Sucesos inesperados

Ese es tu nombre

CAPITULO 20

TRES MESES DESPUES

Si si si si

No podía dejar de saltar de un lado para otro en mi habitación, estaba tan feliz que creí que podría llegar hasta volar, hasta que di un mal salto y termine tirada en el suelo.

Deberías tener más cuidado –escuche a mi madre que estaba parada en la puerta observándome en el suelo-

-la mire ruborizada y sonreí mientras me sentaba en el suelo-

Supongo que todos tus saltos no son por inconformidad o disgusto o ¿me equivoco? –Negué aun sentada en el suelo-

Entonces me imagino que aceptaste la propuesta de tu padre –siguió parada en la puerta esperando mi respuesta-

-Me puse de pie y me senté al borde de la cama la mire y asentí, sabía que sería una situación tensa ya que mamá cada vez que escuchaba algo relacionado con dejarla se encolerizaba-

Okay –asintió y serró la puerta de mi habitación dando un fuerte portazo-

Sé que a ella le dolía pensar que me iba a marchar, siempre que toque el tema se ponía a la defensiva y yo terminaba olvidando mi idea. Pero esta vez no sería así ya estaba muy decidida me iría a vivir con mi papá no solo porque lo extrañaba demasiado, sino porque también me estaba dando una grandísima oportunidad y esta vez ante pondría mi felicidad antes que los demás.

-Salí a caminar tomando la dirección del café donde íbamos con frecuencia con las chicas, al llegar pude observar a Diana, Antoni y Damián me les acerque rápidamente y me senté en la silla vacía-

Hola –saludaron todos-

Hola –les respondí-

¿Cómo estas Alex? –Pregunto Diana mientras tomaba la mano de Antoni-

Excelente –sonreí ampliamente-

Wow –exclamó Damián- ¿Por qué tan feliz?

Es que… Bueno no les quería decir todavía porque era una sorpresa. Pero no aguanto…

Dale dinos –dijo Antoni-

Me iré a vivir con mi Papá y ya me tiene un trabajo asegurado en la empresa donde trabaja –Los mire ansiosa-

Que estupendo –Diana salto de su silla y me abrazo fuerte-

Te felicito –dijo Antoni y me sonrió amplio mientras le ofrecía su brazo a Diana que se acomodaba de nuevo a su lado-

Que bien, es lo que querías, no –dijo Damián mientras se ponía de pie y se alejaba hacia el baño-

¿Qué le ocurre? –Pregunte mientras miraba a la linda pareja-

¿Tú que crees? –dijo Diana-

No tengo ni idea y prefiero quedarme con la duda –me puse de pie dispuesta  a marcharme del lugar pero el cuerpo de Diana me detuvo, estaba parada frente a mí-

Deja de estar huyendo

No lo hago, simplemente tengo que ir a empacar –me hice a un lado y salí del local-

Casi llegaba a mi casa cuando hoy una fuerte bocina a mi lado, gire para ver quién era y me encontré con Damián en una moto grande y fabulosa, mi boca quedo totalmente abierta al verla.