Capítulo 38

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Capitulo 38

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Era imposible no excitarse viéndola así. Desnuda y haciéndoselo mejor…mucho mejor que antes.
La cogió fuerte de las caderas mientras ella seguía moviéndose en círculos sobre Lisa.
Respiró entrecortado.
Lisa se tensó.
Todo su cuerpo estaba tenso y en disposición a lo que Rosé hiciera.
Le encantaba.
Todo…todo lo que hacía con su monumental pe.ne, lo muy duro que lo tenía.
Entonces sintió que se correría.
Cada apretón del co.ño de Rosé lo hacía rebosar de placer, cada fricción lo hacía tocar el cielo.

- Oh Dios… sí, sí… - jadeó ella.
Rosé se movía más rápido.
Su húmedo sexo cubría las expectativas de Lisa.
Jamás la había visto así.
Cada vez que el pe.ne de Lisa salía de entre sus entrañas, deseaba que volviera a entrar tan rápido como había salido.
La llenaba tanto.
Y ella estaba dura.
Dura como la misma piedra.
De pronto ella soltó un soplido.
Estaba cansada… se acostó sobre ella… Lisa le acomodó el cabello tras la espalda, ligeramente cubierto por una capa de sudor.
Rosé abrió los ojos.

- ¿Por qué no me lo contaste antes? – le preguntó de pronto.
Y no quiso levantar la mirada.

- No quería perderte.

- ¿Y por qué lo hiciste? – volvió a preguntarle.
Lisa respiró hondo.
Ese momento tenía que llegar.

- Yo… yo no sabía lo que hacía… - murmuró tímido.
Rosé pasó su dedo índice por el abdomen de Lisa.
Jugueteando.
Sentía melancolía. Mucha…
– estaba ebrio… esa noche fue la peor de todas… y yo… me comporté como el más imbécil de todo el mundo jo.der… lo merezco… merezco que Mino me haya odiado tanto… pero tú no tenías por qué pagar por esto. – se inclinó para besarle la frente.

- ¿Hay algo más que no me hayas dicho?
Lisa permaneció callado.
Ella levantó la mirada.

- Necesito saberlo.

- Mis padres están vivos. – le dijo.
Fria.
Seco.
Sin nada de sentimientos.
– si te secuestré hace varios meses es por que mi papá estaba organizando el robo más grande… confiaba en mí y necesitaba el dinero para hacer negocios con otras personas. - Rosé se quedó callada.

- ¿Y donde es…

- No importa eso. – inquirió ella.
Le acaricio suavemente el brazo derecho.
– no he vuelto a verlo desde la última vez que me dio órdenes. Y no quiero verlo más, simplemente no quiero seguir haciendo lo mismo de antes.

Ella volvió a quedarse callada.

De pronto quiso llorar de nuevo…
Quiso llorar por que debía…por que le dolería lo que haría
Porque solo ella sabía lo que pasaría luego…
Y quizá sería la decisión más dura que tomaría.
Y quizá Lisa se olvidaría de ella…
Pero tal vez…era lo mejor para las dos…

Y ella la escuchó llorar.
Ahora fue Lisa quién se posicionó sobre su cuerpo.
Las lágrimas de Rosé se soltaron.
Y en parte también eran por todas las cosas que habían pasado juntas.
Por las cosas que habían vivido.
Por lo mucho que había a llegado a amarla en tan poco tiempo.
Ahora la conocía.
Conocía sus debilidades, sus miedos, sus culpas, sus secretos, cada defecto…pero también cada inigualable virtud que tenía.
Y es que solo ella, Rosé conocía la verdadera persona que había dentro de Lisa.
Su Lisa.

- ¿Me odias? – le preguntó Lisa.
Ella no negó ni afirmó nada.
Solo se dedicó a mirarla a los ojos, mientras Lisa suavemente volvía a penetrarla. 

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Pongan Gone para ya irme yo, y no seguir con esto. ☝🥺🥺

Maratón 4/6

Nos leemos pronto. ❤

~JM~

Secretos // Chaelisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora