Recuerdos de un amor pasado.

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Un soleado día bajo un árbol estaba un joven de cabellos negros color azabache, con una mirada profunda pero eso se debía a qué estaba concentrado en su libro, este se trata de un robot que mataba gente por maldad de sus creadores, un título poco peculiar y muy llamativo
"El robot asesino" desde ya hace mucho tiempo había querido leer ese libro pero no había oportunidad de poder hacerlo, el y su amigo Jinnersn bastante fanáticos de aquella película. Sin embargo como Jungkook no pudo asistir al estreno de aquella película con su amigo un día viernes en la noche, este le regaló como adelantado cumpleaños el libro de esa saga tan fantástica que constaba a tres partes (en subtotal tres libros)
Con forme los segundos habían pasado, y sin darse cuenta su lectura fue abstruida por una persona en particular que nublo los rayos solares que permitían a su vista poder seguir con aquella continuidad a su libro que estaba por llegar a la mitad.

— ¿Quien está abstruyendo mi lectura? — pudo notarse un tono de enojo en la voz de Jungkook, con un movimiento de mano para impedir que los rayos del sol rodeando aquella persona causarán mucho impacto en su vista cubrió su frente, así evitaría que le lastimara mucho más a su visión.

Puso darse cuenta del chico que se encontraba frente a ella, un joven de cabellos rubios con una gran y alegre sonrisa, muchas mejillas, ojos hermosos pero estatura algo pequeña, a comparación de Jungkook, eso no era impedimento, pues era realmente hermoso, no había negación en eso. Jungkook se quedó unos segundos hipnotizado ante tanta belleza frente a sus ojos, pero fue severamente interrumpido por la voz de dicha persona, pues al parecer si había quedado algo perdido con su presencia, y como no? Si era hermoso.

— Todos ya se fueron ¿Piensas quedarte?— Saliendo de su trance Jungkook movió suavemente su cabeza lado a lado tras escuchar aquellas palabras, al mismo tiempo que se dió cuenta de la verdad. Era cierto, no había nadie ya en la preparatoria, solo estaban ellos dos.
Algo avergonzado se levantó de su asiento y tomo sus cosas un poco distraído pero nervioso, Jimin se dió cuenta por qué sus cosas se caían constantemente, así que le resultaba algo divertido pero al mismo tiempo agradable por su parte.

—Tal parece que no me di cuenta cuando todos se fueron ¿Que haces tú aquí?— Posiblemente aquella pregunta sonó algo dura pero fue un impulso por su parte, quería saber que hacía exactamente dentro de aquella preparatoria aún, no era algo común que dos chicos se quedarán solos.

— Aún no puedo irme, tengo clases de canto, iba hacia el aula y te mire por acá, pensé que te habías perdido o eras nuevo, luego recordé que te había visto en la asamblea muchas veces — recordó Jimin aquel chico que siempre le miraba desde las maseteras junto a un chico de cabellos castaños con carita de angel (estamos hablando del precioso Jin)

—Muchas gracias — agradeció algo nervioso, pero al mismo tiempo quería tomar algo de valor ante la situación que estaba por tornarse algo interesante. — ¿Te molesta si te acompaño? — Pregunto esperando una respuesta positiva y no negativa

Y eso fue lo que recibió, Jimin sonrió por la pregunta que había otorgado aquel muchacho y asintio, con un mover de su cabeza arriba y abajo suavemente, hasta que pudo hablar con mayor habilidad

— Por supuesto, no me molesta, entre más mejor, anda vamos que se me hace algo tarde ¿Te ayudo?— Pregunto directo a las cosas que seguían regadas en el frío pasto dónde estaba sentado (casi recostado Jungkook antes)

— Oh no, puedes irte adelantando, no me molesta, yo tomaré mis cosas y te sigo — Alentó al pequeño para que se fuera yendo mientras el rejuntaba sus cosas y las metía al interior de su mochila. Cuando todo estaba listo comenzó a seguirlo por la espalda, admirando esa hermosa silueta que tenía el menor, ¿Estaba más que claro que era su amor platónico? Estaba seguro que posiblemente en algún futuro ambos podrían llegar a ser algo, pero eso era imposible.

Ambos chicos caminaron entre algunos salones, pasillos hasta que fueron subiendo unos escalones largos que guiaban hacia el segundo piso de un edificio donde había en su totalidad diez salones a lo largo, el salón de música estaba situado en el séptimo puesto. Cuando ambos chicos llegaron Jimin invito a pasar al mayor, junto a sus compañeros que ya estaban dentro de aquel salón.

— ¿Quien es el? — Pregunto uno de sus compañeros que para nada había visto al mayor en su vida

— Disculpa, ¿Cómo te llamas? — Pregunto Jimin hacia Jungkook, lo había visto más bien no conocía su nombre

— Me llamo Jungkook, es un placer. Vengo acompañar a Jimin la tarde de hoy — Fue saludado por los integrantes de aquella banda dónde Jimin era el cantante principal.

Estaba el bajo, la guitarra, piano, saxofón, violín, violoncello, entre algunos instrumentos más que le permitían cantar en diferentes tonalidades. Le indico a Jungkook donde podía sentarse para sentirse cómodo mientras ellos ensayaban con total libertad por unas largas horas, como era cotidianamente la vida de Jimin

La canción que estaban cantando se llamaba "Spring Day" pero adaptándose a un estilo totalmente diferente al que se otorgaba aquella canción, la voz de Jimin era angelical, hermosa, y muy perfecta para el mayor quien no podía dejar de verlo todo hipnótico, cada que terminaba una canción aplaudia y llamaba mucho la atención de aquellas personas. Pero se detenía por vergüenza, cuando los ensayos terminaron Jimin se acercó a Jungkook por un poco de agua a su mochila pues había terminado bastante cansado

—Veo que te gusta mucho el canto, eso es bueno, lo haces muy bien Jimin — Los labios de Jungkook hablaron por si solos y no se había dado cuenta el por qué

— Muchas gracias, me gusta desde que era pequeño, mi mamá me enseñó a cantar ya que ella es compositora, cuando entre aquí no pude evitar entrar a la banda, me gusta mucho la convivencia que hay entre todos —

— Como tú me gustas a mi — Nuevamente los labios de Jungkook hablaron, dejando sorprendido a Jimin por su confesión, pero no sé conocían si no hasta ahora más que a simple vista.

Todos quedaron sorprendidos por lo que había dicho Jungkook, tanta fue la vergüenza que sintió, al no dudar no un instante salió corriendo de aquel salón y se fue a su hogar, estaba avergonzado ¿Y si ya mi queria verlo? Eso era posible más no imposible.