Capítulo 3

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Si JungKook hubiera sabido que al entrar en la casa de su hermano gemelo, ahora muerto, seria tratado igual que un delincuente, quizás lo hubiera pensando dos veces antes de acceder a su petición. él no era un sujeto ordinario, ciertamente tenia una vida poco común, amigos a los cuales las personas cerraban las puertas de sus casas antes que dejar que entraran a sus vidas, no se consideraba un ángel pero estaba lejos de ser un demonio pero de algún modo siempre habia sido apuntado con cierto recelo. 

Nunca habia tenido claro lo que hacer con su vida, Jeongguk y él habían tenido una vida cómoda, llena de lujos, eventos de personas importantes, como cualquier otra familia, una que se dedicaba especialmente a cuidar su imagen, tal vez porque era el menor de los dos es que él habia decidido alejarse de eso y aprender un poco más sobre lo que en realidad buscaba. 

Jeongguk habia estado interesado siempre en el negocio familiar, por supuesto sus padres le apoyaron incondicionalmente, mientras que JungKook comenzaba a protagonizar los primeros escándalos en la familia, el menor de los Jeon estaba seguro de no querer pertenecer a un sitio donde le restringían hasta los suspiros. 

Tiempo después, se marchó muy lejos, a un lugar dónde el apellido Jeon no le siguiera, escuchó decir por ahí que su hermano se habia comprometido y luego casado, que llevaba con orgullo el apellido y legado de la familia, era un Alfa respetable y de algún modo se sintió feliz por él, aunque poca comunicación hubiera entre ambos.  

Por su parte, él ahora lucia chaquetas de cuero, Jeans apretados y recorría la ciudad en el amor de su vida; una BMW R NineT. Su amada motocicleta, año dos mil y aunque vieja, aun conservaba su primera capa de pintura. Cada cierto tiempo una de sus aventuras pasajeras le invitaba a una casa con techo y ese calor de hogar pero jamás permanecía quieto y era probablemente eso, el inicio de sus muchos problemas. 

Y seguramente ahora tendría muchos más teniendo en cuenta la manera en la que aquellos ojos verdes le miraban y lo apresado que se sentía bajó ellos. 

Los guardias se ganaron tras el Alfa anunciando su llegada, tras una reverencia se apresuraron a decir: ¿Hay algún problemas señor Kim?

El Omega dirigió su vista a los grandes hombres para luego dejarla caer en el otro. 

-El señor Bo Gum quiere que sepa que estamos a su completa disposición, cualquier cosa que no este en orden, puede pedirnos lo que desee.-aseguró el otro. 

-Por el momento nada.-respondió el Omega. 

JungKook observó por su hombro sin decir una palabra. 

-Puede pasar, señor Jeon.-Taehyung se hizo a un lado captando la atención del Alfa.-Yo no voy a impedir nada.-añadió después. 

Aquel frio y desinteresado comentario mostro a JungKook lo indiferente que era para aquel Omega las cosas materiales. No esperó más y con su bolso sobre su espalda se adentro hasta el lugar, escuchó al de ojos verdes dar las ultimas indicaciones antes de cerrar la puerta. 

-Las habitaciones son cuatro, todas en la planta de arriba, puede hacer uso de cualquiera de ellas a excepción de la ultima, esa me pertenece.-dictó con seriedad. 

JungKook asintió y sin más subió escalón por escalón hasta llegar al segundo piso, a su derecha logró identificar la primera puerta, no dudo dos veces y jaló la manilla para entrar; un cuarto pequeño, le dio la impresión de que jamás habia sido usado y era lo más probable, su hermano no tuvo hijos y al parecer Taehyung no era visitado por nadie más. 

Dejó sus cosas en la parte trasera de su cama y se recostó en ella, rebusco entre sus bolsillos aquel sobre blanco que habia recibido de su hermano. Habia palabras claves en el que aun no estaba seguro de descifrar. 

Una parte de mi [KV] [YM] [NJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora