Sanji
Sábado y domingo, dos días que, sin darte cuenta, pasaban rápidamente. Ya era la cuarta semana se junio y el primer mes de nuestra apuesta con T/N estaba por terminar por un lado me sentía devastado por el simple hecho de que ninguna aprobación salía de su boca, pero por el otro...eso no importaba.
Prendí mi cigarrillo mientras me preparaba para salir a trabajar. Estos días eran aburridos hasta la hora de ver su rostro, sin embargo algo desde el lunes anterior no cuadraba en el rompecabezas. Deje escapar el humo de entre mis labios y aprecie por un momento las formas que creaban en el aire mientras repasaba mi información en mi cabeza.
Semanas atrás estaba extraña, el lunes se corto mientras "caminaba" por la calle, luego de ese día parecía normal, feliz, tranquila, como si nada hubiera sucedido y de la nada el viernes se "engancho" la venda con la perilla de la puerta, aunque claramente eso no era lo que parecía. Y el fin de semana su sonrisa era tan...brillante, pero opaca al mismo tiempo. No sabia como explicarlo, pero de cierta forma...ella sabia hacer ese tipo de cosas, no podías enterarte a simple vista de lo que pensaba.
"S-si. Si, estoy bien.", todavía recuerdo como se veía el miedo en su mirada al conectar sus ojos con los míos. Como tembló levemente su cuerpo al sobresaltarse por mi tacto, como sus ojos perdidos expresaban lo contrario a lo que decía, ella siempre te hacia dudar en que creer. Suspiré antes de tomar mis cosas y salir por la puerta hacia el ascensor.
Todavía me lamentaba en alguna parte de mi mente por escuchar su conversación a escondidas, pero de cierta forma hacia que todo lo que veía día tras día en sus ojos tuviera algo de que sostenerse. ¿Estaba preocupado? ¡Pues claro que lo estaba! No sabia si éramos amigos, pero éramos vecinos, vecinos que tenían una apuesta y se veían a diario. Todos tenemos nuestros problemas, hay secretos que uno nunca podrá decir y eso esta bien, pero ver esos ojos opacos que me gritaban una alerta la cual no podía descifrar hacia que me aturdiera.
Bajé por ascensor y subí a mi auto. Las concurridas calles por la mañana comenzaban a cansar, todo parecía tan cercano y lejano al mismo tiempo, últimamente sentía todo de esa forma, dentro de una película que miraba y vivía al mismo tiempo. Veía a la gente caminar rápidamente por las veredas y sentía que nada estaba realmente bien, pero tampoco estaba mal. Bajé del auto antes de tirar mi cigarro al suelo y pisarlo para que sus cenizas se apagaran.
Los días empezaban en dos momentos distintos. Podía ser cuando escuchaba su voz saludarme por la mañana en el desayuno, o cuando llegaba al "Baratie", y hoy empezaba de la segunda forma. Entré al ver que la puerta ya estaba abierta para los clientes y miré de reojo mi reloj para chequear que el tiempo no hubiera corrido como a menudo lo hacia, pero era la hora correcta... "Sanji, te necesito el lunes a las 6:30 para preparar las cosas del pedido especial", "Si, si, no te preocupes", "No te olvides", "Si, estaré allí. Pero ahora debo hacer algo", "Bien, solo ven temprano".
Abrí los ojos como platos al recordarlo y trague en seco antes de disponerme a entrar a la cocina preparado para lo que vendría. Abrí lentamente la puerta mientras tomaba aire buscando alguna excusa que me sirviera, aunque presentía que esta vez no lograría nada con eso. Entré preparado para una ardua batalla, pero no obtuve mas que su mirada y el silencio de la cocina por la mañana. No dijo nada, solo volvió a apartar la mirada para seguir cocinando.
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~Platillos que enamoran~Sanji y tu~
Misterio / SuspensoLa vida es tan monotona. Si tuviera la opcion de cambiar todo, lo mas probable es que lo haria, excepto una cosa, los platillos del "Baratie" ~Platillos que enamoran~Sanji y tu~ Una historia para que te emociones, te sonrojes y sientas que vuelas en...