Rejected (Sasuhina) [TERMINADA]

Capítulo 4

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Hinata abrió sus orbes color perla con dificultad al sentir los rayos del sol colarse por las persianas. Miró la hora y soltó un bostezo para luego estirarse con pereza mientras recordaba la noche anterior. Sus mejillas se ruborizaron y sonrió al recordar al azabache, que a pesar de su frialdad había sido amable con ella.

Susano...que apodo tan loco...

- ¿en serio alguna chica puede darse el lujo de rechazar a alguien así de atractivo? - se preguntó en voz alta mientras se miraba en el espejo - bueno, definitivamente tú no, Hinata...la rechazada eres tú. La casa de los rechazados...ese lugar te quedó como anillo al dedo

Soltó un suspiro y se dispuso a levantarse cuando sintió un golpeteo en su puerta.

- ¿Hinata? ¿estás despierta? - se oyó del otro lado

- algo así...- respondió soltando otro bostezo mientras tallaba sus ojos

- debo ir a la universidad por unos exámenes, ¿podrías encargarte de las compras hoy?

- si, de acuerdo

- te dejo la lista en la mesa, nos vemos más tarde

La azabache sintió los pasos de su hermano alejarse y soltó un último suspiro antes de ponerse de pie para comenzar su día.

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Miró la lista una última vez y luego miró el carrito de compras para corroborar que nada le hacía falta.

- olvidé la leche - se dijo dando una pequeña palmada en su frente y dirigiéndose al pasillo correspondiente

La leche que necesitaba se encontraba en el último estante y aunque se estiró lo más que pudo no logró alcanzarla.

- carajo - espetó frustrada, intentando alcanzarla una vez más - ¿por qué Neji tiene que ser tan delicado cuando se trata de la leche?

Se estiró sin tener éxito y soltó un suspiro de frustración.

Un brazo más largo que el de ella alcanzó la caja que ella tanto añoraba, dirigió su vista hacia aquel sujeto y no pudo evitar sentir arder sus mejillas.

¿Susano?

El chico por su parte pareció no notar su presencia, ya que leía atentamente la información nutricional de aquella caja de leche. Al notar que no era algo de su agrado, hizo una mueca y la dejó en el mismo estante para luego seguir su camino.

Hinata no lo pensó dos veces y fue en su dirección.

- ¿di-disculpa? - llamó con timidez haciéndolo voltear hacia ella - ¿po-podrías ayudarme a alcanzar aquella leche? - dijo señalando la caja que segundos atrás él había tenido en sus manos

Él la miró con cierta confusión, después de todo se le hacía familiar. Negó con la cabeza, estaba seguro de que nunca la había visto.

- por favor - insistió la azabache

El ojionix se dirigió hacia el estante y sacó la caja de leche.