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-- ¿De qué hablas?-- Se acercó aún más al de cabellera azul, notando que este es por unos pocos centímetros, más alto; midiendo casi la misma altura.-- ¿No tienes el cabello así siempre?.

No entendía qué sucedía o cómo fue que aquel chico encontró su cabaña, aunque no estaba muy lejos del pueblo esta se encontraba muy adentro del bosque, por lo que era algo difícil encontrarla si no había ido anteriormente. No eran las únicas preguntas que pasaban por su mente, quería respuestas, al igual que el de cabello azul frente suyo.

Luego de algunos segundos en silencio, decidió presentarse.

-- Soy Jeon Jungkook, mucho gusto-- Extendió su mano y pudo notar como él repetía su nombre en silencio, saboreándolo.

-- El gusto es mío Jungkook, soy Kim Taehyung-- En el momento en que estrecharon sus manos, la suavidad de su piel lo erizo y el tono canela de esta contrastaba con lo pálida que era la suya. Las sonrisas adornaron sus rostros por unos segundos, que para ambos fueron eternos. Uno de ellos extasiado porque al fin pudo conocerlo y el otro, sintiendo como su vida cambiaría desde ese momento.

Después de aquello ambos decidieron que lo mejor era entrar y hablar más tranquilamente, aunque Taehyung estuvo un poco reacio al inicio, no pudo negarse a la oferta del hombre a su lado

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Después de aquello ambos decidieron que lo mejor era entrar y hablar más tranquilamente, aunque Taehyung estuvo un poco reacio al inicio, no pudo negarse a la oferta del hombre a su lado.

Al entrar Jungkook decidió darle un recorrido por toda la cabaña. Esta se dividía en dos pisos, la planta baja estaba muy poco decorada, no encontraba fotos en ningún lugar por lo que supuso no era de él. Estaba amueblada en tonos cafés, verdes y beige, todo allí era como estar en una cabaña americana, totalmente diferente a las casas tradicionales coreanas. En el segundo piso al final del pasillo había una gran habitación, alcanzó a ver algo de ropa tirada antes de que Jungkook cerrará esta. Llegó a la conclusión de que esa era la suya.

Había otra habitación pequeña en el lado derecho del pasillo y un pequeño baño en el lado izquierdo. Por lo que dijo el de cabellera negra, habían tres baños, uno en la habitación de él, otro en el pasillo y por último uno en la planta baja. La manera en que lo guió por toda la residencia hizo que notara lo orgulloso que estaba Jungkook por el lugar, le gustaba ver el brillo en sus ojos cada que nombraba o mostraba alguna parte de allí.

Poco duró el recorrido, ya que ambos tenían una conversación pendiente. Jungkook sirvió un poco de chocolate caliente en lo que él se sentaba en el pequeño comedor ubicado allí.

-- ¿Qué eres?-- La desesperación podía notarse en la mirada del de cabello negro, le sorprendía no escuchar otras miles preguntas amontonar se junto a esa.

-- Un ser-- No estaba satisfecho, por lo que luego de tomar unos sorbos del delicioso chocolate, prosiguió:-- Soy algo o alguien que simplemente existe.

No era la mejor respuesta, lo sabía; pero no podría explicarlo de mejor manera, y aunque Jungkook estaba confundido, no preguntó más al respecto.

-- ¿Eres un Dios?-- Preguntó ansioso, se sentó enfrente suyo ubicando sus rodillas pegadas a su pecho esperando una respuesta.

-- No-- No sabía cuando acabó su chocolate, pero al dar un ultimo sorbo sabía que allí acabarían las preguntas por ese día. Se levantó dejando el pocillo en la mesa, el de cabello negro notó su intención por lo que se levantó rápidamente impidiendo que este se fuera.

-- Aún no respondes todas mis preguntas-- Se estaba mordiendo el labio inferior mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho. Lo miraba de una manera desafiante, altanera y de alguna manera le gustaba, solo sonrío, paso por su lado continuando con su salida.

-- Dije que respondería todo lo que quisieras, más no dije cuando-- Se giro siguiendo la mirada del otro-- Nos vemos dentro de poco Jungkook.

Y sin más salió, dejando solo confusión en la mente del más bajo. Se sentó de nuevo, su chocolate apenas iniciado reposando en la mesa, se encontraba tan ansioso que no podía procesar todo lo que estaba pasando. La voz de aquel hombre, cada una de sus palabras lo tenían embelesado; miraba un punto fijo tratando de organizar la información recibida, sin embargo, no podía.

No entendía cómo era posible que solo él pudiera ver su cabello azul, Taehyung no lo dijo pero lo sabía, sabía que era el único y por eso estaba allí, buscándolo. Tampoco lograba descifrar sus palabras, no era un Dios, entonces ¿Qué era?

Le había asegurado que era un ser, pero en el mundo existen los seres vivos, todos eran seres; ¿Qué tipo de ser es entonces?, No podía confiar en sus palabras, pero quería confiar. No quería creer que sus ojos tan seguros de sus palabras, le estaban mintiendo. Se negaba a pensar que el brillo de su mirada lo estaba engañando.

Las Estrellas En Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora