- ...Yo creo que lo que hiciste fue lo mejor. — habla Jerry. Me sentí algo asustado de lo que él podría comentar, pues aunque no me importara la opinión de otras personas, él ha sido un buen impulsor en mi vida. Me sorprende y alegra que diga eso. — Me gustaría decirte mucho más, pero no tenemos mucho tiempo, así que sólo te pediré que seas feliz sin importar qué. — Él me sonríe y yo le sonrío de vuelta. Lo abrazo y el ríe, noto cierto tono de ternura en su voz. — Esto es como abrazar a un ídolo. Muchas gracias.
- Gracias a ti. — respondo. — Probablemente arruiné tu programa por un tiempo...
- No, no te preocupes por eso, no me molesta bajar el rating del programa que prácticamente obtuve gracias a ti. Ahora creo... que deberías atender asuntos más importantes aún y aunque estoy de acuerdo con "hacer las cosas bien", tal vez ver a esa persona en estos momentos sea lo mejor. La alegría es efímera, ve y aprovéchala.
Asentí y le di un último apretón a su hombro, antes de que su maquillador apareciera.
☺︎︎
Corrí hacia el estacionamiento y saqué mi celular, esperando ver las llamadas de mi asesor, junto a las de Rose y el señor Park. Vi por lo menos cuarenta llamadas perdidas, pero ninguna era de él. Subo a mi auto y manejo lo más rápido que puedo; siento la adrenalina correr por mis venas, pues teniendo que ser un representante del país, romper las leyes no era algo habitual.
Hago el esfuerzo de devolver la llamada de Rose antes que nadie, asustándome un poco cuando casi cruzo un rojo.
- ¿Rosie?
- Jeon Jungkook, no debiste hacer eso. — dice, su tono preocupado y molesto. Sé a lo que se refiere y solo ahí recuerdo que ella no sabía de mí infidelidad. — Inventar una infidelidad de tu parte, no fue necesario para anunciar la ruptura de nuestra relación.
- Rose... Las palabras que dije ahí, todo fue sincero. Espero encuentres la felicidad y espero yo encontrarla también. Hay algunas cosas que omití conversando contigo hoy; prometo contarte todo pronto, pero ahora tengo que ver a alguien.
- Oh... — escucho. Pienso que está sorprendida y debe estarlo; creo que se dió cuenta de lo que hablaba, mas no dijo nada. — entonces haz lo que tengas que hacer y buena suerte. El señor Choi, el abogado con el que hablaste, dice que los papeles del divorcio estarían listos pasado mañana; solo te lo digo para alentarte.
- No sabes cómo me alientas... — digo con sorna. Siento que sonríe y guarda una risa.
- Por cierto — habla — la próxima vez, deberías llevar ese traje verde que tienes empolvando en el ropero. Creí que era tu favorito y no recuerdo haberte visto con él. — Río, pues mi traje favorito era el que llevaba puesto. Me sentía bien con él, pensé habérselo mencionado antes, pero creo que no lo recordó. — Cuelgo ahora, cuídate.
- Cuídate Rosie.
Me emociono cuando veo que solo estoy a dos kilómetros de su casa. Me pregunto el cómo estará y que pensará ahora de mí. Me preocupa el hecho de que no me acepte de vuelta y aunque tiene todo el derecho, espero no lo haga. Es egoísta de mi parte asumir que apenas termine con ella, yo cruzaré esa puerta y él estará esperándome con brazos abiertos; pero no puedo evitarlo. Kim Taehyung, es el alma más hermosa que ha pisado la tierra. Es un ángel que cayó en mi vida para mejorarla y hacerla brillar.
La palabra amor siempre pasaba por mi cabeza cada que lo veía. Mis ojos podría haberlo tenido escrito todo este tiempo y yo nunca lo reconocí viéndome en el espejo. Fui un estúpido y cobarde. Si hubiera una palabra más grande que amor, la usaría una y mil veces con él; espero y me dé esa oportunidad.
Mi asesor llama nuevamente y apenas contesto, miles de insultos vuelan hacia mi. No me molesto en tratar de ocultar que lo primero que le dije fue un claro "Váyase a la mismísima mierda". Seguramente tendría abogados llegando a mi casa pronto, confío en que Rose será capaz de ahuyentarlos a todos, al menos hasta que yo llegue.
Cuando bajo del carro y lo cierro con seguro, ya eran las ocho y veintitrés. Subo la escaleras, pues quiero hacer ejercicio además de claro, que no me siento merecedor de piedad. Golpeo mi cabeza cuando recuerdo que no le compré ni una flor. Mis palmas sudan antes de tocar el timbre de su puerta. Acomodo mi corbata y escondo ese pequeño nudo que siempre queda detrás; siempre luce limpia, cuando en realidad está mal arreglada.
La perilla gira y una bonita cabellera rubia se abre paso en la abertura pequeña sostenida por una cadenita dorada. Veo esos bonitos ojos chocolate asomarse hinchados. En muchos causaría asco o disgusto, pero en mí, causa ternura y preocupación. Pestañea dos veces y ninguno de los dos dice nada. Cierra la puerta y suelta la cadenita para ahora si, abrirla por completo.
Taehyung sigue usando esa playera gris grande que traía el sábado. Tenía un cigarrillo en mano y supe que estuvo fumando. Observé el departamento; estaba recién trapeado y el estropajo traía restos de huevo, supe que limpió recién. Mi pecho dolió, recordando el sufrimiento que le causé. Escucho como sorbe su nariz y alzo mi mirada. La mano que traía el cigarrillo, limpia su nariz y sus ojos están cerrados, tornándose rojos nuevamente a punto de llorar.
Me acerco de a poco, tratando de que no me empuje y no me eche de su casa. Cuando por fin estoy cerca, tan cerca que lo puedo oler, mis ojos también se ponen llorosos. Me arrodillé ante él y lo abracé. Llenaba de besos su pancita mientras él estaba estático con sus manos a los lados. Trató de empujarme y hacerme parar, pero yo no podía. Tenía que demostrarle de alguna manera que estaba arrepentido, que rogaba perdón y que lo adoraba. Cuando apreté aún más mi agarre en su cintura, el soltó el cigarrillo en su mano izquierda.
Comenzó a deslizarse hacia abajo, hasta alcanzarme en el suelo. Tomó mi rostro entre sus manos. Y me miró expectante.
Sabía que tenía que decir algo, incluso planeé un discurso para pedirle perdón; pero me ve de esta manera y todas las palabras se van de mi mente. Solo quiero besarlo y él lo ve en mis ojos.
Cuando él me besa, lloro aún más. Yo tiemblo bajo su tacto y él sigue besándome aún cuando lágrimas saladas siguen cayendo en nuestros rostros. Me siento feliz. Nos separo del beso y me entierro en el espacio entre su cuello y su hombro; respiro su aroma y no puedo parar de llorar. Sus dedos pasan por desde mi nuca, acariciando. Su gran prenda está empapada en su barriga y hombro. A él no le importa y se echa en el suelo conmigo encima.
Cuando lo escuchó hablar, un sentimiento nuevo llega a mi, cuando por fin puedo responder a esa pregunta que tanto tiempo llevo pensando.
- No me dejes ir, Jungkook.
Finalmente río, río como nadie nunca pudo, pues estoy desbordando felicidad sintiendo que a pesar de mis errores, pude conseguir al amor de mi vida.
- No, nunca, nunca jamás. Te amo. Te adoro, mi amor.
Y lo sigo besando. Ahora él llora y ríe, sé que es de felicidad y eso me llena también a mi. Reparto besos desde su cuello hasta sus párpados y me siento abrumado del cómo me siento con su respuesta, pero finalmente, no me ha decepcionado.

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𝐷𝑜𝑛'𝑡 𝑙𝑒𝑡 𝑚𝑒 𝑑𝑜𝑤𝑛.
FanfictionDonde Taehyung es el segundo y está conforme. ✈︎𝐷𝑜𝑛'𝑡 𝑙𝑒𝑡 𝑚𝑒 𝑑𝑜𝑤𝑛. ☺︎︎ Historia mía ☺︎︎ Historia corta / capítulos cortos ☺︎︎ Drama y romance ☺︎︎ KookTae ☺︎︎ Mención del RoseKook Primera historia de "Don't"; saga con historias KooktTae...