¿Era aquella visión real?
Despertando de un sueño, ella, tan lúcida como pocas mañanas, vio desvanecerse el umbral de las rutas que siempre la conducían a los miedos que guardaba muy adentro.
¿Qué era realmente ese sentimiento?
La sensación de que a veces en cuestión de segundos (o sueños algo inconclusos) se pueden acostar nuevamente todos los desengaños que nos arropan y nos opacan, dejándonos vivir ese oasis cercano en el que nuestras alas aprenden finalmente que volar solo da miedo para quienes piensan que el cielo no puede ser su hogar.
Es por eso que en medio del sueño, ella, cuyo nombre reconocería al momento de leer estos versos, vio que había algo más allá de la oscuridad en la que vivía sumergida de hace tiempo atrás, y que todas esas fantasías que se abrían como escaleras de espirales infinitas, la llevaban hacia el jardín de los nuevos tiempos...
Donde ella escucha una canción de paz en el viento.