Un Mundo Cruel (HashiMada) [Traducción] <Peppermint_Cat>

Capítulo 2: Inicio (Hashirama)

El sol brillaba sobre la tierra. En días como este, la nación del fuego realmente estuvo a la altura de su nombre. En el pasado, a Hashirama Senju siempre le habían gustado los días calurosos de verano. De alguna manera lo llamaron. Le exigieron que abandonara este edificio y encontrara un lugar maravillosamente sombreado debajo de un árbol. Sienta el viento soplar, escuche el gorjeo de los pájaros. Eso sería simplemente como un sueño.

Desafortunadamente, no pudo hacer eso. Tenía que sentarse dentro de la torre del Hokage. Su oficina se estaba calentando y la tela de su bata blanca tenía demasiadas capas gruesas. ¿Cómo se suponía que iba a hacer todo el papeleo, si primero lo dejaban sudar hasta la muerte? Cerró los ojos y dejó escapar un largo suspiro. De vuelta a la realidad. Miró el pergamino en su escritorio que su hermano le había traído unos minutos antes sin decir una palabra. Su estado de ánimo se ensombreció, lo que rara vez sucedía.

- ¿Cuál es tu decisión, hermano? - Tobirama rompió el silencio y lo miró. Sus ojos estaban llenos de expectación. Esperó la aprobación de Hashirama. Como si fuera una elección tan fácil que se le presentó.

- No estoy seguro de esto, Tobirama. Yo... tengo que pensar en eso primero - Hashirama respondió sin rodeos. Creía que mentir no podía llegar muy lejos y quería ser honesto sobre sus sentimientos con su hermano menor.

Tobirama tenía una expresión de desconcierto en su rostro. No creía lo que acababa de decir su hermano.

- ¿Qué hay que pensar? Los ancianos ya lo aprobaron - Tobirama replicó, mientras se cruzaba de brazos y lo miraba aún más confundido.

- Simplemente no me sienta bien en este momento. ¿Por qué tienes que desafiarme sobre esto?

- No seas tan dramático, Hashirama. Esta es una oportunidad para formar una alianza poderosa para Konoha. ¡Eres el Hokage, una figura política! ¡Actúa como tal y haz lo que sea mejor para tu aldea! - Tobirama respondió con una voz fuerte, claramente molesto por la vacilación de su hermano. Había tocado un nervio.

- ¿De verdad crees que no quiero hacer exactamente eso? - la pregunta de Hashirama fue inesperadamente tranquila en comparación con la antigua acusación de su hermano.

Estaba decidido a no dejar que esto se saliera de control. Miró a los ojos rojos de su hermano y sonrió con tristeza.

- Sé que te preocupas por Konoha, Tobirama. Estoy más que feliz de que lo hagas. ¡Pero yo también lo estoy! Solo déjame tener tiempo y pensar en la propuesta. Eso es todo lo que te pido.

El ceño fruncido de Tobirama desapareció y miró al techo.

- Supongo que tengo que hacer eso - suspiró derrotado. Nada del tono antagónico de antes quedó para el deleite de Hashirama -. Pero prométeme que no tardarás mucho - dicho esto, se dio la vuelta para salir de la habitación.

- ¡Haré lo que pueda, pero no prometo absolutamente nada! - Hashirama gritó en broma. Una sonrisa de todo corazón se formó en su rostro, a pesar de que su hermano ya no podía verlo. Escuchó un gemido molesto que venía del pasillo, pero en realidad sabía que Tobirama ya lo había superado y solo quería actuar con dureza. Esa fue la forma, cómo reaccionó su hermano pequeño cuando se enfrentó a la energía demasiado positiva de su hermano mayor, pero a Hashirama realmente no le importaba. Estaba contento de que no se separaran de la tensión no resuelta entre ellos. Las discusiones con su hermano siempre lo hacían sentir incómodo. Le trajo cosas que quería dejar en el pasado, donde pertenecían.

Tobirama era mucho más calculador que él. No era un rasgo intrínsecamente malo, ni siquiera útil en algunas situaciones, pero era la razón principal por la que sus ideas, cómo se debía ejecutar Konoha, chocaban la mayor parte del tiempo. Tobirama tenía este lado muy pragmático que mostraba a menudo, cuando no estaban de acuerdo en algo. Sobre todo en política. A Tobirama no le gustó, cuando su hermano mayor dudó en actuar solo por un presentimiento. A Hashirama le recordaba mucho a su padre Butsuma. Hashirama siempre se sentía mal, cada vez que esta comparación cruzaba por su mente. No fue justo. ¿Por qué la sombra oscura de su padre todavía se cierne sobre la cabeza de su hijo incluso años después de su muerte?