𝙿𝙸𝚉𝚉𝙰 𝙲𝙾𝙽 𝙿𝙸𝙽̃𝙰

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Tres veces en lo que iba de la semana Leo había pedido pizza hawaiana, sinceramente no sabia mal para el gusto del latino, solo que a su novia le parecía una combinación algo... asquerosa.

— ¡¿Otra vez Valdez?! — preguntó algo enfurecida cuando llegó a la cocina.

— Vamos solo pruébala, te gustara si le pones salsa picante encima — optó su novio.

Él por su parte tenía una rebanada en la mano mientras que con la otra se apoyaba en la barra desayunado de mármol. Ambos se habían mudado a una casa cuando se graduaron de la preparatoria, algo triste para Jo, Hemithea y Georgina, pero los chicos necesitaban su espacio como pareja. Dedicaron todo un verano en buscar una casa que les gustara a ambos, recorrieron todo Indianápolis y nada pareció gustarles, fue que a finales de este ya con las ilusiones en el suelo, Leo se le ocurrió la idea de comprar un solar con una casa cualquiera y que ambos la renovarán para tener su casa soñada, la idea al inicio no pareció encantarle a Calypso, pero conforme mas lo idealizaba mas le gustaba. Pidieron ayuda con los planos a Annabeth, lo cual les costó varios dracmas en mensaje Iris desde su ciudad hasta Nueva Roma, pero cuando finalmente se pusieron manos a la obra ambos quedaron muy impresionados con su trabajo.

La casa era una maravillosa, era moderna pero conservando toques clásicos y estilo griego, tenía combinaciones de ambos y la propiedad era grande como para tener un inmenso jardín donde Caly cultivaba y plantaba todo tipo de flora, mientras de Leo tenía su taller subterráneo parecido al Bunker 9. Su casa era de dos pisos con tres habitaciones en la parte de arriba, como dormían juntos dejaron una para hacer algún tipo de estudio o algo así, aunque ambos siempre terminaban haciendo los deberes de la universidad en el livingston o en la cocina, de cualquier manera esa habitación tenía demasiadas cajas como para ubicarlas en algún otro sitio. En la tercera habitación habían hecho un GYM privado, antes de ir a la universidad hacían un poco de ejerció para mantener la forma y para que Leo presumiera su abdomen a su novia mientras ella se sonrojaba a mas no poder. Pero bueno, se preguntaran de donde salieron todos los fondos y lo que invirtieron en la casa de sus sueños, y aunque no lo haya preguntado se los diré de cualquier manera, pues al parecer Hefesto fue un poco muy considerado en dar capital a su hijo para su proyecto... Y porque Leo vendió un dracma del campamento por Internet ¡Pero eso no importa! Nadie se dio cuenta... que sepamos.

Regresando a la problemática de los enamorados, a pesar de que a ambos les gustaba cocinar, en temporada de exámenes eso era algo tedioso, generalmente la rutina de tiempo libre para esa semana mensual de estrés era simplemente llegar, darse una ducha y pedir comida a domicilio para pasar viendo Disney plus mientras Leo cantaba a todo pulmón una de sus célebres canciones.

Es obvio que no todos los días pasaba lo mismo, a veces simplemente estudiaban hasta quedarse dormidos sobre los libros para después en la madrugada acurrucarse el uno contra el otro. Hoy jueves después de que ambos llegarán a casa Leo se lanzó a dormir una siesta y Caly repaso varios temas para su examen del día siguiente, cuando su novio despertó ya eran las ocho de la noche y mientras ella se daba una ducha él pediría la comida, aunque Caly no contaba que otra vez una odiosa caja de pizza con piña estuviera en su cocina.

— No, sabrá peor — exageró — ¡Uy! Lo dulce de la piña y lo grasos del queso ¡Y todavía le quieres poner salsa picante!

— Pero no es cualquier salsa picante — Leo levanto el bote de cristal con el contenido rojizo dentro — Es salsa Valentina

Le puso el bote enfrente y Calypso lo apartó haciendo que Leo se ofendiera por eso.

— ¡Blasfemia! — abrazo su bote de salsa y le susurró — No le hagas caso, yo te necesito...

Calypso rodó los ojos y se acercó a la nevera para buscar otra cosa para cenar. Evidentemente no había nada y mágicamente no iba a aparecer algo.

Rendida ante esto suspiro pesadamente mientras recargaba su frente en la espalda de su novio.

— Bien... — dijo frustrada — Probare la pizza con piña

— ¡Yipii! — celebró.

Le dio una rebanada y le puso poca salsa sobre ella mientras Caly tomaba una lata de Coca-Cola del congelador.

— Tenemos que hacer el super, no hay nada para comer

— Iremos el viernes no te preocupes — le entrego la rebanar — Ahora ten, dale una mordida

No muy segura tomo el trozo entre sus delgados dedos y lo acercó a su boca, se detuvo un poco y al ver que no tenía opción la mordió.

La masa era suave y crujiente a la vez, el queso aún estaba caliente y se derretida con facilidad sobre su boca mientras que las especias de esta hacían que supiera bien, hasta que llegó el trozo de piña a su paladar. El dulce sabor de esta se centro demasiado... pero combinado con los demás ingrediente no estaba tan mal. El jamón dorado y la salsa hacían que se combinara en una extraña sincronía, algo raro pero no estaba mal.

— ¿Y bien? — preguntó Leo impaciente por saber cómo degusto su novia.

— Pues... — dio suspenso — no está mal — dijo simple.


— ¡¿Qué no esta mal?!

— No es lo mejor del mundo pero puedo soportarlo — dio un mordisco más.

— ¿Admites que te gustó?

— No me gustó — decretó — Solo no está mal

— ¡¿Eso que significa?! Soy hombre no entiendo indirectas, no me tires indirectas

— Solo no vuelvas a ordenar pizza con piña durante lo que queda del mes, okey amor — dejo la rebanada dentro de la caja y después de pasar una servilleta por sus labios dejó un tierno beso en la mejilla de Leo para después tomar su Coca-Cola y salir de la cocina.

— ¿O sea qué no te gustó?

One Shot [Percy Jackson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora