Corazón de la oscuridad.

Capítulo 24 - ¿Por qué estás conmigo?

"¡Alina, Alina!" Sasha gritó, tratando de llamar mi atención, su pequeña y delicada mano se aferró a la pantorrilla de mi pierna, tirando insistentemente mientras rebotaba emocionada sobre sus pies. "Sí, moya kroshka", respondí distraídamente, vertiéndome sobre una pila de mapas frágiles, envejecidos hasta el punto en que pensé que podrían desmoronarse bajo mi toque.

"¡Mira!"

Mis labios no pudieron evitar curvarse en una sonrisa mientras miraba su sonrisa descarada. Estaba manipulando el aire para soplar el espeso polvo en espirales que emulaban algo parecido a un elegante tornado en miniatura, exhalé divertido cuando ella de repente aplaudió, permitiendo que el polvo explotara y la lluvia cayera al suelo.

"Como tus destellos", dijo ella, refiriéndose a mi demostración inicial de hace una semana, la cálida sensación que me invadió fue un suave recordatorio de por qué no podía rendirme, había personas, niños, que buscaban que yo los mantuviera a salvo, era mi responsabilidad mantenerlos a salvo.

"Has estado trabajando duro en tu invocación, ¿no es así?", Comenté.

Ella asintió vigorosamente, subiéndose a la silla a mi lado cuando volví a los mapas de guerra, "Con la señorita maestra Zoya, a veces da miedo, pero no tanto".

Por el rabillo del ojo, pude ver a los guardias apostados en la puerta fruncir el ceño con desaprobación mientras ella miraba los planes de batalla que había presentado, a lo largo de los últimos días, de alguna manera Sasha se las había arreglado constantemente para esquivarlos y pasar tiempo conmigo, quiero decir, ¿Quién podría decirle que no a esa adorable cara?

"¿Para qué es esto?" Se inclinó sobre el lío de papeles, con los ojos muy abiertos mientras escaneaba el mapa de North Ravka que yo había preparado.

"Estoy averiguando un camino óptimo para la movilización contra Os Alta", murmuré distraídamente, usando a propósito palabras que ella era demasiado joven para entender, mi bolígrafo derramó tinta oscura contra el papel mientras anotaba un valle que podría ser útil.

"¿Eso significa que vas a tener una pelea con el Darkling?"

Mis ojos se dispararon con sorpresa al encontrar los suyos, su inteligencia para su edad siguió sorprendiéndome, ella encontró mi mirada, sus ojos azul hielo eran curiosos con una inocencia que solo un niño podría tener.

"Sí, Sasha," suspiré suavemente, su cabeza se inclinó pensativa mientras sus codos descansaban sobre la mesa de madera de caoba.

"Pero pensé que le querías y que te ibas a casar y vivir felices para siempre". Parecía un poco más miserable, como si le hubiera dicho que no podía comer postre.

"A veces no tenemos un felices para siempre", le dije con amargura, haciendo que ella hiciera un puchero en respuesta.

"Eres su princesa, me lo dijo él mismo", murmuró, con los ojos bajos mientras trazaba la veta de la madera en la mesa, abrí la boca, pero descubrí que no salía nada.

¿Eso es lo que le había dicho ese día?

Ella miró hacia arriba de nuevo, la emoción parpadeando de nuevo a la vida en sus ojos. "¡Deberías casarte con él, y luego casarte también con el príncipe Niki!"

Nikolai, por supuesto que ella tenía un apodo para él.

"Estoy de acuerdo Sasha, pero tal vez solo se cases conmigo, ¿eh?"

"Justo a tiempo. ¿Le pagaste?" Me reí cuando Nikolai entró perezosamente en la habitación, haciéndolo reír y sonreírme con su característico encanto pícaro.

"Mi pequeña Sasha es tan inteligente", le guiñó un ojo, se puso de pie sobre la silla y estiró los brazos con expectación, la agarró, levantando su pequeño cuerpo, haciéndola reír y envolver sus brazos alrededor de su cuello.