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Con las pocas fuerzas que tenía, se puso de pie, no quería saber nada. Pero sabía que debía de hablar con Jeon y arreglar todo éste asunto. Aún con sus manos temblando, marco al número de su novio, y al instante la voz del nombrado se escuchó.

-¿Amor? ¿Qué pasa?-

-Te necesito...- y eso fue todo lo que dijo, antes de colgar.

Se dejó caer en el sofá a la vez que sonaba su nariz. Alrededor de unos diez minutos, la puerta fue abierta en un movimiento rápido, para después ser cerrada al instante, corrió de inmediato y se arrojó a los brazos de Jeon llorando con fuerza.

-Jimin, amor ¿Qué sucede? ¿Qué fue lo que te hizo tu padre?-

-D-dime que esto es mentira, y estaremos bien. Por favor Kookie...-dijo mostrándole el papel.

Jeon lo tomó, y frunció su entrecejo viendo detalladamente aquella estupidez.

-Bebé, escúchame.- tomó ambas mejillas del menor secando las lágrimas que seguían cayendo.- Nada de esto es verdad, sabes que yo siempre he sido sincero contigo, mi amor. No creas nada de lo que tu padre dice, él lo único que desea es vernos separados, pero no lo voy a permitir.-

-¿Enserio, Kookie? nunca me vas a dejar por alguien más, ¿verdad?-

Jeon lo abrazó con fuerza, y besó la cabellera negra.

-Jamás lo haré, nene. Eres mi todo, y no estoy loco para dejarte ir así nada más. Llora, desahogate todo lo que quieras cariño, que aquí estoy para ti.-

-Te amo demasiado, jamás imaginé que mi padre fuera hacer algo como esto.-

-Shh, tranquilo cariño, todo estará bien. Hablaré con tu padre y aclararemos esto de una vez por todas. -

-Pero...-

-Sin peros, amor. Yo iré personalmente y hablaremos, si quieres quédate y descansa.-

-No, iré contigo.-

-Como gustes, amor.-

-Y entonces... ¿Esto qué significa?-

-Es falso, nada de lo que está escrito en ese jodido papel es verdad. Así que no te preocupes, nene, que con el único que deseo tener hijos es contigo.-mencionó, besando los labios de Jimin, quien le siguio al instante.

Sus bocas se movieron suavemente, Jimin gemia por lo bajo al sentir las manos de su novio colarse bajo su sudadera gris. Amaba sentir el como Jeon lo acariciaba con delicadeza, causándole escalofríos.

-Iremos algo tarde, por ahora solo quiero disfrutar de ti.-

El mayor desabrochó el pantalón de Jimin, para seguido sacar la sudadera y tirarla a un lado. El cuerpo del pelinegro era una tentación demasiado grande, y joder él solo quería besar y marcar cada centímetro de aquella suave piel.

-Vayamos a la habitación.-

Y esa fué la señal para que Jeon lo llevara hasta la habitación, mientras repartía suaves caricias por todo su esbelto cuerpo.

Porque hoy Jeon lo amaría, y le haría olvidar hasta su nombre.



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⚘ Daddy ➯ 𖥲 KM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora