One-Shots (The Blacklist)

One Shot #14

No te amo

Raymond Reddington / Donald Ressler:

Advertencia: dolor

Mi relación con Donald durante 4 años fue la mejor, éramos la envidia, todos pensaban que nosotros estaríamos juntos siempre, nos casaríamos y tendríamos hijos pero eso nunca sucedió.

Nunca tuve en cuenta que el me engañaba con su ex novia a la cual el ya no amaba como decía.

El día de nuestro quinto aniversario no llego a casa ni siquiera me mandó un mensaje de felicitaciones por nuestro día.

Se la paso trabajando según sus propias palabras era clasificado y lo entendía pero igual podía ser mentira para estar con su ex.

Así paso el tiempo mi amor por él cada día se estaba acabando y a el parecía no importarle que ya no estuviéramos juntos.

Un día llego a casa frustrado por algo que yo no entendía hasta que lo vi recibir una llamada fue que se relajo.

Se acercó a mi para decirme algo con indiferencia.

—Gabriela saldré un momento no me esperes para la cena tengo trabajo—solo dijo eso para después coger su saco negro y salir del departamento el que alquilamos juntos.

Suspiré siempre era lo mismo, por mi parte también iría a trabajar en el café en el que nos conocimos que cada día se sentía diferente.

                                   ***

Estaba terminando de atender a un cliente cuando un señor con un sombrero llego para pedir un café. Cuando terminó de pedir su orden y pagar se le acordó algo.

—Usted debe ser la novia del agente Ressler, ¿Cierto?—inquirió con una sonrisa sincera sin apartar su mirada.

Me quedé muda como sabía aquel hombre quien era mi novio y lo más importante ¿De dónde lo conocía?

—si, bueno ni siquiera debería considerarlo mi novio si nunca está conmigo—respondí con tristeza en mi voz sin saber que más decir.

Lo vi querer decir algo pero llego su pedido y se lo di, antes de que se marché me hablo.

—si quiere cuando termine su trabajo podemos hablar sobre él si te parece—me aseguro guiñándome un ojo después se marcho.

Mi día paso rápido a las 6 de la tarde estaba saliendo de la cafetería cuando un hombre moreno se acercó a mi diciendo que lo acompañe. Tenía dudas pero recordé que el hombre con el sombrero quería hablar conmigo y lo seguí hasta un auto negro.

Me abrió la puerta para que entré y lo vi estaba sentado tal vez esperándome.

—entra querida no tengas miedo solo daremos un paseo, confía en mi—me aseguro golpeando el asiento desocupado.

Entre con pena a aquél lujoso auto mientras, Donald tenía su camioneta, yo siempre venía en taxi a mi trabajo y me quitaba del mismo modo.

Tal vez pasaron minutos o segundos cuando volvió a hablar.

—recuerdo que dijiste que el agente Ressler no lo consideras tú pareja, ¿Por qué?—preguntó mirándola fijamente a través de sus lentes de sol marrones.

Ella estaba dudosa si decirle a un completo extraño su situación amorosa que a fin de cuentas no debía importarle.

—¿De qué conoces a Don? No me has dicho ni siquiera tú nombre porque debería responderte—quiso saber Gabriela cruzando sus brazos.