Un concurso alteró a toda Corea. Si demostrabas que eras lo suficientemente fuerte para cuidarte a ti y alguien más podrías estar un mes con el Idol del momento Kim Taehyung, además de que si corrías con suerte podrías formar parte del duo que el Id...
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Después de aquel momento dónde Jimin se imagino mil y un formas de matar a ese imbécil retomó su camino, en el proceso recibió un mensaje de un número desconocido y tiempo después una llamada, era Bogum, le estaba hablando de esos celulares que no podían ser rastreados, compró aquel teléfono para proteger a Taehyung y a él, para que ese loco ya no supiera la ubicación de ambos chicos.
— No creo que sea conveniente, mi celular aún puede ser rastreado — Jimin se estacionó en un callejón esperando que la voz del manager sonará.
— Solo dile a Taehyung que te lleve a la casa del pingüino azul, él sabrá dónde es — Después de decir esas palabras la llamada finalizó. El de hebras rosadas no podía avanzar hasta que su preciado Idol despertará así que por el momento tenía que esperar en ese callejón, no parecía muy buena idea pero era la única opción que tenía.
Por lo mientras Park tomó su celular para mandarle un mensaje a su mejor amigo, avisándole que él ya no estaría más en su casa, ese lugar había quedado de muchas maneras menos habitable. Estuvo contando los minutos, fueron exactamente quince minutos en los que Taehyung estuvo inconsciente.
El Idol al despertar lo primero que hizo fue asegurarse que no estaba con ese maniático de máscara de conejo. Su respiración se estabilizó al ver a Jimin viéndolo, Taehyung no esperó mucho lanzándose a los brazos del de hebras rosadas empezando a llorar de nuevo.
— ¡L-lo siento demasiado! Te hicieron todos esos golpes por mi culpa, tu vida estuvo en peligro por mi culpa, soy el ser más miserable que existe, perdóname Jimin. — Las palabras de Taehyung sonaron enredadas, las lágrimas no dejándolo hablar bien, su abrazo se volvió un poco más fuerte, no quería que esto fuera algún tipo de sueño o imaginación.
— Hey Tae, tranquilo, yo sabía que este tipo de cosas podrían pasar y está bien, nada de esto fue tu culpa, se que tú nunca quisieras ponerme en peligro pero por ahora debemos movernos, Bogum dijo que debíamos ir a la casa del pingüino azul, ¿podrías decirme dónde queda eso? — Jimin se sentía feliz de que Taehyung lo estuviera abrazando así, de que estuviera preocupado por él pero no era momento para emocionarse por esas cosas.
Taehyung asintió, se sentó en el asiento de copiloto diciéndole a Jimin dónde debía dirigirse. La casa del pingüino azul era una propiedad que Taehyung había comprado hace muchos años bajo un nombre falso, nadie sabía de ella más que Bogum y él, la casa contaba con vigilancia pues era él lugar seguro de Taehyung.
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Perdón por irme tanto tiempo, espero que la actualización les guste.
