Julieta:-Aquí tienes... --señalé dejando el café con leche sobre la mesa.
-Muchas gracias señorita --agradeció dulcemente la señora.
Respondí con una sonrisa.
-Ya entregué el pedido de la mesa 14 --avisé llegando a la barra.
-¿Te pregunté? --bromeó Bruno, mi compañero de trabajo.
-Ja ja que gracioso estas, ¿te comiste un payaso de casualidad? --respondí irónica guardando dinero en la caja registradora.
-Dos en realidad --sonrió pícaro.
-Idiota --reí.
La campana de la puerta sonó, llamando mi atención.
-¡¡¡Buen dia!!! --saludó exaltadamente
Sofi -- ¿Cómo está mi amiga favorita? --sonrió sentándose en la banqueta.-Hola mi amor -- reí-- muy bien ¿y tu?
-Demasiaaaaado bien --sonrió como una niña feliz.
-¿Lo mismo de siempre? --pregunté.
-Sip --afirmó mirando concentradamente su celular con una sonrisa boba.
- ¿Con quién hablas tanto bobita? --mire curiosa.
-Y con quien más va a ser --sonrió embobada dejando su celular.
-Ahhh, Martín --dije obvia-- ¿Qué cuentas de él?, ¿como están?
-Es tan tierno... --suspiró-- realmente me está empezando a gustar, pero tengo medio que él no este sintiendo nada por mi y me esté ilusionando sin razón... --apoyó su mejilla en su mano mientras suspiraba estresada.
-Ay So... porqué no tienes un poco más de paciencia --sonreí acariciando su mejilla-- ¿hace cuanto se hablan?
-Emmm... un mes y ¿medio? creo que dos ya... no se pero tengo miedo igual. --bufó.
-¿Y que te hace creer que no está sintiendo nada por ti ? --pregunté curiosa.
-Nada en realidad, solo suposiciones mías --encogió sus hombros.
-Dame paciencia contigo, no supongas si no sabes mi amor, así no vas a llegar a nada con él, yo lo veo muy enganchado contigo, no dejas el celular en todo el día solo por estar hablando con él y que yo sepa si no te interesa alguien no le estarías hablando todo el día y menos de la forma en la que él lo hace... --sonreí coqueta.
-¿Tú dices? --me preguntó con un brillo en sus ojos como los de una niña.
-Claro que si Sofi, no te preocupes y deja que todo fluya, salgan de fiesta, invitalo a tomar al- --me interrumpió.
-¡Casi me olvido! --exclamó exageradamente.
-Me asustaste tarada --puse la mano en mi pecho para calmarme.
-Como sea, Martín me invitó a una fiesta de un amigo de él... en realidad nos invitó --recalcó señalando a ambas.
-Ajá y quieres que vaya ¿verdad? --supuse.
-Que inteligente eres!! --dijo sarcástica-- así es corazón, vienes conmigo --se señaló orgullosa.
-¿Y cuando es? --pregunté entregándole su café.
-Hoy --afirmo ansiosa aplaudiendo suavemente.
-¡¿Que?! --exclamé sorprendida.
-Si, es hoy a las... --pensó-- 23:30.
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Amor por accidente - Juan Pablo Isaza
Roman d'amourTrabajar en una cafetería puede sonar aburrido y simple, pero gracias a un accidente todo puede cambiar, tal vez puedes llegar a encontrar al amor de tu vida...