29.

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[LIAM]

Desperté con mi cabeza latiendo de manera extraña. Un aroma dulce se adhería a mi nariz y boca de manera incomoda, pero por más que intenté llevar mi mano hacia mi rostro no lo logré. Mi cuerpo se sentía lánguido y la somnolencia aun no había desaparecido totalmente. La dureza de la superficie bajo mi cuerpo logró que fuese consciente de la falta de comodidad que mi cama me brindaba, las alarmas se encendieron en mi mente mientras los recuerdos me golpeaban.

Mis ojos se abrieron lentamente, pero la luz incandescente dentro de la habitación borroneo la imagen frente a mi. Me costó varios parpadeos el poder enfocar realmente el cuarto que se presentaba a mi alrededor. Estaba en una habitación que no conocía y mis manos estaban atadas a la parte baja de mi espalda. Mi corazón se disparó cuando caí en cuenta de que mis pies también estaban restringidos. ¿En que mierda había caído ahora?

Gruñendo como un perro enojado, jale mis manos en un intento desesperado de soltarme. Mis muñecas sintieron el duro mordisco de la cuerda gracias al brusco movimiento, el dolor se disparo por mis brazos y el gruñido fue reemplazado por el gimoteo de un cachorrito asustado. Si, lo aceptaba, estaba comenzando a asustarme.

Luego de unos minutos revolviéndome, me di cuenta de que no lograría zafarme de las malditas cosas. Mis muñecas comenzarían a sangrar pronto si no detenía los jalones. Soltando un suspiro tembloroso, miré a mi alrededor intentando ubicarme. Estaba en un despacho. Había un escritorio a menos de un metro de mis pies, sillas en conjunto habían sido apiladas a un lado seguramente para hacer lugar a mi flacucho cuerpo. Lo más indignante es que había un sofá del otro lado de la habitación, pero no, me arrojaron al suelo.

Voces ahogadas por las grandes puertas de roble comenzaron a acercarse a donde me encontraba y en un acto impulsivo, cerré mis ojos intentando parecer inconsciente.

-...vendrán por él, estoy seguro, -una voz oscura y pesada le siguió al sonido de la puerta abriéndose-. He estado vigilándolos, es una lastima que no pudiésemos atrapar también al cachorrito de Kaled.

Un conjunto de pasos se adentro en el lugar mientras rezaba todo lo que me sabia para que no descubrieran que había despertado. No quería averiguar que harían conmigo si lo supiesen.

-¿Cachorrito? -la segunda voz contenía un pesado acento que no pude identificar.

-Un niño de la calle, un prostituto -aclaro-. Los Fire Spirit lo llevaron a vivir con ellos hace unos meses y Kaled parece tener una fuerte debilidad por el chico.

-¿Kaled Malik con una debilidad? Eso es interesante.

-Bastante -pausó-. Me hubiese encantado hacerle daño, pero creo que este niño será suficiente por ahora.

-¿Quien es?

-Se llama Liam Payne -detuve un estremecimiento al darme cuenta de que estos tipos sabían mi nombre pero vamos, ¿si no porque me habrían secuestrado? -. Es el nuevo niño juguete de Zayn. Lo hemos estado vigilando por algún tiempo.

-¿El que se les escapo en el club? -no vi la respuesta pero supuse que era afirmativa. Estos hijos de perra eran los mismos que nos habían atacado en el club. Dedos ásperos se movieron por mi mejilla y me moví por instinto-. Es muy bonito, demasiado delicado para alguien con los gustos de Zayn, ¿crees que realmente le importe? Lo conocemos lo suficiente para saber que no le interesan una mierda después de un polvo.

-Este parece ser especial.

El otro tipo rió y lo sentí demasiado cerca para mi gusto-. Que curioso, pensé que el hijo de perra no tendría sentimientos por nadie.

-Las personas cambian, Farid -aseguró-. Por suerte, porque de no ser así no tendríamos la oportunidad única de hacer esto.

-¿Que harás con el niño?

El tacto y el calor del hombre se alejó y tuve que morderme el suspiro de alivio que lucho por escapar de mis labios. La sensación no duro demasiado cuando las siguientes palabras llegaron a mis oídos.

-¿Que más? -dijo con asco-. Matarlo.

Me quedé quieto, congelado totalmente, hasta que escuché la puerta cerrarse nuevamente y los pasos alejarse. En cuanto estuve seguro de que se habían ido abrí los ojos, dejando salir las lagrimas contenidas en cuanto el shock me abandono. Esto no podía estar sucediéndome.

-Ven por mi, Zy -susurré a la habitación vacía-. Por favor, ven por mi.


[ZAYN]

-¡Me importa una mierda si tengo que hacer explotar la casa entera! -grité, al borde de mis nervios-. ¡Voy a entrar!

-Calmate, maldición -Kaled puso una mano en mi pecho y me empujó hasta que mi espalda chocó contra mi camioneta-. No ganas nada alterándote en este momento, piensa con la cabeza fría, hermano, o vas a terminar haciendo una estupidez.

-Cometí una estupidez al dejar a Liam solo, Kaled -murmuré-. Debo ir por él.

-Iremos por él y lo podrás tener en tus brazos de nuevo, te lo prometo -aseguró-. Pero si entramos allí sin un plan, ellos podrían lastimarlo, Zayn.

Él tenia razón, sabia que la tenia, pero estaba tan desesperado por ver a Liam que no estaba pensando con claridad. Mis nervios habían estado a flor de piel por horas. Sabíamos que el hijo de perra de Holmes iba a estar esperando por nosotros por lo que habíamos tenido que esperar a la noche para poder acercarnos a la propiedad sin ser vistos y encontrar una manera de entrar al lugar.

-El hijo de puta bloqueo mejor su seguridad -una sonrisa diabólica se abrió paso en los labios de Niall, la luz pálida de la laptop brillando en su rostro en medio de la oscuridad-. Veamos que sucede si hago... esto.

La luz del panel donde había conectado su computadora se apago de pronto. El rubio nos hizo un gesto, como si esperara algo antes de sonreírnos deslumbrantemente-. Estamos libres para entrar, amigos.

-¿Que hiciste? -pregunto Kaled.

-Destruí sus sistemas, pero no creo que dure mucho tiempo -hizo un gesto-. Si vamos a entrar, será mejor hacerlo ahora.

-Ellos nos estarán esperando -la mirada de Kaled era totalmente calculadora mientras observaba la casa a la distancia-. ¿Puedes hacer algo con las luces?

-Su sistema es completamente electrónico -Niall le guiño un ojo-. Puedo manejar la maldita cosa como me de la gana.

-Apaga las luces cuando entremos -la sonrisa de Kaled no me gusto para nada-. Jugaremos al gato y al ratón.

-Las panteras contra las sucias ratas. -susurré, recordando la forma en que Liam me había llamado cuando estábamos en su casa.

Iba a ir por mi pequeño osito e iba a hacer pagar a todos los hijos de puta que hubiesen siquiera respirado en su dirección.

Todo por él |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora