Aún te llevo en mi mente/Wandavision

Epílogo

"Porque ya te dejé una vez, y no pienso volver a hacerlo"

*Flashback*

-¡Peter!

 Me desperté sobresaltada y observé mejor en donde me encontraba. Steve... Steve estaba dormido, pero despertó en cuanto me escuchó.

-Tranquila, tranquila... Estás bien, estás a salvo.

 Intentó tomar mi rostro entre sus manos, pero lo esquivé. La escena se volvió algo incómoda y él se sentó en la camilla, a un lado de mí.

-¿Dónde está Tony?

-Tony está bien. Los encontramos deshidratados y desnutridos...

 Paró de hablar cuando vio que me levanté.

-T/n, debes quedarte en cama.

-Estoy bien -dije sin mirarlo.

 Me saqué la intravenosa, provocando que sangrara un poco.

-Por dios T/n, debes descansar...

-No me digas lo que tengo que hacer, Rogers -lo miré enojada y pasé por su lado.

 Caminé rápido por los pasillos en busca de Tony. Lo divisé en una habitación, despierto, y entré.

-Tony -dije feliz.

-Cariño -extendió sus brazos hacia mí.

 Me senté en la camilla y lo abracé. Este abrazo era importante. Acabábamos de perder a toda la mitad del mundo y casi habíamos muerto en una nave.

-¿Mami?

 Me di la vuelta y vi a Rhodes con Lilith en sus brazos. Él la bajó y mi hija vino corriendo hacia mí.

-Mi amor...

 La abracé en el aire. Mi cabello se volvió de color rosa.

-Estás bien... Estás bien -dije para mí misma.

 Miré a Rhodes y él me asintió con la cabeza.

-Me alegro que te hayas recuperado -dijo.

-Y yo me alegro que sigas aquí -le sonreí.

 Lilith se separó un poco de mí.

-Mami, algo pasó en casa.

-¿Qué sucedió amor?

-El abuelo. Él... Desapareció. Se hizo como cenizas.

 Me paralicé por un momento. Nick había sido la otra mitad...

 Acaricié su cabello y volví a apoyar su cabeza sobre mi hombro.

-Tranquila, todo está bien ahora. Todo estará bien...

 No supe si en realidad me lo decía mí o a ella.

-¡Tony! -dijo emocionada al percatarse de su presencia.

 La puse sobre la camilla, al lado de él.

-Con cuidado, Lilith -le dije.

-Hola, pequeña -dijo Tony mientras la abrazaba.

-¿Estás bien? -preguntó preocupada.

-Podría decirse que sí.

 Mientras los observaba, Rhodes se posó a mi lado.

-¿Lo viste?

-Sí...

-¿Y cómo fue?

-No pasó nada. En cuanto desperté, vine a buscar a Tony.