One-Shots (The Blacklist)

One Shot #6

El viaje

Advertencia: Amistad

Donald Ressler x Raymond Reddington

Aquella tarde Donald Ressler se encontraba en su departamento listo para salir en una misión encubierta que está cerca de Washington DC.

Iría con su compañera a la cual en un principio desconfiaba pero después de conocerla mejor cambio su forma de tratarla y se fueron haciendo amigos.

Salió de su departamento dirigiéndose al ascensor en él estaba saliendo una señora así que no tuvo que esperar mucho.

Entro para después apretar el botón para bajar. Solo tomo como 1 o 2 minutos estando ahí para poder tomar rumbo a la salida de los departamentos.

Estando fuera del lugar busco su coche para poder buscar a Keen y después ir a Baltimore. Donde se encontrarían con un testigo para atrapar a un nuevo Blacklister el cual esta vez era escurridizo.

Se trepó en el coche para conducir a casa de Liz Keen.

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Llegó a casa de su compañera no quiso bajarse del auto para no perder tiempo así que le marcó al móvil.

En esos momentos que marcó contesto el teléfono.

—¡Hey! Soy Donald quería avisarte que ya estoy en tu casa para que salgas y vayamos a la misión que Cooper nos recomendó que hiciéramos—dijo mirando el lugar meramente vacío sin mucho movimiento.

—lo siento Ress no podré ir tuve una pelea ya sabes con Tom y no tengo ganas para ir—escuchó a Liz con la voz entrecortada como si se hubiera pasado llorando toda la tarde.

—no importa liz si quieres puedo pasar de largo y no ir para poder ayudarte con Tom y que se arreglen la cosas—le notificó con preocupación y de cierta forma con duda ya que el matrimonio de ella se estaba yendo al demonio.

Y aún así prefería estar en su trabajo que con su familia a la cual espero para tener después de su supuesta muerte. El cual causo controversia con el equipo pero aún así seguían unidos.

—antes de que vinieras hable con Reddington para que vaya contigo y así conseguir mas pistas sobre el caso—fue lo que respondió antes de colgar el teléfono.

Ressler no pudo mas que maldecir en voz baja odiaba sentirse tonto cuando Reddington estaba presente siempre haciendo bromas o molestándolo.

Recibió el mensaje de Liz donde vería a Red Reddington.

Arrancó el coche para ir directo a la casa segura de su enemigo al cuál odia.

Después de una hora y media llegó al lugar donde Reddington se estaba quedando. Una mansión color pastel es lo que sus ojos azules captaron con una fuente en la entrada.

Desde afuera podía ver el Mercedes Benz que Dembe conducía.

Se tuvo que bajar de su auto ya que no contaba con el número de ninguno de ellos.

Llegó a la reja en el lado izquierdo había un timbre así que lo tocó para que notaran su presencia.

Espero paciente unos minutos cuando escucho los pasos de alguien, tenía la mirada baja no notó quién era la persona hasta que vio sus zapatos negros bien lustrados se dió cuenta que alguien estaba ahí.

Alzó la mirada para encontrarse con unos ojos verdes que lo miraban burlonamente. Los cuales siempre lo dejaban en ridículo ya que todo sabía aquél hombre que solo Keen soporta.

—Donald querido, pasa ¿por qué llegas tan tarde mira la hora qué es? son 7:30 saldremos con tráfico a nuestra misión— canturreo de manera alegre y al mismo tiempo con burla ya que Red siempre solía tener un as bajo la manga nunca sabías que se le podía venir a la mente.

El abrió la reja para que pasara al lugar y poder entrar en la casa. La cual veía muy bonita con un jardín bien cuidado y el lugar parecía un palacio.

Ressler le agradeció el gesto pero tuvo que decirle que tenían prisa ya que no tenía ganas de pasar conduciendo toda la noche.

Red le contesto que esperé unos minutos porque tenía que buscar su sombrero y decirle a Dembe que ya se iban.

Donald lo vio ir a la casa la cual desde afuera se veía hermosa y por dentro también lo estaría, Reddington siempre solía elegir las mejores cosas que estaban a su gusto.

Espero paciente en la entrada mientras pensaba en la vida de sus amigos/ compañeros. Liz estaba casada con Tom tenían una hija en común y Aram salía con Samar desde hace unos meses después de la muerte de uno de los socios de Reddington.

Cada uno de ellos tenían una vida feliz y amorosa con las personas que amaban. Ressler en cambio desde la muerte de su prometida nunca volvió amar a ninguna mujer.

Sus pensamientos terminaron al ver a Red salir con el sombrero puesto, su mirada está seria. Al llegar donde está Donald le notificó que ya estaba listo para el viaje.

Ambos entraron al coche el conduciría porque sabía el lugar que su jefe les encomendó ir.

Los primeros minutos fueron tranquilos hasta que Reddington se le ocurrió hablar sobre algo que le preocupa sobre el nuevo criminal en la lista negra.

Era insoportable para él escuchar su voz así que encendió el estéreo para no oírlo y poder mantener su paciencia intacta.

Una hora pasó cuando vieron el lugar al que irían se encuentra al norte de la ciudad de Maryland.

Llegando a su destino estacionó el coche en el estacionamiento.

Antes de apagarse se fijo que era la casa del testigo del nuevo caso.

Al abrir la puerta no se dió cuenta que una mano la volvió a cerrar.

Su rostro se dirigió al hombre que la cerró el cual tenía una mirada burlona.

Vio como sus labios se curvaron en una sonrisa para después decir que todo era una broma que no existía ningún problema y que todo había sido planeado para que Raymond y él pasaran el tiempo a solas para llevarse mejor y dejar de lado la hostilidad de Ressler hacia el.

Donald se quedó sorprendido con lo que escucho todo fue una broma sabía muy en el fondo que Reddington, es insoportable pero que llegará al punto de querer ser su amigo. Ya era otra cosa aún que pensándolo bien el siempre lo trato diferente, todos en el equipo a pesar de que sabían que es un criminal lo tratan bien.

En cambio Donald Ressler le mencionaba sus planes riesgosos y su manera de ver sus errores. Que igual hacía sin pensar en las consecuencias desgraciadamente los 2 tenían puntos de vista diferentes y eso arruinaba todo.

Después de pensarlo acepto que era mejor hacer las paces con Raymond Reddington y darle una oportunidad de hacer una tregua para dejar de lado esa hostilidad hacia el.

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