Casi un caso perdido...

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- Listo ¡Bienvenida a tu nuevo hogar! O bueno, al menos por dos meses... - dice Nico mientras me invitaba a entrar -. Hay un cuarto de invitados al otro extremo del pasillo, ese será el que usarás

- Muy bien, gracias... 

- *Gu- ¿Guau?*

- L- lo sé, Neige... Yo también pensé en eso

Lo cierto es que a pesar de que ya me lo esperaba, la casa de Nico era bastante pequeña. No quería decir que no fuese acogedora o que no fuese bonita. Aunque siendo sinceros, cualquier casa sería pequeña en comparación a donde vivía. Era un cambio que me sorprendió, pero no en mala manera. De hecho, este lugar era más que suficiente para dos personas, comparada a la ostentosa mansión de mi familia.

- ¿Hmh? ¿Hay algo que no te guste? - me pregunta ayudándome con mis maletas -.

- No, para nada. Solo pensé que era un bonito lugar, es todo 

- Pues gracias *sonrisa* Y bueno, ahora que ya trajiste tus cosas hay algo que quieras hacer, o...

- Vayamos a ver a la chica que te gusta - le digo sin rodeos -. Estoy segura de que podré ayudarte, así que no habrá problema

- ¿¡Qué!? Ju- ¿¡Justo ahora!?

- ¡Si! Vamos, no tenemos todo el día ¡Hay que aprovechar!

- ¡Espera un minuto! Ni- ¡Ni siquiera me he arreglado! ¿¡Ehh!?

Y así, ella me llevó hacia una especie de parque muy, muy grande qué había a un par de cuadras. Al llegar pasamos un tiempo caminando hasta ver si la encontrábamos, paseándonos por los caminos adoquinados en busca de aquella "chica especial" de la que Nico hablaba. Pensé que sería inútil nuestra búsqueda, hasta que de un momento a otro ella me haló hacia un arbusto y me señaló a una chica que caminaba frente a nosotras.

- A- Ahí esta...

- ¿Es ella? - le pregunto señalándola -.

- ¡Si! E- es ella... *tragar*

Al verla pude estar completamente de acuerdo con Nico, era algo alta, tenía una figura envidiable y además su largo y muy llamativo cabello violeta resaltaba en comparación a todas las demás personas. 

- Bueno, es en ese caso iré a hablarle para que tengas una idea de como deberías hacerlo tu ¿Ok?

- ¿¡Qué!? ¿¡Y arriesgarme a que tu te me adelantes y salgas con ella!? ¡No! ¡NI HABLAR!

- Pa- ¿¡Parezco alguna clase de chica oportunista para ti!? *suspiro* Ok, en ese caso supongo que tendré que enseñarte algo... Por lo menos se conocen ¿No?

- D- de hecho... Ella a duras penas sabe que existo... - dice nerviosa mientras jugaba con sus dedos -. Casi no hemos hablado 

- Y- Ya veo... ¿Cómo la conociste, entonces?

- E- es que ambas estudiamos en el mismo centro de repostería y pues desde que una tarde pasamos trabajando juntas yo... Y- Yo... ¿¡Es qué acaso debo contarte toda la historia para que me ayudes!?

- *risita* Al menos para entrar en contexto, si

- *suspiro* Digamos que simplemente me enamoré de ella por lo dulce y tierna que fue conmigo ¿Ok?

- Vale, con eso bastará *Espero...* ¡Bien! En ese caso será sencillo ayudarte, aunque primero deben conocerse. Ve y háblale de algo ¡Corre! - digo dándole un pequeño empujón para que salga de los arbustos donde estábamos escondidas -. 

- ¿¡QUÉ!? Pe- Pero... ¿¡Qué diablos le digo!?

- ¡No se! Solo ve y piensa en algo...

- *suspiro* Te- tengo un mal presentimiento...

Un NO tan usual "Amor Parisino"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora