〔☕; D r e a m l a n d 〕

Capítulo V

Era una mañana fría, la nieve caía sobre aquel pequeño pueblo de Alabama, se podía ver que el invierno empezaba a llegar en ese lugar, llenando las calles de soledad y las casas de calidez.

En alguna parte de aquel mismo pueblo se encontraba la gran escuela. Ese lugar donde la gente se reunía para convivir. Un cálido pueblo. No había odio. Todo era perfecto. O al menos casi todo.

Ahora nos centraremos en un suéter, de poliéster, color amarillo pastel, con pequeños detalles rojos en las mangas.

Y se preguntarán "¿Que tiene que ver un suéter en que un pueblo sea imperfecto?"

Mucho, aunque no lo parezca. Aquel suéter era tan especial para Camile, aunque no lo quisiera admitir. Aquel suéter que era de Sabrina, la mejor amiga de Camile. Y la persona de la cual estaba enamorada.

Ese suéter, que tantas veces le había prestado, mencionando siempre que se le veía mejor a Camile que a la misma Sabrina.

Todas esas mañanas eran perfectas para Camile, pero todo terminaba cuando ella llegaba. Cuando Heather llegaba.

Heather era una de las chicas más bonitas de la escuela, era perfecta (como todo lo demás en el pueblo), era alegre, amistosa, era bella, rubia, tenía unos hermosos ojos color azul, era una chica que cualquier persona quisiera tener. Entre ellas Sabrina.

Y aunque para Sabrina fuera perfecta, para Camile simplemente no lo era.

Eran celos juveniles. Se había enamorado de su mejor amiga, aun sabiendo que esta nunca la llegaría a ver más que una amiga, la amaba aun sabiendo que esta estaba hipnotizado por la rubia.

***

"¿Por que razón llegarías a besarme? No soy ni siquiera linda."

Aquel pensamiento atormentada a Camile, todos los días hasta que la escuela terminaba, y podía estar nuevamente con Sabrina. Ese día no era la excepción, pero se tenía que algo cambiará.

Salió de sus escuela, por fin había terminado sus clases, esperaba a su amiga con entusiasmo, una sonrisa se posaba en sus labios.

Sonrisa que fue borrada cuando lo vio. Allí estaba su amiga, pero no sola. Una cabellera rubia se encontraba alado de la pelirroja.

Heather estaba allí, con aquel suéter, Sabrina decía las mismas palabras que alguna vez fueron dichas hacia Camile.

"Se te ve mucho mejor a ti que a mí"

Ella deseaba que fuera una pesadilla, pero sabía que era real, podía ver de lejos aquellos ojos azules de su enamorada, aquellos ojos tristes que ahora sólo derrochaban felicidad.

Sus manos entre lazadas entre sí eran un puñal de sentimientos para la más pequeña.

Estaba dispuesta a irse, pero aquella mirada azul que tanto amaba ya la había visto. Grito su nombre he instantáneamente esta se detuvo.

Sus miradas se cruzaron, y la joven pelirroja la abrazo. Las palabras que salían de su boca eran puntadas en el corazón de la castaña.

"¡Somos pareja!"

Mucha gente podía pensar que no se puede matar a una persona con palabras, pero Camile era la clara muestra de que si era posible.

Si mirada se dirigió a las dos chicas. Su amiga feliz tomada de la mano con la rubia, mientras tanto esta le sonreía, con aquel suéter, un suéter que era lo más preciado para la joven.

"Ella es un Ángel"

Las palabras salieron de su boca sin pensar, una sonrisa se vio en su rostro, las dos de en frente solo pudieron besarse, dejando un corazón roto de intermedio que miraba desde dentro de si con odio a la rubia, quería matarla, pero sabía que no podía y que esos pensamientos sólo le iban a hacer más daño.

Poco a poco su figura se fue alejando y desvaneciendo entre la gente.

Ella era perfecta. Un Ángel. No podía odiarla, la pelirroja era feliz.

Se desmoronó en un segundo y su mente nuevamente se lleno de pensamientos. Ella quería ser Heather.

Sus lágrimas caían y sus mente otra vez empezaba a hablar.

Solo es un suéter.

Solo era poliéster.

Solo era un beso.

Solo era su amor.