Mi respiración cada vez se volvía cada vez más agitada, hace más de dos meses que había dejado el hábito de correr todos los días antes de irme a la universidad y ahora lo estaba pagando con creces, comencé a descender la velocidad de mi trote hasta haberme detenido por completo, apoyé mis manos en mis rodillas y conté hasta diez antes de seguir corriendo, al cabo de cuarenta minutos ya estaba afuera de mi apartamento, entré y me fui directamente a mi habitación para poder escoger el conjunto que usaría en el día, Me decidí por un crop top blanco con rayas negras y una falda skater de cuerina negra, junto con unos botines con plataforma de cuero.
Antes de irme a la ducha, tomé mi teléfono y marqué el número de Dereck, hace más de un mes que me había pedido ser su novia y la relación iba mejor que nunca, al tercer tono contestó.
"¿Diga?" preguntó somnoliento, estaba acostumbrado a llamarlo antes de meterme a la ducha para que no se quedara dormido y llegara tarde al trabajo.
" Despierta amor, tienes que ir a trabajar" respondí risueña.
" Hola bebé,¿Como dormiste?" me preguntó más despierto.
"Bien, acabo de llegar de salir a correr" le dije mientras ajudtaba el grifo la tina "Ahora me voy a la ducha".
"Si quieres voy a fregarte la espalda" me dijo juguetón "De hecho me encantaría" solté una risita.
"Aunque la idea me parece tentadora, esta vez la rechazaré" dije riéndome " tienes que trabajar y yo tengo tengo que terminar un trabajo en la universidad"
"Te pasó a buscar después del trabajo y vayamos a cenar a algún lado ¿Te parece?".
"Tengo una idea mucho mejor" me senté encima de la cama.
"¿Y se podría saber cual es esa idea?" sin verlo ya sabía que estaba enarcando una ceja, fue inevitable no reír.
"¿Que tal si yo cocino y vemos alguna película?" propuse.
"Mmm, me encanta la idea" me dijo con voz aterciopelada "sobre todo que tú cocines".
"Es un hecho" dije feliz "Cuando salgas de la oficina ven directo a mi apartamento ¿Está bien?" pregunté.
"Está bien hermosa, te quiero".
"Y yo a ti" colgué.
Me despoje de la ropa deportiva que llevaba puesta y me dí una refrescante ducha, luego me vestí y dejé mi cabello suelto para que pudiera secarse solo, tomé las llaves de mi moto y me fuí directamente a la biblioteca de la universidad. Estuve toda la mañana y tarde haciendo un trabajo de la cultura gastronómica francesa, a excepción de la hora de almuerzo, fuí al casino y me comí una gran hamburguesa junto con unas papas fritas. Eran las cinco de la tarde y ya estaba llegando al supermercado en donde compraría los ingredientes para la cena, me decidí por unos Fetuccini al pesto y de postre una tarta de ganache de chocolate y frambuesas. Después pasé por la licoreria y compré una botella de vino tinto, guardé todo en la pequeña cajuela de la moto y me fuí a casa, comencé a hacer la tarta ya que el plato de ffondo lo haría cuando Dereck ya estuviera aquí. A las seis con cinco minutos llegó, ya que las oficinas del periódico se encontraban cerca de aquí. Cuando tocó el timbre, lo fuí a recibir a la entrada todavía con el delantal de cocina puesto y con un efusivo beso.
"Esto huele de maravillas" dijo levantando la nariz "¿Qué es?" preguntó.
"Es una sorpresa" le dije risueña "¿Trajiste alguna película?" pregunté, ya habiamos visto todas las películas de mi repertorio, así que Dereck opto por hacerse socio de un video club.
"Traje una de Terror" respondió mientras la sacaba de su maletín, la tomé entre mis manos mientras me la ofrecía, Fenómeno Siniestro, había escuchado a Sandy hablar de ella, dijo que era mala, ya que ella y Paul son muy buenos para ver este género. En cambio yo me asusto con facilidad, y sabía que Dereck la eligió por esa razón.
Mientras Dereck fue al baño yo dejé la tarta enfriando en el refrigerador, luego cuando salió, ambos nos acurrucamos en el sofá mientras el le daba play.
Fueron los noventa y dos minutos más desesperantes de la vida, estuve toda la película escondida en el pecho de Dereck mientras el reía, y cada vez que miraba la pantalla daba saltitos de sustos, era exasperante cuando los protagonistas encontraban alguna salida de ese escalofriante hospital psiquiátrico y aparecian en otro pasillo. Me levanté y me dirigí a la cocina para ver como estaba la tarta, perfecta. Calenté agua en el hervidor mientras lavaba hojas de albahaca y las molía en el mortero, luego agregué queso parmesano y aceite de oliva para que quedara una mezcla homogénea. Cuando los Fetuccini ya estaban al dente, los serví y coloqué un poco de pesto encima de cada plato.
"Esta listo" grité hacia la sala de estar, Dereck se había sentado unos minutos después de haberse ofrecido a poner la mesa.
"Estaba delicioso" me dijo después de haberse metido el ultimo trozo de tarta en la boca "Estoy añorando el día que vivamos juntos, para probar tus comidas todos los días" se limpió la boca con su servilleta, yo le dí una cálida sonrisa. Miró su reloj en la muñeca y maldijo en lo bajo "Nena es tarde y tengo que irme. Chequée la hora en mi celular, diez cuarenta, era tarde y además vino a pie. Me levanté con el y lo acompañé hasta la puerta, cuando ya estaba en el marco se giró y quedó frente a mi "la tarde estuvo perfecta"
"Lo sé" me acerqué a el para darle un casto beso.
"Te amo" me dijo mientras juntabamos nuestras frentes. Quedé en shock sin saber que decir.
"Yo también, bebé" dije luego de un momento, para después darnos un tierno beso.