⚡ʀɪᴇꜱɢᴏ ᴇʟᴇᴄᴛʀɪᴄᴏ [ᴅᴇɴᴋɪ x ᴛᴜ]⚡

Cap 3 - ¿Una prueba? ¡Acabamos de llegar!

Todo el mundo se giró para poder verlo bien, no parecía que la gente se lo tomase muy en serio, ya que 5 segundos después continuaron hablando. 

- Menudo profesor que nos ha tocado... -

- ¡Tú, si tú!  - me giré - ¡Esto no ha quedado así ahora verás!

- Oh no, mierda... Bakugo sigue queriéndome matar... - pensé.

Se acercó, pero en un momento dado las explosiones que se creaban en su mano cesaron y él se sorprendió mucho.

- A ver... Todo el mundo, tranquilos...  Mi nombre es Aizawa Shota y mi don es el de borrar momentáneamente el de los demás... -

- El don perfecto para un profesor -

-  Mi nombre de héroe es Eraserhead, pero no me llaméis así... - nos dijo.

Nos explico algunas cosas importantes, como reglas que tenía la escuela y tal, después nos dijo:

-Sé que es un poco repentino, pero poneos estos trajes. -

Nos dio unos trajes deportivos para todo el mundo y nos dirigimos a un campo de entrenamiento.

- Haréis una prueba de evaluación de vuestra singularidad... - explico el profesor con desgana.

Todo el mundo se sorprendió mucho al oír eso, pensábamos que el primer día haríamos una sesión de orientación o algo por el estilo. Nos explicó que en la U.A. no había tiempo de hacer esas cosas inútiles, que teníamos que convertirnos en héroes. Dijo que haríamos unas pruebas físicas, pero que, a diferencia de la escuela, podríamos usar nuestras singularidades. 

 - Quien quede el último después de acabar todas las pruebas sería inmediatamente expulsado. - dijo el profesor.

- ¡¿QUEEEEEEEEEE?! - todo el mundo gritó.

El chico que tenía a mi derecha parecía muy preocupado, habíamos hablado un rato y me había explicado que todavía no controlaba su don. Se llamaba Izuku Midoriya.

Empezamos haciendo una carrera, yo usé mi don haciendo una pista de hielo para llegar más deprisa. El que más destacó en esa prueba fue Tenya Iida, un chico muy formal, educado y que lleva gafas. Después lanzamiento de pesas, en esa prueba no destaqué demasiado, hicimos 2 pruebas relacionadas con el salto y después de eso lanzamiento de pelota, yo usé mi kosei creando un géiser en mi mano para propulsar la bola y llegó muy lejos.

 En esa prueba Midoriya acabó con un dedo roto, porque no quería quedar el último. Pero el chico de ojos rojos se enfadó mucho con él y empezó a gritarle.

- ¡Oye tú, Deku! ¡Desde cuando tienes tanto poder, si no tienes ni una singularidad! - Gritó

Se disponía a ir a pegarlo, pero yo me puse en medio de los dos.

- ¿Otra vez tu pesada? ¡Te he dicho que te apartes de mi camino! ¡Eres una molestia!

- Mis principios me impiden dejar a su suerte a una persona que necesita ayuda - dije aparentando una falsa seguridad- y Midoriya ahora necesita mi ayuda. -

- ¡QUE TE CALLES! - Gritó mientras venía corriendo hacia mí.

Yo medité la situación con una mente fría y, justo cuando se disponía a pegarme un puñetazo combinado con una explosión, le empujé muchos metros hacia atrás con un chorro de agua muy potente.

Se levantó poco a poco del suelo, totalmente mojado y me miró con una mirada tan profunda de odio que podría haber intimidado a cualquiera. Pero yo no era cualquiera, tenía unos objetivos muy claros, eliminar a todo tipo de abusones. Cuando se disponía a hacer el contraataque, el profesor Aizawa, que llevaba un buen rato metido en un saco durmiendo se despertó  y nos castigó a Bakugo y a mí por "uso indebido de las particularidades y mal comportamiento"

Me tuve que pasar dos horas después de clase recogiendo y limpiando la basura de todas las clases, por suerte a Bakugo le pusieron otro castigo diferente, porque no habría soportado pasar dos horas con ese chico. Al acabar el castigo ya era muy tarde estaba agotada, así que salí de la U.A. arrastrando los pies. Aunque había conseguido alquilar un piso cerca tenia que coger un bus para poder llegar más rápido, pero a esa hora ya no pasaban frecuentemente y sospechaba que tardaría más esperando que en llegar a pie. Por si fuera poco, mientras cumplía mi castigo, el cielo se había nublado y amenazaba con llover. Sí, justo después de pensar eso se puso a llover.

- No me lo puedo creer, ¿puedo tener peor suerte...? Esta misma mañana han dicho por la radio que haría buen tiempo. - 

Pensé en sacar el móvil para pedir un Taxi, pero me acordé de que no llevaba dinero encima. Esto no podía estar pasando, era una persona muy desafortunada. Bakugo salió de la U.A. con un paraguas, se cruzaron nuestras miradas y fe fue riéndose de mi desgracia. Como odiaba a ese chico... Entonces lo vi, un chico rubio que iba a mi clase, habíamos hablado bastante durante el día. iba paseando mirando el móvil y llevaba un paraguas, era mi salvación. No me acordaba de su nombre, cosa que me avergonzaba ya que lo consideraba un amigo, así que le empecé a gritar por la calle.

- ¡EHHHHH! ¡CHICOOOOO! ¡SI TUUU, ESPERA! -

Llegué corriendo hasta él y le pregunté si me podía acompañar a mi casa con el paraguas.

- Pues claro (TN) ¿Hacia dónde vives? -  me respondió.

- ¿Vaya, te sabes mi nombre? - le pregunte con sincera curiosidad, me sorprendía que se acordase.

- Si jaja, has llamado mucho la atención hoy, tu don es una pasada y además le has plantado cara a Bakugo. Me estrañaria que alguien de nuestra clase  no se supiese tu nombre.

- Vaya, muchas gracias - me sonrojé un poco - Yo no me acuerdo de tu nombre, lo siento mucho. Pero me gustaría saberlo. - intenté arreglar la situación.

- Denki Kaminari, así me llamo.  -bromeó - Sabes  que vas a tener problemas de aquí en adelante con Bakugo, ¿no?

- Sí, lo sé. Ese chico está loco, pero me he hecho prometer a mi misma que protegería a los que no lo podían hacer por sí mismos así me da igual lo que me haga yo defenderé a quienes lo necesiten. Esta es mi razón para llegar a ser una heroína. -

- Muy noble por tu parte - dijo ríendose, yo también me reí -

Al ver esa sonrisa tuve un déjà vu, tuve la sensación de que a ese chico lo había visto alguna otra vez y me sentí realmente extraña.  Seguimos hablando hasta que llegamos a mi casa, me despedí de él con una sonrisa y él me dio las buenas noches.

- Así que Denki Kaminari eh... - murmure mientras abría la puerta.

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1075 palabras

Por fín una escénita con Denki eh... ya se necesitaba

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