Ya nada es lo mismo

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Estaba nerviosa, muy nerviosa, luego de que Zack le mandó ese mensaje muy comprometedor se pusieron de acuerdo para aclarar las cosas, para ver si esto seguía o quedaba atrás... y para siempre.

Al principio estaba muy confundida, pero con el paso del tiempo estaba cada vez estaba más segura de su decisión. Entró al café en el que habían quedado con pasos temblorosos, a lo lejos pudo divisar a Zack, sentado en una de las mesas con la carta en la mano, inhaló po última vez y exhaló para luego dirigirse decidida a su ex-novio, cuando llegó a su lado él levanto la vista y sonrió, ella le sonrió de vuelta, pero más bien le salió una mueca, se sentó al frente.

"¿Como estás?" le preguntó el.

"Bien" dije, pero no era así, estaba mal, todo este tema la tenia exhausta, la camarera se acercó a tomar nuestros pedidos, lo único que quería era un café, muy cargado, no hablamos del tema hasta que llegaron nuestras cosas.

"¿Y bien?" me preguntó serio, dí un último sorbo a mi taza de café y lo miré directamente a los ojos.

"Cuando tu te fuiste sufrí mucho, lloraba todas las noches con la esperanza de que volverías" el apreto la mandíbula "un día de esos, me desmayé y me golpee la cabeza contra el suelo, veinte minutos después llego Sandy y me llevo al hospital, me pusieron cinco puntos aquí" me toqué el cuero cabelludo donde estaba la cicatriz "y les hice prometer a todos que no te dijeran nada para no arruinarte tus días de soltero" mis ojos comenzaron a aguarse inevitablemente "desde que estuve contigo no he vuelto a salir con nadie más, a excepción de Dereck, con el que comencé a salir hace poco" el me dió una mirada triste "¿Estuviste con alguien más en este tiempo? dime que sufriste igual que yo" fijo su vista en la taza de café evitando mi mirada "dime eso y nos damos otra oportunidad".

Silencio... no hubo nada más que eso por largos minutos.

"Hubo otra chica" dijo en voz baja "se llamaba Anne" suspiró "luego de que termináramos me dediqué a ir de fiesta en fiesta y ahí la conocí, estuvimos dos meses juntos".

"¿Ves? ya nada es lo mismo" me sequé mis ojos con la palma de mis manos "creo que es hora de irme" me levanté de la mesa y lo miré "creo que sería mejor no volver a mantener el contacto" el asintió sin mirarla, me acerqué a el y le dí un último beso en la mejilla, para luego irme del lugar.

Cuando estaba por llegar al aparcamiento mi teléfono celular comienza a sonar anunciando que tenía una llamada entrante.

"¿Aló?" pregunté, no me fijé en ver el contacto.

"¿Como te fue?" era Dereck, el sabia que hoy me juntaría con Zack.

"Acabo de salir del café" dije dando un suspiro "quiero irme a casa".

"Esta bien" me dijo "descansa linda".

Saqué las llaves de mi Dogde Caliber que me había regalado mi padre hace unos meses, mi relación con el no era buena, el siempre quizo que estudiara medicina, derecho o algo con lo que podría ganar dinero, pero yo nunca le hice caso, es por eso que cuando cumplí los dieciocho años me echó de la casa y estuve seis meses trabajando de mesera en un local de comida rápida, después de ese tiempo él comenzó a sentirse culpable y me llenó de cosas materiales, me compró un apartamento, un auto y me da una mesada todos los meses para los gastos, yo lo acepté sin rechistar ya que por ahora quiero dedicarme a mis estudios, y definitivamente no volvería a vivir en la casa de mis padres.

Cuando llegué a mi apartamento dejé mi bolso y mi chaqueta en el sofá, luego fuí a mi habitación y me tiré encima del edredón, miré el techo completamente blanco y me eché a llorar, no sabía por que lloraba solo sabía que se habia quitado un peso de encima. El timbre comenzó a sonar repentinamente, me levanté confundida, no había invitado a nadie, se acrecó a la entrada mientra se secaba los ojos con las manos, cuando abrió la puerta se encontró con Dereck, estaba con unos vaqueros azules quese ajustaban a sus piernas, una camisa a cuadros abrochada y con sus lentes puestos,su bolso colgaba en su hombro derecho y con la mano izquierda sujetaba una bolsa de supermercado.

Necesitaba un abrazo, y eso es lo que hice, me lancé a sus brazos y el inmediatamente me atrapo, me beso la coronilla y dejó que llorara en sus brazos.

"Ya nada es como antes" fue lo único que pude decir antes de que los sollozos volvieran a inundar la habitación. 

Idiota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora