FAKE PROTAGONIST

3|

"Crazy Day"

—–————————————————

———

.

Los sueños son el resultado descabellado de situaciones o acontecimientos sucedidos o no en el transcurso de la vida de cada persona que la mente recicla y desecha mientras tu te encuentras en la casa blanca de Transilvania tomando el té con tu tía Raimbow Dash y Christian Grey como tu mayordomo.

Cada sueño tiene un porqué y eso tu cerebro lo sabe ya que el es parte causante de lo que sucede; esto confirmado por la gran mierda de perro que acabo de pisar.

No, esto no necesita explicaciones, la mierda me ha dado otro punto de perspectiva hacia mi vida, me a enseñado por completo que aunque mi vida luzca como su gemela recién hecha, siempre puede mejorar... Tampoco me refiero a que vendrán cosas buenas, más bien hago referencia a que mi vida puede llegar a ser más mierda de lo que parece, nunca la subestimes.

Sabía que soñar con perros como regalo de navidad de mi compañera de cuarto no significaba nada bueno.

Añado mentalmente mientras observo con asco mi calzado con la imitación aberrante y apestosamente hedionda de una crema de maní con chocolate debajo.

Oh por dios apuesto a que este también tiene nueces.

—Que puto asco.

Maldita sea la hora en que escogí ponerme de digna con Jess.
Bueno, estaba ahí el noviecito de ella, para acabarla de cagar él era quién me aludía por que le permitiera llevarme a la escuela. Creo que no entendió mi mensaje anterior.

¡A quien engaño! Jess ni siquiera respiró el aire que compartía con ella.

Tuve mis razones.

No pienso relacionarme otra vez con ese imbécil.

Sé que anteriormente dije que la escuela estaba cerca. Pero, vamos, cerca no son dos pasos vuelta a la esquina y ya está.

Mi estupidez me ha cegado y ya no sé ni quién soy.

—Llegaré tarde, dios, llegaré tarde y me van a castigar.

Mi cuerpo se mueve sin siquiera pedir mi permiso, mis ojos buscan entre el césped la forma de deshacerse de esa masa repulsiva pegada en mis zapatos. Ante la desesperación mi bolso casi abierto se toma el derecho de vomitar todas mis cosas justo cuando estaba inclinada borrando efervescentemente la mierda, estas pasan por encima mío y ¿adivinen qué?

Se retuercen, se deslizan, se orgasmean, lo gozan, se llenan de placer en aquella maldita popó aguada.

¡Jodidos productos inútiles mente propia!

A este paso mi apariencia de chica intelectual y alivianada de hace media hora se ha de haber ido por el caño.

—Necesito—con una fuerza de voluntad tan grande como mis ganas de matarme en esos momentos, tomo con delicadeza absoluta mi celular que por suerte no había caído en una parte lamentable, abro mi agenda y entre mis primeros contactos aparece Jess, me abstengo de llamarle y en su lugar hablo con Emi.