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La lluvia había parado, los pájaros cantaban nuevamente con un sol radiante a las afueras de la casa de Jungkook. El príncipe se removía de a poco, era un desastre durmiendo y lo sabía, pero más se dio cuenta cuando su pierna y brazo izquierdo estaban sobre el cuerpo del dueño de casa, abrió los ojos con cuidado y algo asustado de que el contrario estuviera despierto, vio aquellos detalles bonitos de su rostro, su nariz, labios algo secos pero brillantes, sus pestañas y la pequeña cicatriz sobre su pómulo.

De alguna forma, Taehyung no quería apartarse, no quería que ese momento terminara, quería detener el tiempo, pero no lo logró. Jungkook se removió dando a entender que estaba despertando, el príncipe en cambio fingió estar dormido para que no lo moviera.



—Mmh... Tae... —con los ojos cerrados el dueño de casa murmuraba y el nombrado no quiso reaccionar. —Tae... —el príncipe mantenía los ojos cerrados hasta que abrió uno de estos y soltó un grito al ver que Jungkook lo estaba viendo. —Me estás aplastando la cadera.


—Oh, lo siento, lo siento... —inmediatamente Tae reaccionó y se separó del contrario, intentó no volver a tocarlo así que se apegó bien a la pared para darle su espacio personal.


—Está bien. —rio el dueño de casa y a penas se separó, se sentó en la cama frotándose la cara con ambas manos para lograr despertar. —Buenos días. —aprovechó de decir ya casi despierto llevando una de sus manos al cuero cabelludo del príncipe dejando una pequeña caricia en este.


—Buenos días... —algo desconcertado respondió Taehyung e igualmente se frotó uno de sus ojos luego de recibir aquella caricia. Jungkook se levantó de inmediato y se fue al baño que se encontraba afuera de la casa, ¿Y esa caricia? Simplemente la ignoró y se levantó estirando sus brazos hacia arriba.


Ya el día comenzaba en el reino de Wasser, ambos muchachos se habían duchado y tomado desayuno, era un nuevo día para comenzar, lo más emocionante es que Tae lograría escribir en la piedra que estaba haciendo Jungkook. No tenía idea cómo lo había logrado, no era una piedra, pero estaba hecha de ella de alguna forma, el ingenio de Jungkook lo admiraba mucho y fascinaba.

Ya en los adentros del bosque se encontraban Jungkook y Taehyung, Tae con un papel en mano, que era prácticamente su borrador y Kook con sus manos embarradas de hacer tanto en la piedra.


—Listo Tae, yo tengo aquí la mezcla y tú irás escribiendo cuando la vaya emparejando, ¿De acuerdo? Si te equivocas podemos removerla, me di cuenta de que no se seca de inmediato así que descuida con eso, pero tenemos límite de producto, ¿Bueno? —hablaba mientras echaba de la mezcla a la piedra que había hecho y emparejaba con sus manos para que se le fuera más fácil escribir, además había hecho una especie de puente de madera para que el príncipe no se ensucia las piernas a la hora de escribir, ya que la piedra que había hecho estaba en el suelo y no de pie.


—De acuerdo, he entendido... ¿Podrías leerme mientras voy escribiendo? —le había entregado la hoja a Jungkook, pero hubo un silencio en cuanto el contrario la tomó. El príncipe con sus labios formó una pequeña "o" y se disculpó de inmediato en voz baja, Jungkook solo rio un poco y se la devolvió.


—No entiendo tu letra, es algo rara, pero de a poco iré aprendiendo, ¿No? —Tae al subirse con cuidado al pequeño puente asintió y con una rama delgada de un árbol comenzó a escribir de a poco. Era un texto algo largo así que debía de hacer la letra mediana para que todo cayera dentro de la piedra.

Amor en el lago [kth + jjk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora