No necesito que me consueles, ni que me abraces o me digas que todo estará bien, solo escúchame y compréndeme cuando lo necesite, a la misma hora de siempre quiero que estés y no te alejes, esa es la prueba de amor que necesito.
Moví mano de un lado a otro para despedirme de Jeongyeon mientras la veía irse, cuando ya la perdí de vista mi mirada se dirigió a mis manos, estaban mejor que antes, mi jefe se había molestado conmigo de nuevo y no tuvo mejor idea que tirar su café caliente en mis manos, mordí me lengua para no gritar y cuando él se dio la vuelta ya había salido corriendo a no se donde y cuando menos me di cuenta estaba en aquel local y Jeongyeon apareció.
Lo que debería hacer es volver al trabajo y gritarle a mi jefe que es un idiota pero no ganaría nada con eso, solo gritos y posible despido, suspiré y cerré los ojos, por alguna razón lo primero en venir a mi mente fueron las palabras de con quien estaba hace casi unos pocos minutos.
-''Eres muy linda para estar herida'' -al repetir sus palabras me fue casi imposible no sonreír, no siempre escucho cumplidos, no desde hace mucho-
Sin perder más tiempo volví al edificio en que trabajo, mi sonrisa no desvanecía y no me molestaba, hacía que mi enojo por querer golpear a mi jefe desapareciera. Cuando entre a mi área de trabajo podía sentir todas las miradas sobre mi, supongo que ya han de saber lo que me paso.
Me senté en frente a mi escritorio decidida a terminar lo que se me asigno, aunque también sentía un poco ansiosa para que ya sean las 10.
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9:30 pm, al fin era hora de volver a casa, aunque primero tenía que verme con Jeonyeon, espero que a Kookeu no se le haya terminado la comida. Recogí mis cosas lista para partir pero mi jefe tenía otros planes.
-Im Nayeon, que bueno que sigues aquí, noté que terminaste lo último que se te asigno así que quiero que llenes estos formularios con la información de las modelos que tendremos para probar la ropa -mordí mi lengua, somos más de 50 empleados y este imbécil me busca a mi- ¿por qué no contestas?
-Si señor, estará listo para mañana -contesté tratando de sonar pesada-
-Veo que tus manos están mejor -desprevenidamente tomó mi mano apretando donde estaba quemado, me fue imposible no chillar del dolor- no hubiera pasado si no fueras tan incompetente -no dijo nada más dejándome finalmente salir del trabajo, el trayecto era algo largo de aquí hasta al parque y para colmo estaba unos minutos tardada-
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No supe como pero logré llegar al parque, en realidad si se como, corrí como nunca había corrido en secundaria en hora de Educación Física, ya un poco más tranquilla llegue donde me encontraría con Jeongyeon, me alegre al verla sentada en un banco mirando el lago.
-Buenas noches, perdón por tardar, espero no haberte hecho esperar tanto -mi voz llamo su atención volteando su cara para verme recibiéndome con una alegre sonrisa-
-Tranquila, no llegué hace mucho -asentí sentándome a su lado- aquí tienes tu abrigo, muchas gracias por prestármelo ayer -recibí mi querido abrigo el cual metí de inmediato a mi bolsa- oye Nayeon, ¿tienes que llegar a tu casa temprano?
-El único que me debe estar esperando es Kookeu pero estoy segura que le deje suficiente comida, ¿por? -alce una ceja-
-Esperaba invitarte a algo de beber, como agradecimiento del abrigo -sonreí un poco empezando a negar-
-No tienes que hacer eso, fue solo un abrigo -me encogía de hombros mostrando que no tenía importancia-
-Quiero hacerlo, ese abrigo fue mi salvación de no pescar un refriado -mordí mi labio un poco ansiosa por su respuesta y terminé por aceptar la oferta-
Nos levantamos del banco y caminamos un pequeño bar que había cerca del parque, en el transcurso hacia este hablamos un poco de nuestros trabajos y lo cansada estábamos de esto, cabe mencionar que ambas dijimos que nos gustaría ir a Hawái.
-Gracias por el trago -agradecí recibiendo un vaso con soju -de inmediato le di un sorbo completo- ah...esta como me gusta -miré a Jeongyeon al escuchar su risa-
-Perdón, es que no me había dado cuenta que bebes como un señor de edad -reí un poco avergonzada, la verdad me volvía otra persona cuando bebía-
-Supongo que es porque mis primeros tragos fueron con mi padre, él siempre tiene las piernas abiertas cuando bebe y no deja ni una gota en su vaso -ambas reímos- ¿con quién fue tu primer trago?
-¿Yo?...mhmm, creo que mi madre, ella ahora estaba enferma pero cuando no lo estaba le gustaba beber conmigo, decía que siempre me ponía muy cariñosa y me era más fácil de manejar -mientras hablábamos seguíamos bebiendo-
-¿De qué esta enferma tu madre? -al terminar de preguntar me arrepentí haber abierto la boca, Jeongyeon se mostró un poco afectada por llevar más a fondo el tema- lo siento, no debí preguntar -la miré y ella negó con la cabeza-
-Tiene cáncer de pulmón, vivimos juntas y por ahora esta estable por los medicamentos, por eso trabajo tanto, para comprarlos a final de mes y que no empeore -la peli-marrón mostro una débil sonrisa-
-Disculpa, no debí hacerte beber conmigo, estoy haciendo muchas preguntas -seguí disculpándome con ella-
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Cuando terminamos de beber salimos del bar descubriendo de que estaba nevando nuevamente. Yo aun seguía molesta conmigo misma por hacer sentir mal a Jeongyeon. Salí de mis pensamientos cuando la nombrada tomó mis manos con cuidado de no lastimarlas, ella no era para nada igual que mi jefe, ella no quería lastimarme.
-Nayeon deja de fruncir el ceño, te saldrán arrugas, no estés molesta contigo cuando yo no lo estoy, me alegro de haberte hablado un poco de mi madre yo....yo no tengo muchas personas con las cuales hablar de mis problemas pero contigo... -sus pulgares daban una leve caricia a mis manos sin llegar a molestarme por mi herida- contigo puedo tomarme un respiro -tuve que bajar la cabeza para que no viera mis mejillas rojas, no entendía como podía decir tales cosas como si nada, aunque realmente no me molestaba-
-Entiendo...-fue lo único que llegué a decir-
-No creas que no me di cuenta lo roja que esta tu cara, bebiste mucho -su risa burlona solo me hacía poner más roja- oh Dios, recién me doy cuenta, no tenemos nuestros números -yo tampoco me había dado cuenta, tal vez porque nos hemos visto casi todos los días que nos olvidamos de ello-
Ambas intercambiamos números y nos despedimos no sin antes ser avisada por la más alta de que le escriba cuando llegara a mi casa, ella aun pensaba que estaba roja por el alcohol, aunque creo que la que estaba borracha era ella por lo que me había dicho de lo cariñosa que se pone al beber.
Hey....pensaban que esta historia iba a morir PERO NO Bv, el 2yeon esta más vivo que cristo e igual debe estarlo este fanfic xdxd, denle amor, denme amor y aioo ♥♥
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