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Shilla, año 40 a.c


-- ¿Esta bien que hagamos eso?-- estaba realmente confundido y asustado, todos sus sentidos en alerta por si alguien se acercaba.

-- No te preocupes, las personas no se acercan a esta zona.

-- Entiendo por qué-- se arrimo un poco más al mayor, tratando de protegerse de lo que pudiera pasar.

-- Tranquilo, solo no te caigas

El crujido del hielo bajo sus pies no dejaba de sonar, tenían sus manos unidas, intentando llegar a aquel animal que los observaba a lo lejos, retándolos. Estarían comiendo desde hacia rato ya pero gracias al ruido que hacían ambos tratando de cazar al pobre animal, no lo lograron. Tenían demasiada hambre, sin embargo allí estaban, acercándose poco a poco, casi lográndolo de no ser por el ruido de una tercera persona.

-- Así solo lo van a ahuyentar-- dijo mientras se situaba a su lado.

-- Gracias a la interrupción, si -- Sujetó más fuerte la lanza, la furia siendo notoria en su mirada.

El extraño emprendió camino, alejándose de ellos. Ambos rendidos marcharon lejos del agua congelada, no deseaban caer en aquel río. Sus estómagos rugían, solo el frío lograba distraerlos un poco pero no podrían estar así mucho tiempo.

Tomaron asiento en una de las pocas rocas que no estaban repletas de nieve, sus miradas decaídas, el escasez de color en sus mejillas y los labios partidos hacia relucir el cansancio en ellos. Estaban dispuestos a doblegarse hasta que el hambre los matara, pero aquel desconocido volvió, esta vez con el animal entre sus manos.

-- Vamos a mi vivienda, les haré algo de comida-- Sus ojos brillaron al escuchar aquellas palabras, sabían que podría pasar algo malo, pero nada podría ser peor que morir allí.

-- Por cierto, soy Kim Seokjin-- dijo ofreciendo su mano libre.

-- Kim Taehyung-- estrecho su mano haciendo una pequeña reverencia.

-- Park Jimin-- al igual que su compañero, estrecho su mano seguido de una reverencia un poco más notoria.

El desconocido no tan desconocido ahora, logró ver lo inexpertos que eran, lo extraño de su comportamiento y en especial notó el cabello azul de aquel chico, no entendía cómo aquello era posible pero sabía que sus dudas serían aclaradas pronto.

Las Estrellas En Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora