Capitulo 13- Persecución y rescate en el bosque

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En el bosque...

Xóchitl corría, asustada, buscando el camino de vuelta a casa. En ese momento estaba lloviendo, y las huellas que antes la habían guiado al palacio ahora habían desaparecido. Ahora tendría que buscar por cuenta propia el camino de regreso, y claro que no era nada fácil, y menos cuando estaba lloviendo...

Xóchitl: *corriendo* Ah.....ah.......ah.... ¿dónde......dónde es😖?....ah......no logro.....no logro ver nada con esta lluvia😣

Seguía corriendo y corriendo por un buen rato, hasta que finalmente se cansó y decidió sentarse cerca de un árbol...

Xóchitl: Ah......... no puede ser....... ¿cómo puedo regresar a casa😟?

¡Auuuuuuuuuuuuuuuuuu!

En el peor momento se escuchó un aullido. Al voltear, se dio cuenta que una manada de lobos la miraba, la misma manada que antes había perseguido a su hermana mayor, Teodora. Los lobos estaban hambrientos, mala suerte para la azabache...

Xóchitl: *se levanta* Ay no ¡no puede ser!😲

Los lobos comenzaron a aullar a coro, dando una señal de ataque.}

Asustada, Xóchitl empezó a correr, siendo perseguida por la manada de lobos. Por mala suerte, los lobos eran muy veloces, lo cual era una gran desventaja para ella.

Mientras corría, a veces miraba hacia atrás, y por cada vez que lo hacía, los lobos se veían más cerca de ella...

Xóchitl: Ay no... ¡¿Ahora qué hago😖?! ¡Ya sé! ¡Los árboles😦!

Tan pronto como lo pensó, Xóchitl trepó el primer árbol que pudo encontrar en el camino, y los lobos rodearon éste, pretendiendo subir, pero claro, los lobos no pueden escalar árboles. Sin embargo, no se moverían de ahí hasta conseguir su comida.

Xóchitl estaba atrapada ¿Por cuánto tiempo los lobos pensaban quedarse ahí?

Xóchitl: Hay no😟...

Pero ni ella, ni los lobos, contaban con que alguien la estaría siguiendo. No fue hasta escuchar un relinchido de un caballo cuando se dieron cuenta de ello

Al voltear, vieron que era nada más y nada menos que el Charro Negro, montado en su caballo. Había llegado para rescatar a Xóchitl...

Leo Negro: ¡Déjenla en paz😠!

Al tiempo que gritaba esas palabras, usó su látigo para arrojar a algunos lobos lejos de ahí. Sus compañeros ahora fueron hacia Leo, procurando atacarlo. Todos lo rodeaban e intentaban saltar hacia él o tirarle mordidas al caballo, pero él lograba defenderse con su látigo, aunque su ventaja no era definitiva.

Xóchitl miraba atemorizada la escena. Sentía que tarde o temprano uno de los lobos lograría darle alcance...y no se equivocó.

Uno de los lobos saltó y logró quedar en el lomo del caballo, justamente atrás del Charro...

Leo Negro: *lo ve* ¡¿Ah😲?!

Xóchitl: ¡Cuidado😱!

El lobo se abalanzó sobre él, dándole unas cuántas mordidas y bastantes rasguños en los brazos...

Leo Negro: AAAAAAGH😫!!!

Xóchitl: ¡NO😧!

Pero aún así, Leo consiguió quitarse de encima al lobo con su látigo. Sus compañeros intentaban atacar nuevamente, pero la resistencia del jiben era alta.

Así siguió la batalla por un buen rato hasta que los lobos, rendidos, decidieron irse.

El muchacho había acabado cansado y débil por la batalla. Apenas vió que los lobos se habían ido, se cayó del caballo, llegando hasta el suelo. La falta de fuerzas y el dolor de las heridas le impedía levantarse de nuevo

Xóchitl no sabía qué hacer en ese momento. Hubiera podido huir en ese momento y encontrar el camino a casa, pero algo dentro de sí parecía no convencerla de dejar ahí al Charro, mucho menos en plena lluvia. Él le había salvado la vida, y esa no sería manera justa de pagarle. Tardaría más tiempo en volver a casa, pero quizás valdría la pena...o no

Bueno, aún así no quiso dejarlo sólo. Xóchitl bajó del árbol, ayudó al chico a subir de nuevo a su caballo y emprendieron el camino de regreso al palacio...

Continuará...

La Bella y la Bestia (Leochitl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora