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Todos los países hiban retirándose del establecimiento; solos o con amigos. En este caso el argentino hiba acompañado del ruso, hablando de cualquier cosa que se les ocurra hasta que a Argentina se le ocurrió algo.

- Oye rusky, no te gustaría visitar a mis bendiciones? Son unos ángeles, te agradarán.

- Bueno.. no creo que sea una mala idea, dime, cuantos hijos tienes?

- Bueno tengo 23, son muchos pero no te harán problema, creeme

[ Una disculpa si estoy equivocada con las provincias, si hay alguien de Argentina aquí porfavor confirmame cuantas provincias tiene Argentina y corregiré si estoy mal]

- Bueno, entonces no hay problema!

Ambos sin más tomaron camino a la casa del menor.
Una vez llegaron el ruso se percató de que desde fuera se escuchaban unos ruidos bastante fuertes que provenían de la casa del argentino, hiba a preguntar pero fue interrumpido por el dueño de la casa.

- Porfavor permíteme.

Fue lo único que recibió del bicolor para luego entrar y cerrarle la puerta dejándolo afuera, segundos después se escuchó un fuerte grito que venía de dentro del hogar, se estremeció un poco ante aquello, fue entonces cuando la puerta nuevamente se abrió.

- Bien puedes pasar, sientete como en tu casa.

Habló sonriente el argentino haciendose a un lado.
El ruso pasó y lo primero que se topó fue a un montón de niños con una mirada molesta y cruzados de brazos.

- Ahm.. puedo preguntar?

- No.

El ruso no hizo nada más que obedecer.

- Bien, rusky, ellos son mis hijos.. o provincias, lo que sea. Disculpa el desorden, cuando no estoy en casa hacen los que se les da la gana.

- No te preocupes, mis hermanos son igual o peor.

Ambos se sonrieron por ello.

Argentina hizo que los más jóvenes en el lugar se presentaran. Rusia prestaba atención hasta que uno de los más chicos le llamó la atanción.

- Mi nombre es Misiones.. e-es un gusto conocerlo..

Rusia miró atento la forma de la bandera del último niño, era igual a la de él pero al revéz, que coincidencia no?

Rusia se puso a la altura del menor haciendo que este retrocediera.

- Привет (hola), es un gusto conocerte también, no tengas miedo de mí, soy un amigo de tu padre.

Misiones le dió una pequeña sonrisa antes de irse junto a sus demás hermanos.

- Me sorprende que por lo menos te haya sonreído. Normalmente suele salir corriendo cuando alguien viene de visita.

Habló el argentino

- No es obvio? Soy buena onda, claro que le caigo bien.

Habló esta vez el ruso halagándose a si mismo.

- Estúpido ruso.

Finalizó Argentina.

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Una disculpa si hay faltas ortografícas

Total de palabras: 444 palabras

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⏰ Última actualización: Mar 09, 2022 ⏰

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