Styles
Pensé que mi corazón explotaría.
Nunca fui destrozado por un beso, por follar; despertado, resucitado de entre los muertos, asesinado y resucitado. No sé quién demonios era yo, pero ya no era el
prisionero 97813.
Me dejó besarla, usarla como una puta sobre sus rodillas, y gimió mi nombre.
No creía en los milagros. Nunca los tuve. Pero ahora... Ella Newsome me deseaba. Lo probé en su beso, lo vi en sus ojos, lo sentí en su cuerpo mientras se estremecía debajo de mí, mi polla dentro de ella. Me deseó, vino por mí.
Me sentía demasiado deshecho para sentir alegría, demasiado asustado por las abrumadoras y poderosas sensaciones que aún vibraban por mi cuerpo.
Wilson lo sabía. Era obvio lo que había sucedido, a pesar de que no vio nada directamente. Y eso era un problema.
Me acompañaron de vuelta a mi celda, viendo por todas partes los rostros sangrientos y magullados de otros prisioneros, sorprendido pero complacido de que Hudson estuviera en su litera esperándome. Apenas peor para el desgaste, a excepción de un ojo hinchado, lentamente volviéndose púrpura.
Sonrió y se bajó de su litera, encorvándose a mi lado en mi colchón duro.
—No necesito preguntar, hombre. Pareces haber tenido una que otra epifanía, como en la Biblia. Felicidades. Fuiste puesto de espaldas en prisión por nuestra sexy profesora. Eres oficialmente una leyenda. Y ahora, ¿qué vas a hacer?
Sacudí la cabeza, las palabras atadas alrededor de mi lengua.
Antes de que pudiera encontrar mi equilibrio, Wilson se hallaba
parado en la puerta con Reynolds.
—Tienes que venir con nosotros, Styles.
Reynolds pasó su mano derecha sobre su bastón mientras me miraba de reojo.
—Siempre supe que eras escoria.Ella
Fue un error.
En una vida de malas decisiones, esta tenía que ser la peor. Y eso incluía el momento en que dejé que Jason Waters me convenciera sin rodeos de tocarnos y perdiera mi virginidad con él en la parte trasera de la camioneta de su padre. Incluso cuando me enteré que me dio cangrejos.
Esto fue peor.
Me quedé mirando el alambre de púas y los reflectores altos que bordeaban la entrada del Centro Correccional de Nottoway. Incluso el cielo blando y azul parecía más grisáceo aquí, más pesado, incómodo.
La adrenalina bombeaba, y mi respuesta de lucha o huida se encontraba activada: quería correr. Rápido.
Cuando puse mi auto en marcha, mis manos todavía temblaban...
No podía creer que hubiera corrido un riesgo tan estúpido, no solo para mí, sino también para Styles.
Fue pura y tonta suerte que no nos hubieran atrapado. Cinco segundos antes, y Wilson nos habría encontrado.
Cerré los ojos, el calor de Styles todavía dentro de mí. Debo estar loca.
Mis opciones se desplegaron ante mí: sombrío, gris.
Podría dejar mi trabajo o despedir a Styles de la clase. Lo que no podía hacer era seguir enseñándole. No después de esto.
Pero no hizo nada malo. Me pidió permiso. Yo fui la culpable. Y no era justo para él perder la oportunidad de trabajar por su GED o incluso perder su libertad condicional por mi culpa.
No estaba segura de que mi banco pensara mucho en mi estando desempleada y sabía que no podía hacer más de dos pagos hipotecarios sin un trabajo.
Me pregunté qué tan fácil sería obtener trabajo como maestra sustituta. Ciertamente no pagaría tan bien como enseñar en una prisión.
Dios, era un desastre, y era mi estúpida culpa. ¿Fue como dijo Becky, que involucrarme con un convicto me arrastraría hacia abajo?
Enferma de la miseria auto infligida, me senté en mi departamento,
con una botella de vino frente a mí. Me tragué dos vasos sin detenerme.
Luego, para frotar la sal en las heridas abiertas, saqué las últimas tareas de los hombres, buscando hasta encontrar la de Styles.
"Nuestra tarea es decir por qué el personaje de "Hunger" hace las cosas que hace. Es porque se muere de hambre, y un hombre hará casi cualquier cosa si está desesperado por comer algo.
Nací en el condado de McDowell, West Virginia. No es una ciudad ni nada, pero sigue siendo como Christiana donde se establece la historia. Pero si fueras allí, verías ventanas rotas en negocios cerrados y casas desmoronadas. Nada nuevo se ha construido en años, tal vez décadas.
Mi padre murió de una sobredosis en 2007, y mi madre se fue. Mis vecinos vivían de pagos por incapacidad.
John F. Kennedy llegó aquí en 1960 y su primera orden como presidente fue darnos el programa de cupones para alimentos. Cuando el presidente Lyndon B. Johnson llegó cuatro años después, recibimos programas federales como Medicare, Medicaid y almuerzos escolares gratuitos.
Los viejos dicen que fueron buenos tiempos porque ahora las minas están cerradas y no hay empleos. Si tienes un techo sobre tu cabeza, probablemente estés en prisión, como yo.
Así que sé por lo que pasó ese tipo en "Hunger". La gente dice que estás loco, pero cuando te mueres de hambre, robar un auto no es una locura, es sobrevivir.
PD: Tengo una gran pregunta que hacerte y sé que no tengo derecho. Pero, lo voy a preguntar de todos modos, porque no me he sentido como un hombre en mucho tiempo, pero así es como me haces sentir. Así que, incluso si este es el adiós, quiero agradecerte primero.
Sinceramente
Harry Styles, Prisionero 97813."
Dejé el papel, las lágrimas empañaron mi visión y gotearon sobre el papel barato con sus palabras en forma de garabato.
Lo había planeado, lo veo ahora. Su amigo, Hudson, inició el motín solo para darle la oportunidad de hacerme su "gran pregunta". Se convirtió en mucho más que eso.
Mucho más.
Mañana dimitiría, porque un hombre como Styles merecía la oportunidad de hacer algo de su vida. Necesitaba tomar su GED, pero no era la profesora para él. Ya no.
No podía estar en una clase con él y no mostrarle a todos lo que significaba para mí. Cruzamos la línea y no existía vuelta atrás. Para cualquiera de nosotros.
No dormí esa noche.
Aunque tomé mi decisión, no me hallaba segura de cuáles serían las consecuencias de una repentina renuncia. Podría estar poniendo en peligro toda mi carrera.
Mi intención era mentir, y decir que el sistema de prisiones me pareció demasiado aterrador. Después de los disturbios de ayer, seguramente me creerían. Ni siquiera era mentira.
Me vestí con cuidado la mañana siguiente, desobedeciendo las reglas con maquillaje, aplicando una pequeña cantidad de corrector debajo de mis ojos para ocultar los círculos oscuros.
Mientras conducía hacia el estacionamiento de visitantes, mis palmas comenzaron a sudar, sintiéndolas resbaladizas mientras sostenía el volante.
Y, cuando me sometí a la búsqueda corporal habitual, me sentía culpable en cada tartamudeo.
Pero, cuando llegó el momento de renunciar a mi trabajo, las palabras murieron en mi garganta.
Porque Styles se estaba yendo, ya esperando la transferencia a otra prisión.
Por mí.
Lo vi en el ceño fruncido de Wilson. Y lo vi en la repugnante sonrisa de Reynolds.
Lo sabían.
Y cuando les dije que me sentía enferma y que tenía que ir al baño, me encerré y lloré. Lágrimas de culpa, dolor y frustración.
Y luego fui a mi aula y enseñé al resto de mis alumnos lo mejor que pude, porque merecían esa oportunidad.
Hudson no me dijo una palabra. Y por eso, estuve agradecida.
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𝐭𝐡𝐫𝐨𝐮𝐠𝐡 𝐭𝐡𝐞 𝐛𝐚𝐫𝐬 𝐡.𝐬
RomancePrisión. El lugar donde los sueños se desvanecen y la esperanza muere. Eso es lo que significa por los cinco años que Styles ha estado tras las rejas. Pero ahora la esperanza está en el horizonte y se atreve a soñar de nuevo: pequeños sueños, peque...