• 8 •

62 10 0
                                    

° Día 8 °
°
°
°
°
°
°
°
°
°
°
°
°
°
°
°
°
°
°
° ° • • ° ° ° • • • ° ° ° • • ° °

不貞

° ° • • ° ° ° • • • ° ° ° • • ° °
°
°
°
°
°
°
°
°
°
°
°
°
• • ° ° • • • ° ° • •

"_El celo de un omega y un alfa es peligroso, para nosotros los betas_". La anciana de cabellos canosos se paseaba por los espacios de las bancas mientras hablaba en un tono ronco. "_Y ni hablemos del celo de aquellos que son destinados_". Gruño con repugnancia.

• • ° ° • • • ° ° • •
°
°
°
°
°
°
°
°
°
°
• • ° ° • • • ° ° • •

Lo sabía...

Sabia perfectamente bien que las cosas estaban mal y comenzaban a tener un rumbo turbio, uno que no le agradaba en lo más mínimo... porque combinando las promesas rotas, el sabor amargo que quemaba en su garganta y aunado el alcohol que se revoloteaba en su estómago, eran señales de que no debía estar corriendo despavorido por las calles de esa ciudad, tan exaltado y angustiado.

Tropezaba, empujaba y gruñía a las personas que se interponían en su camino, mas estos le regresaban las groserías que creían impertinentes, y aunque estaba cansado y molido a golpes siguió corriendo...

"_¡Por favor!_". Rogó a todas las deidades que conocía una vez estuviera frente al edificio donde residía; subiendo las escaleras de ese edificio al mismo tiempo en el que buscaba las llaves de la puerta.

• • ° ° • • • ° ° • •
°
°
°
°
°
°
°
°
°
°
• • ° ° • • • ° ° • •

"_Recuérdenlo bien, mocosos_". En un tono burlesco la vieja les llamo la atención, mientras se posicionaba al frente del aula. "_¡Los betas JAMÁS podremos satisfacer a un omega!_". Rugió con desprecio. "_Y a los alfas... a esos llamados superiores... ni siquiera estamos cerca de poder dominarlos_". Escupió las palabras sin miedo alguno a que los demás maestros la escuchasen. "_¡NI SE ATREVAN A SOÑAR A ESTAR ENTRE SUS BRAZOS O CON SER AMADOS POR ESOS GÉNEROS!_". Golpeando el escritorio repetidas veces grito.

• • ° ° • • • ° ° • •
°
°
°
°
°
°
°
°
°
°
• • ° ° • • • ° ° • •

"_Tadashi..._". Susurro, abriendo la puerta y adentrándose en la obscuridad del lugar, dando pasos seguros a donde "suponía" estaba el hombre que llamaba...

Podría ser de la casta "común" pero era sorpresivamente llamativo para los ojos verdes, rojos y dorados de amabas castas intocables; quizás era por culpa de sus cabellos rojizos como la sangre, o por sus ojos ámbares similares a la miel, o quizás también por su piel bronceada... aunque existían miles de ideas estúpidas en su cabeza, ninguna satisfacía la culpa que deseaba cargar sobre su corazón, ninguna de ellas le daba motivos para decir que por él, Tadashi, su preciado prometido, lo había engañado...

Día tras día, mes con mes e incluso año por año...

Hubiese deseado contar los minutos o incluso los segundos, para que su amor se derrumbara y esfumara de su estúpido órgano latiente... Pero, aunque lo hubiese hecho, su propia alma no le permitiría desecharlo tan fácilmente; es por eso que este era su momento...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 16, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

InterlunioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora