¿Tenemos un trato?

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- Bueno... ¿A dónde deberíamos ir? - me pregunto mientras seguía conduciendo el automóvil, bastante lejos de mi hogar -. Haberme quedado por el sector donde vivía no hubiese tenido sentido. Después de todo la mayoría de gente de por allí es afiliada a mi familia, así que ya los conozco. ¿Entonces dónde podría ser un buen lugar? 

- *¡Guau!*

- *risita* Lo sé Neige ¿Ok? Se que quieres descansar, pero primero tendremos que buscar un lugar donde quedarnos estos dos meses

- *¿Guau?*

- Ese es el pequeño problema... *suspiro* No se dónde podríamos encontrar un lugar - hablo pensativa mientras notaba lo mucho que me he alejado de casa; tanto así, que jamás había estado por un barrio como este -. Bueno, supongo que por aquí podríamos empezar...

Luego de buscar un lugar donde aparcar el auto, me bajé y comencé a caminar por la acera en busca de algún sitio donde pudiese quedarme. 

- Vaya, jamás había visto este barrio... - suspiro sorprendida a la vez que veía sin parar a mi alrededor -. Bueno, tampoco es que he salido lo suficiente como para conocer más sitios *risita* ¿Hmm?

- *sniff* *sniff* *¡Guau!*

- Vaya... ¿Qué es eso? - me pregunto luego de que un dulce aroma llegase a mi -. Parece que viene de ese lugar ¿Qué dices, Neige? ¿Vamos a dar un vistazo?

- *¡Guau! ¡Guau!*

- ¡Esa es la actitud! *risita*

Y así, ambos nos dirigimos al lugar de donde venía el llamativo aroma. Al entrar vimos que se trataba de una especie de restaurante muy pequeño, tanto así que sería imposible compararlo con los restaurantes que habían en el sector de mi hogar. Aún así, el aroma aquí era mucho más llamativo. Ya dentro, nos sentamos en una mesa para esperar a que alguien nos atendiese.

- Vaya... Jamás pensé venir a un lugar como este.

- ¿Tu primera vez en una cafetería? - me pregunta una chica con una voz sarcástica -. 

Al regresar a verla, pude notar que se trataba de una de las meseras de este lugar. Usaba un uniforme de color rojo que contrastaba de manera curiosa con su cabello completamente negro. Sus ojos grandes y brillantes de tono carmesí, hacían que resaltase en todo el lugar. Era muy bonita, aunque también era algo pequeña; de hecho no aparentaba tener ni siquiera mi edad.

- *risita* Si, supongo que podríamos decir que es mi primera vez

- ¿En serio? Jaja. Muy bien ¿Algo que quieras pedir o solo viniste a dar un vistazo?

- ¿Puedo pedir que me digas tu nombre? - le pregunto sin pensarlo dos veces -.

- ¿Mi nombre? ¿Por qué mejor no me dices el tuyo?

- Por que sería una pena decir el mío antes del de una chica linda como tu *risita*

- Oh, Romeo - dice sarcástica luego de dejar un menú en mi mesa -. Pide algo y quizás lo piense, en ese caso

- *risita* Ok... ¿Qué es lo que huele tan bien? 

- ¿Oler bien? Hmm... Supongo que serán los pastelillos que acaban de salir del horno

- Quiero dos entonces 

- Vaya, eso si que es curioso. Muy bien, te los traeré en un rato

- ¿¡Eh!? ¿Y tu nombre?

- Te dije que lo pensaría, no que te lo diría ¿Verdad? *risita* Traeré tu pedido en un rato

- Va- Vaya... Así que así es como se siente ser engañada - digo mientras la veía alejarse a la cocina -. 

Un NO tan usual "Amor Parisino"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora