CAP 5 «EL CIELO COMENZÓ A LLORAR»

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(Regreso a las clases)

Jin comenzó a caminar lo más rápido posible, para no llegar tarde a su clase. Pasando por la oficina del director miro un poco, necesitaba saber si se encontraba, "solo era curiosidad". Cuando de reojo lo miro sentado analizando unos documentos que tenía en las manos el Director Kim.

Jin tragó saliva, sabía que no era correcto sentir amor por él y mucho menos sabiendo que era el mejor amigo de su padre, aun así, qué podía hacer contra de su lobo que cada vez más lo atraía hacia él.

Deseaba entrar para saludarlo, pero Jimin llegó corriendo junto a él. Jin reaccionó y dejó sus pensamientos de lado, para dirigirse a su aula. Jimin siguió corriendo hasta llegar a la suya.

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Kim Namjoon (29 años)

Director de La Universidad de Corea Privada ubicada en Seúl. Es la escuela más prestigiosa del País, Namjoon ayudó a sus padres a fundar, y actualmente se encarga de ella. Es de su propiedad y sus padres no necesitan las ganancias de la Universidad. Los padres de Namjoon siempre están recorriendo el mundo, hace apenas 6 meses que los vio, pero decidieron ir a Colombia, un país muy alegre.

No nació en cuna de oro, pero se esforzó junto a sus padres, para llegar a una buena posición económica.

El Alfa tiene todo para formar una linda familia, pero a él no le importa el amor, no le da ilusión tener una familia. Su hedor es de madera quemada y árbol, que te consume, como si de un cigarro se tratase con un toque de humedad penetrante.

Namjoon siempre le tuvo cariño a Jin y muy en el fondo sabía de sus sentimientos, pero no quería aceptarlo. Desde muy pequeño le habían gustado las Omegas mujeres, su cuerpo, su cintura, la forma de hablar dulce y chillona. Jin era demasiado lindo ante sus ojos, pero no quería iniciar el capricho Jin, solo tenía que esperar a que se le pasara. Tuvo muchos amores en el pasado y eran muy saludables pero solo era para las noches, no quería nada más.

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Namjoon miro el espejo, era un sistema muy básico pero eficaz, colocar un espejo al lugar que quieres observar sin moverte en lo más mínimo, observar a través de él. Noto a Jin observar por la ventana y siguió con sus asuntos esperando a que se fuera.

Cuando volvió a mirar pudo notar que ya no estaba, le alegró, pero también sintió un vacío que fue difícil describir.

Vamos Jin se nos hace tarde —dijo Jimin algo sofocado.

Namjoon los escuchó y siguió con sus asuntos, sin mirar nuevamente el espejo. Entre cerró los ojos y llamó a su secretaria.

—¿Si, que se le ofrece?

—Haz espacio en mi agenda de las 6 a 9 de la noche.

—Hoy no es posible. Tiene una junta con los Subdirectores de las respectivas áreas, es necesario comenzar con las actividades y horarios —Dijo la secretaria algo preocupada.

—No importa, posponla. Tengo algo importante que hacer hoy.

—Como diga —Se inclinó para despedirse.

—Una última cosa —Dijo Nam antes de voltear con la Secretaria—. Llama a Kim Seok Jin.

—Por supuesto —La secretaria salió.

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—¿¡QUÉ TE PASA!? —Dijo Jeon apartándose rápidamente de las firmes manos de Tae.

—No, fue mi intención —Trato de tranquilizarlo—. Desde que te vi me gustaste, lo siento.

Jeon bajó del auto y trató de saber que había sucedido, sus pensamientos se adueñaron de él, su lobo le correspondió, ¿por qué lo había hecho?, ¿Qué le pasó en ese instante?, demonios se acaban de conocer ¿Por qué pasó algo así?, su mente vagaba y su cuerpo temblaba, se cuestionaba y no podía dejar de pensar, se sostuvo de la camioneta para evitar caer, cuando sintió unas manos rodear su cintura y susurrar en su oído

—Está bien, lo que pasó fue destinado y tú serás mi Omega.

Jeon no opuso resistencia, su lobo no lo dejó. Volteo lentamente hasta volver a mirar esos ojos de miel que miro hace unos minutos, dejo de pensar y se colocó ambas manos la cara, Tae sin dejar de sujetar su cintura, lo sostuvo con una sola mano firme y con la otra quitó las manos de Jeon de la cara, se acercó a él y dio un suave beso en la mejilla provocando que cerrara los ojos, al abrirlos Tae le sonrió.

—Me puedes decir ¿Por qué hiciste eso? —Dijo Jk aun en los brazos de Tae y con voz baja.

—Ya lo dije, quiero que seas tú ahora, mañana, tal vez para siempre.

—Por favor, se mas especifico —Dijo aun sin mirar a Tae.

—Quiero salir contigo.

—¿Y qué pasa, si no acepto?

—Tendré que encerrarte en prisión, por robarme el corazón y matarlo —Dijo con una sonrisa—. Pero sé que aceptaras, porque puedo sentir tu cuerpo temblar.

—¿Te han dicho que eres un engreído? —Dijo sonriendo.

—Claro que sí —dijo mirándolo a los ojos y dándole un leve y suave beso en la frente—. ¿Y a ti, te han dicho que pareces un conejo con esos ojos tan hermosos?

—Ya, basta —Dijo tratando de mirar a otro lado—. Bien, salgamos, pero a cambio, tu manejas.

—Algo más, conejito —Dijo Tae mientras sujetaba suavemente el brazo de JK.

—Basta, no me llames así.

El pasado de Jeon fue duro, pero lo supo superar, algo en su interior le daba mucho miedo, un miedo indescriptible, tal vez era a quedarse solo nuevamente. Pero en el momento que miro a Tae bajar las escaleras a lado de Jimin, le dio paz y sonrió al verlo sonreír. Algo que jamás le había sucedido, como si de un reencuentro se tratase, mirándolo con cariño, deseaba sonreír a lado de ese chico en tranquilidad. Cuando miro que se dirigían hacia él, sintió las piernas temblar, pero logró tranquilizarse y actuar con normalidad.

Las manos le comenzaron a temblar en el momento que lo miro por el retrovisor. Jk definitivamente tenía una unión con aquel chico, como si lo conociera de toda la vida y era capaz de darla por él.

¿Acaso había renacido y se habían vuelto a conocer en esta vida?, no lo dudo, porque así es como se sentía.

—¿Por qué no?, es un apodo perfecto para ti, mi pequeño conejito —Dijo Tae mientras jugaba con sus cabellos bien peinados, deslizando sus dedos en ellos.

Una suave, pero calurosa lluvia comenzó. Tal vez al fin habían renacido esos dos ángeles que murieron en una guerra santa, luchando y unidos hasta su muerte, aquellos que prometieron reencontrarse en su siguiente vida.

El cielo no pudo con aquel amor que floreció que aun sin nada, lograron reconocerse con solo una mirada, que comenzó a llorar.

ͨ

•MI ENTRADA AL INFIERNO•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora