-CAPÍTULO 10
Salía de mi clase, estaba agobiadísima con todo, esta vez me iba sola a casa, ya que Nicole se tenía que quedar, pero de repente vi una escena, estaba Nicole chillando a Jasper, o explicándole algo a mi hermano histérica mente, y éste, estaba agarrando a Jasper por la camiseta. No entendía nada. Nada.
-¿Cómo? -Dijo Mark. -¿Estás acosando a mi hermana hijo de puta? -Dijo.
-Eh... eh... no, no, ¡por favor! Si sólo fueron un par de bromitas muy tontas, ¡qué exagerada eres mujer! -Contestó Jasper.
Mi rábia aumentaba cada segundo desmesuradamente. Las ideas de matarlo, pegarlo, cortarlo en pedazitos, y muchísimas cosas más que no os podrías ni imaginar, revoloteaban como moscas en mi cabeza. No tenía tiempo a atenderlas a todas, así que me decidí por la que justamente pasaba por mi cabeza, la que parecía tener la mayor necesidad de todas. Pegarle.
Sí, eso hice. Le pegué. Transformé mis largos y huesudos cinco dedos, en un puño amenazador, que acabó en la cara de Jasper, haciendo que su nariz, empezara a sangrar.
Todos estábamos impresionados, sí, me incluyo. No sabía que coño había hecho, tan sólo sabía que había hecho lo correcto.
-Io... Iona... -Dijo Nick asombrada. -Pensé que ya habías salido, pero de verdad que esto lo he hecho por tu bien, yo no quería delatarte, de verdad, sólo que...-
-Nick, ya está. -La interrumpí. -Hiciste lo correcto, de verdad que te lo agradezco.
-¿Por qué no me lo dijiste antes Iona? -Dijo Mark molesto.
-Porqué tenía miedo... -Dije agachando mi mirada.
-¿De este? ¿De este maldito capullo tenías miedo? -Dijo mientras le tiraba hacia atrás de sus cortos pelos.
-Sí, de él. -Dije mientras una lágrima caía por mi mejilla.
-Tonta, no llores, este imbécil no se merece tus lágrimas. -Dijo Nicole mientras me abrazaba. -Además que el rímel está muy caro... -Dijo riendo.
-Sí, tienes razón. -Dije secándome las lágrimas y limpiando un poco el maquillaje que se había derramado. Jasper lo miraba todo como si estuviese apenado, arrepentido, o como si se hubiese dado cuenta de todo lo que me había hecho. Pero ya era tarde para rectificar, para volver atrás. Demasiado tarde.
Estuve una semana entera sin ver a Jasper, y la verdad que se agradecía, y un montón, aunque, una parte de mí, también deseaba verlo, besarle, y que me hiciese suya las veces que hiciese falta...
A la semana siguiente, apareció, mágicamente, apareció. Al verlo, unas ganas inmensas de llorar en mí, se hicieron notables.
Se acercó a mí, y yo rápidamente agarré mis cosas y cerré la taquilla. Iba muy ligera, empezaba a sudar, y a ponerme muy nerviosa, mis dedos, temblaban, como prediciendo algo, algo que en parte deseaba, y en otra, no.
-Iona, ¡espera! -Dijo mientras me agarraba de la mano.
-Por favor, suéltame... Te lo suplico... -Dije temblando.
-Por favor, sólo escúchame, de verdad, no quiero hacerte daño, no más del que te he hecho últimamente. Por favor... -Dijo poniendo una cara muy tierna.
-Jasper... no me hagas esto, por favor... -Dije agachando la mirada.
-Iona, ¡por favor! ¡Te lo suplico! -Dijo alzando el tono de voz.
-Está bien, pero por favor, no grites. Va a venir mi hermano, y te aseguro que tiene muchísima más fuerza que yo.
-Gracias, ven. -Dijo arrastrándome.
-¿Dónde vamos? -Dije asustada.
-Tranquila, tampoco soy tan malo... -Dijo.
-Pues no has demostrado lo contrario... -Contesté. A lo que él no respondió.
Entramos en el sótano del colegio, habían muchísimas mesas, sillas, y papeles entre otros... Pero al fondo, y algo escondida, se veía una puerta antigua, de materia pesada, de un color marrón precioso. Jasper introdució una llave y la puerta se abrió. Habían unas escaleras de caracol que parecía que nunca se acababan. Subimos, y yo algo nerviosa, seguí a Jasper que aún me agarraba la mano con fuerza.
-Jasper...-
-Dime.-
-¿Puedes soltarme la mano, por favor?-
-No.-
-¿Por qué?
-Por si te escapas...-
-¿Cómo? No me vas a violar... ¿verdad? -Dije asustada.
-¿Cómo? ¿En serio me ves capaz de hacer algo así? ¿De verdad? -Dijo riendo.
-No te conozco. -Dije.
-En eso tienes razón, pero que sepas que jamás te haría nada.
Llegamos, y abrimos una puerta, muy pesada de metal, para abrirla se tenía que empujar, y la verdad era algo complicado, y pedía mucha de tu fuerza.
Al abrirla, por fin, había una terraza bastante grande, donde se podían ver bosques, y casitas preciosas.
Era maravilloso. Después de contemplarlo todo, nos sentamos en el suelo, el uno al lado del otro, y Jasper, rompió el incómodo silencio que reinaba en aquel entonces.
-Iona... -
-Dime. -Dije sin mirarle.
-Mírame, por favor...-Yo suspiré y me giré hacia él.
-¿Qué? -Dije secamente.
-Perdóname... -Dijo mirando hacia abajo. -Lo siento, de verdad... No sé en qué estaba pensando, de verdad. En aquel momento, no era yo, no sé quien era, es muy extraño de explicar... no sé...
Empecé a reír a carcajadas, me hacia gracia la forma en la que se disculpaba.
-¿De qué te ríes? -Dijo.
-De ti... me haces mucha gracia, pero de verdad Jasper, no importa.
-No, no es cierto. Sé que has sufrido muchísimo, por mi culpa, que has llorado hasta no poder más, que has tenido miedo, como nunca lo habías tenido hasta ahora, y créeme, nunca, pero nunca, me lo voy a perdonar. Nunca.
Yo no tenía palabras, tan sólo lo abracé, lo abracé con fuerza y rompí a llorar.
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Hola amores! Lo siento, sé que he tardado mucho, pero no estaba muy inspirada, y encima tampoco he tenido mucho tiempo...
Y ésta vez, no os voy a pedir votos, como en los últimos 2 capítulos, no, no los voy a pedir, porque no me los merezco, ya que he tardado demasiado... Y de verdad, lo siento....
Espero que os guste amores!!
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Un vuelco a mi vida...
Teen FictionIona, es una adolescente de 17 años, guapa, inteligente y estudiosa, pero eso sí, los fines de semana, las cosas cambian un poquito. En esta historia, Iona, en una de las fiestas a las cuales asiste muchos sábados, conocerá a un chico travieso, que...