frunciendo el ceño

-jeje. Qué sagaz eres, hijo mío- apunta Dohko, dejándose ver

Al instante, Shion también sale de su escondite.

-no pensé que fuesen de los que espían lo que sus hijos hacen. ¿O es que estoy equivocado?, ¿acaso Mu y Jon pasan por el mismo escrutinio con Aldebarán y Siegfried?- responde el ojioscuro, cruzando sus fuertes y marcados brazos

-lo sentimos. Es que nunca te habíamos visto con Shun y teníamos curiosidad por saber qué hacían estando solos- se justifica el De Aries mayor con algo de arrepentimiento

-aww, amor. No puedes culpar a tus padres por ser así; me parece muy tierno que quieran ver lo que uno de sus hijos mayores hace en sus citas- afirma el peliverde enternecido

-está bien. Supongo que no tengo por qué enojarme en realidad; ¿quieren venir a ver una peli?, ya ésta se terminó igualmente- comenta el de tatuaje de dragón en la espalda, tras suspirar

-no, no se preocupen. Nosotros tenemos trabajo que adelantar para la editorial y el concesionario; así que, aprovechen el tiempo y vean otra película o hagan lo que quieran- contesta el castaño desenfadado

-es verdad, ya no los vamos a molestar más. Vámonos, tigrecito, hay mucho que hacer- agrega el lemuriano de nacimiento, incitando a su marido

Acto seguido, desaparecen de la escena, y el par de muchachos se vuelven a acomodar bien en el sofá. En seguida ponen La cruda verdad y el mayor pasa un brazo por encima de los hombros de su pareja. Así permanecen durante el tiempo que dura el filme. Después de todo, y a pesar de que tuvieron esa vergonzosa interrupción, su cita salió casi mejor de lo planeado.

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Gente lectora este es un pequeño capítulo que espero les guste. La intención de la primera parte, es dar pie a algo que ocurrirá en el siguiente. Así que, recuerden bien el dato que revela.

Todo lo escrito está claro. Sólo he de decir que yo no estoy de acuerdo con las acciones de los papás de Shiryu, no está bien espiar la intimidad de nadie, ni siquiera si es un miembro de la familia. Así que, lo lógico es no hacerlo.

Otra cosa es, la canción que él canta es de Isis y se llama Dispuesto. Es bastante chévre.

En fin, no tengo más qué decir. Nos vemos en la siguiente actualización.

Laura Alejandra