Julieta:
Miércoles por la mañana, me desperté escuchando mi ruidosa alarma, esta vez no tenía muchas ganas de ir a la cafetería, estaba algo cansada y quería seguir durmiendo pero mi mamá me necesita.Apagué mi alarma y me dirigí al baño para darme una ducha y así despertarme, puse mi playlist de mis cantantes favoritos, y continué a bañarme.
El agua estaba un poco fría lo cuál digamos que logró despabilarme lo suficiente, salí de la ducha con frío y me puse unos jean azules junto a un buzo gris con una flor bastante bonita del lado derecho color rosa y mis botas marrones, era una mañana fría en la ciudad de Bogotá, el reloj de mi celular marcaba las 9:16 AM, estaba llegando tarde así que preparé rapidamente una mochila con cosas necesarias que necesitaría en el día, tomé mis llaves y mi campera, al salir sentí como el frío chocaba mi rostro y manos, el día estaba nublado, para mi estaba perfecto, amo los días así, me dirigí a la cafetería caminando ya que mi madre salió de mi casa más temprano, no estaba muy lejos, digamos que a unos 5 minutos, y si estaba llegando tarde y mi madre se molestaría. Conecté mis auriculares y puse un poco de música y continué mi camino.Ya estaba llegando ya que se lograba ver el cartel de la cafetería, la campana de la puerta sonó cuando yo ingrese, el aroma típico de café y la calidez del lugar inavadia a cualquier persona que entrara, el sonido llamó la atención de mi mamá.
-¿Donde andabas jovencita? Llegas 20 minutos tarde. —dijo poniendo sus manos en su cadera y con su rostro molesto—
-Perdón mamá, no tenía muchas ganas de venir, el sueño es motivo de mi demora, deberías enojarte con el. —dije en broma—
-Ya basta de tus chistes y comienza a trabajar Julieta
—dijo riendo—Tomé mi delantal de color crema con el logo de la cafetería "aromas con amor" mi madre decidió poner ese nombre hace unos dos años cuando inauguraron este lugar, dice que pensó en la casa de su abuela que cada vez que la iba a visitar había un exquisito aroma a café con galletas y digamos que por eso se llama así.
Revise la pizarra donde estaban todos los pedidos colgados con unos pequeños broches de colores pasteles, había unas cinco órdenes, primero comencé con la más larga, era un café con vainilla, dos chocolates calientes y tres muffins de banana con chips de chocolate.
Había terminado de entregar todo solo quedaba un pedido, necesitaba más salsa de chocolate para un batido, baje al sótano para buscar más, un murmullo bastante ruidoso se sintió en la cafetería, como si la gente hablara más fuerte pero decidí ignóralo completamente. Finalmente encontré la salsa terminé de preparar el batido y entregarlo, cuando regrese había otra orden que había tomado mi compañera de trabajo, eran tres cafés expresos y un café "aroma " era una especialidad de la casa, junto a unas medialunas. Me dirigí a la mesa 7 y se encontraba un chico de cabello largo recogido con un gran rodete durante una llamada.
-Aquí está su pedido ya traigo el café que queda y las medialunas. —dije mientras ponía los cafés en la mesa—
No podía hablar, lo cual sin mirarme a los ojos hizo un pulgar arriba, mientras apoyaba su celular en su hombro para poder anotar algo, solo faltaba el café aroma para entregar ya que necesitaba crema que mi compañera estaba preparando. Observé la pizarra pero no había nada más por hacer mientras tanto, tomé mi celular para observar la hora y marcaban las 10:34 minutos, todavía faltaba y abajo aparecía un mensaje de Sofía diciendo que si quería salir a almorzar con ella. Contesté rápido ya que el pedido estaba listo.
Mientras buscaba el café la campana sonó y cruzaron la puerta unos jóvenes que no les di mucha importancia pero se escuchaba que reían mucho.
Terminé de colocar el chocolate arriba de la espuma del café, lo tomé con cuidado y me dirigí a la mesa pero a mitad de camino olvidaba las medialunas, al darme vuelta para buscarlas choque con un joven que venía riéndose, derramando el café sobre su camisa y mi buzo, la taza calló al piso rompiéndose completamente en pedacitos. El y sus amigos dejaron de reírse y se sintió un silencio de parte de ellos.-Como lo siento -dijo el joven con un acento bastante rolo-
-Podrías tener más cuidado y ver por dónde caminas para la próxima ¿no? —dije molesta mientras levantaba los pedazos con cuidado—
-Si, lo sé, perdón, necesitas ayuda en algo. —dijo un poco preocupado—
-Si podías regresar a tu mesa sería mejor —dije sin mirarlo a los ojos, no sabía quién era, no vi su rostro en ningún momento ya que estaba limpiando el piso, solo sentí como unas botas marrones se alejaban de a poco.
Después de limpiar todo me dirigí al baño para limpiar mi ropa que estaba llena de café.Luego de unos minutos me encontraba en la cocina, decidí darle el pedido de la mesa 7 a mi compañera, estaba muy molesta con ese joven y no quería cruzármelo de vuelta, por suerte la mesa estaba lejos y no lograba verlo.
Unos 20 minutos más tarde ya terminaba mi turno pero esta vez saldría antes ya que debía pasar por mi casa por un buzo, el mío estaba sucio para ir a almorzar con Sofía.
Regrese bastante rápido porque Sofi pasaría por mi en unos minutos.12:30 estába puntal en la puerta de mi casa en su auto azul, toco tres bocinazos y baje de mi habitación rápidamente.
-Hola amiga tantos tiempo. —dijo sonriente mientras yo entraba en el auto—
-Hola Sofi, ¿como andas?
—dije dejándole un beso en su mejilla—Charlamos de camino al centro comercial.
Fuimos a nuestro restaurante favorito que servía pastas.
-No sabes lo que sucedió hoy... —dije mientras daba un mordisco a mis ñoquis—
-¿Qué pasó? —dijo tomando un sorbo de agua—
-Un chico hizo derramar un pedido que creo que era para su mesa, en toda mi ropa y la suya, rompiendo una taza, hoy me estrese mucho con ese pedido.
-Nooo, que mala suerte, ya me imagino vos intentando no gritarle... ¿No lo hiciste no? —dijo mirándome—
-Emm ¿no? Okey si, pero no fue mi intención, era todo el estrés del momento. —dije intentando defenderme—
-Ay Juli, solo fue un accidente, a cualquiera le podría pasar.
-Ya que —dije intentando terminar ese tema.
Continuamos la platica y pasamos un lindo rato en el centro comercial, compramos un poco de ropa y al terminar Sofi me regreso de vuelta a casa ya que entraba a trabajar a la tarde, los miércoles eran muy agotadores.
Ya terminaba el día en la cafetería, fue muy agotador, solo quedaba ordenar los tickets de las personas que habían pagado con tarjeta de crédito en una cajita de madera color verde agua, mientras estaba terminado de ordenar un papel llamó mi atención. Lo tomé para leerlo bien y no podía creerlo, resulta que unos de los integrantes de mi banda preferida "Morat" había estado tomando un café en la cafetería de mi mamá y uno de ellos había chocado conmigo,era el mismísimo Juan Pablo Isaza, ahora recuerdo bien que uno de los que ingresó riendo llevaba un sombrero, típico de él, siempre lleva uno, hasta la gente cree que está calvo por eso los usa y además llevaba unas botas marrones que logré distinguir cuando limpiaba todo el desastre, pero ahora que lo pienso lo traté súper mal.
Regrese a mi casa junto a mi madre en su auto.No tenía mucha hambre, me prepare algo liviano, unas frutas y agua en mi vaso de starbucks y subí a mi habitación a buscar una serie para ver.
[...]
Eran las 23:00 PM estaba muy cansada, ni iba medio capítulo y el sueño ya me vencía. Me puse mi pijama de Netflix, era muy fan de esa app y me acurruqué en mis sabanas blancas para poder dormir, sentir mi cabeza apoyar sobre la almohada era muy placentero ya que estaba muy cansada, cerré mis ojos y no dejaba de pensar en lo sucedido en la cafetería, en serio me sentía muy culpable por haberlo tratado asi, Sofi tenía razón, a cualquiera le pude pasar, era solo un accidente, y de tanto pensar el sueño me venció completamente, cayendo en un profundo sueño.
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Amor por accidente - Juan Pablo Isaza
RomanceTrabajar en una cafetería puede sonar aburrido y simple, pero gracias a un accidente todo puede cambiar, tal vez puedes llegar a encontrar al amor de tu vida...