Amor en el lago [kth + jjk]

005

Dos semanas más tarde.

—Te están buscando... —susurraba.

—¿La reina me está buscando? —fruncía el ceño Taehyung mirando ahora a Jungkook sin comprender el anuncio que estaba en el pueblo pegado en una madera.

. . .

Desde que a Jungkook se le había ocurrido que el príncipe Kim Taehyung escribiera su historia sobre una gran roca para que nadie la pudiera mover por lo pesada que era y nadie tampoco podría ocultarla del mundo, se hicieron cercanos, Jungkook se daba cuenta que el príncipe no sabía mucho de la vida exterior, le comenzó a enseñar algunas cosas básicas de casa, como cocinar y lavar. Taehyung en cambio le enseñaba a Jungkook cosas como, saber leer un reloj, matemáticas básica e incluso a escribir, aunque esto último seguía en práctica.

Durante estos días la herida de Taehyung iba mejorando por capas bastante rápido, todos los días Jungkook le hacía "curaciones", lavando su abdomen con agua de matico y luego secando con cuidado para después poner una venda nueva sobre la herida.

Al dueño de casa le quedaba poco alimento, entonces era hora de ir a comprar cereales y leche, además de azúcar y sal, al pueblo.

—Tae, tengo que ir al pueblo a comprar alimento, además tengo que vender pescado.

—¿¡Puedo acompañarte!? —preguntó con una sonrisa en grande el príncipe dejando la leña a un lado de la cocina. —Quiero ver el pueblo, por favor. ¡Nunca me dejaban salir del palacio! Y no conozco a las personas que voy a gobernar... —Tae hacía un puchero cerca del chico de cabello corto, el contrario le sonrió llevando su mano a su cabello, apartándole un mechón que cubría parte de sus ojos.

—Está bien, pero tendrás que ir cubierto. Algunas personas sí conocen tu rostro, si quieres hacer historia, tienes que ocultarte, Tae. —la mano de Jungkook posaba en la mejilla del príncipe quien se había sonrojado, nunca había recibido un gesto así, solo por parte de su madre cuando era pequeño, pestañeó y asintió con una sonrisa. Jungkook bajó su mano y caminó a una caja en donde tenía un sombrero, se lo entregó al príncipe y luego sacó una tela larga colocando esta alrededor del cuello de Taehyung. —Listo, con esto nadie te reconocerá, además iré con un sombrero parecido.

El dueño de casa se dirigió a una gran canasta que estaba al lado de la cocina, la tomó y se la puso a los hombros como si se tratase de una mochila, mientras Taehyung llevaba unas jarras de metal para la leche y unas bolsas de género para lo demás que tenían que comprar.

—¿Jungkook? —el mencionado le miró mientras caminaban hacia el pueblo. —¿Por qué no hay carne en tu casa?

—Sí hay, el pescado es una especie de carne.

—Pero me refiero a carne de vaca, de caballo o de cerdo, esas carnes.

—No me gustan. —respondió mirando esta vez al frente manteniendo sus manos en las telas que afirmaban la canasta de su espalda.