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— A partir de hoy, todos son ninjas — dijo Iruka con una sonrisa de orgullo luego de saludar a los que se hallaban en la sala — Para llegar a este punto, pasaron muchas pruebas difíciles y algunos retos. Pero eso no es nada. Lo que viene será mucho más difícil. Ahora son solo genin, el primer nivel ninja.
Hotaru escuchaba sin mucha atención en su asiento mirando aburrida hacía el exterior. Hacía dos días que la joven, junto a la mayoría de sus compañeros, había dado el examen de graduación y pasado, siendo ahora una ninja en formación. La pelinegra portaba con orgullo la banda reguladora sobre su frente, sintiendo una extraña sensación de confort al sentir el metal frío en su cabeza.
Tal vez, al ser una genin ahora sí sería considerada una persona de Konoha; no sería vista como una extranjera.
— Todos los genin serán agrupados en equipos de tres integrantes. Cada equipo será encabezado por un jōnin, o sea, un ninja de élite. — el sensei continuó y la sala comenzó a discutir y susurrar, todos muy ansiosos para conocer sus líderes y sus compañeros de equipo.
— Ya lo sabía.
Hotaru miró con curiosidad a Shikamaru quien se acomodaba en su asiento mientras soltaba un bostezo.
— Queremos que cada equipo esté balanceado en fuerza y habilidades, en eso nos basamos para seleccionarlos — continuó explicando Iruka, ignorando los murmullos de sus alumnos. — Ahora anunciaré los equipos.
Iruka-sensei comenzó a nombrar a los equipos y sus respectivos integrantes. Todos se hallaban expectantes en saber quienes serían sus colegas y muchos deseaban poder formar equipo con sus amigos. Y esta vez, Hotaru prestó atención para averiguar con quien compartiría equipo.
— Equipo cinco. Kai Namiashi... — un joven de cabellera rubia, brillantes ojos y sonrisa contagiosa miró expectante al sensei — Raiden Shimura... — el muchacho de pelo azabache, ojos miel y el más alto de la sala, frunció el ceño mientras ignoraba el saludo del rubio. — y Hotaru Sarutobi.
Las miradas de ambos muchachos anteriormente nombrados se posaron sobre la única fémina del grupo, la cual se la veía inexpresiva y mirando aburrida hacía sus manos. Ella parecía totalmente desinteresada con respecto a sus nuevos compañeros, pero, dentro de su mente, la joven intentaba recordar sus nombres y lo que sabía de ellos.
Kai Namiashi era un joven de estatura promedio, tez canela, cabello puntiagudo y ojos marrones con una mirada amigable y dulce. Su flequillo le enmarca ambos lados de su rostro y algunos mechones que cubren su característico lunar que tiene desde nacimiento en el cachete derecho. Él siempre fue muy simpático y amistoso, además de ser un gran parlanchín y conocedor de aleatorios datos. Hanako sabía que él era el hermano menor de Raidō Namiashi, un reconocido jōnin de la Hoja y guardaespaldas del Tercer Hokage. Recordaba las pocas veces que vio al adulto en la mansión del Hokage y había escuchado los rumores sobre él; por lo que asumió que Kai debía de ser bueno como su hermano mayor.
