No necesito que me consueles, ni que me abraces o me digas que todo estará bien, solo escúchame y compréndeme cuando lo necesite, a la misma hora de siempre quiero que estés y no te alejes, esa es la prueba de amor que necesito.
Ya habían pasado dos días desde mi pequeña entrevista en aquel edificio, perdía la esperanza de conseguirlo, no sabía como me las arreglaría para conseguir dinero para el final del mes y pagar los medicamentos y alquiler. Estaba tan metida en mis pensamientos que poco me di cuenta que el plato de comida del perro que estaba llenando ya rebozo y todos los perritos se lo estaban comiendo de más.
-Jeongyeon -la voz de Sana me hizo prestar atención a lo que hacía para luego maldecir y ponerme a limpiar- ¿estas bien?, si quieres me hago cargo de los demás platos y vas a caja que no hay clientes aún -agradecí a mi compañera y me retiré a la caja registradora a seguir pensando en lo jodido que es ser adulto y sin casi nada de dinero-
Ya casi era mi hora de salir de la tienda de mascotas, aquí no sé podían tomar horas extras por desgracia y si iba a mi casa a pasar las horas muertas mi madre descubriría que perdí el trabajo de esas horas. De repente mi teléfono empezó a sonar, era un número no registrado, dudosa contesté a la llamada.
-¿Hola? -saludé en tono de pregunta-
-¿Es este el número de Yoo Jeongyeon?
-Así es, ¿con quién hablo? -pregunté mientras me quitaba parte de mi uniforme para irme-
-Es de la entreviste de trabajo para conserje del edificio, para avisarle que tiene el trabajo y- no pude evitar gritar de la emoción mientras la persona en línea me explicaba mi horario y debía ir hoy mismo para explicarme cosas del edificio en si-
-Si, ahí estaré de inmediato, muchas, muchas gracias, si, gracias de nuevo -cuando colgué la llamada di un puño en el aire sintiéndome victoriosa-
Sin perder tiempo me tomé mis cosas y sin despedirme de nadie salí corriendo a la parada de autobús, no sabía porque pero tenía unas fuertes ganas de llamar y contarle a Nayeon que había conseguido el trabajo y así lo hice.
-¿Jeongyeon?, no esperaba tu llamada -escuchar su voz me tenía aun más emocionada de contarle-
-Espero no haber llamado en mal momento es que bueno, quería que fueras la primera persona en saber que conseguí un trabajo -mordí mi labio mientras movía mis piernas feliz al sentarme en el autobús camino a mi nuevo empleo-
-Oh Dios, eso es fantástico, estoy muy feliz por ti, esto merece una cerveza fría, ¿quieres verte en parque a la hora de siempre? -sonreí con ganas mientras bajaba del autobús y caminaba a la entrada del edificio en el que trabajaría-
-Umm...déjame pensarlo, claro que si -Nayeon rio levemente desde la otra línea haciéndome reír también- debo colgarte, ya llegue a mi nuevo trabajo, te veo a las 10 -ambas nos despedimos y colgamos, justo cuando las puertas del elevador en que me encontraba se abrieran en el nivel en el que me dijeron en la llamada-
Sorpresa fue la mía cuando frente a mi se encontraba con quien hablaba por teléfono hace un minuto, Im Nayeon mirando a su celular con una sonrisa realmente dulce. Iba a llamar su atención pero justo alguien más grito su nombre haciéndola voltear sin mirar al frente y alejarse de mi sin darse cuenta de mi presencia, pensaba ir tras ella pero fue mi nombre ahora el turno de ser llamado, suspirando aun con mis ojos en dirección por donde se fue la chica me fui por mi propio camino encontrándome con la persona que me llamo de la entrevista.
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-Me alegra que sea tan puntual señorita Yoo, como verá este es un lugar que se mueve muy rápido y necesitamos gente así, no importa que sea conserje o otro tipo de empleado -asentía a las palabras de mujer que me explicaba el sistema del edificio- tendrá que limpiar las oficinas al llegar y antes de que acabe su turno, obviamente los baños casi en todo momento -traté de ocultar mi mueca de asco- recoger la basura y otras cosas que le asignen sus superiores -la señora seguía hablando pero mi mente estaba en cuanto me pagarían-
Estábamos caminando por los pasillos que contenían las salas de reuniones, se podían ver ya que sus puertas y paredes eran de cristal pero hubo una sala que llamo más mi atención, dentro se hallaban una mujer y un hombre, al ultimo se le veía extremadamente molesto y aunque no se escuchaba nada era obvio que le gritaba a la mujer con él la cual tenía la cabeza cabizbaja por un momento pero al momento de levantar la vista mis ojos se abrieron sorprendidos al ver que era Nayeon a quien le gritaba aquel, desde ahora para mi, desagradable hombre.
Aprovechando que mi guía no me prestaba mucha atención mientras hablaba me escapé directo aquella sala donde se encontraba Im.
-¡Eres una incompetente!, no puedes hacer nada mujer inútil, todo esto es una basura igual que tú -el desagradable señor levanto su mano con intenciones violentas hacia la castaña-
-¡No se atreva a ponerle una mano encima! -grité molesta poniéndome en medio de ambos-
-¿J-jeongyeon?, ¿qué haces aquí? -la voz de Nayeon era temblorosa, solo escuchar lo asustada que estaba me daban más ganas de matar a este tipo-
-Óigame bien, no sé quien es pero no se meta en lo que no le incumbe -el fifas tenía rojo el rostro del enojo-
-Pues sepa que si es mi incumbencia, si se mete con ella, se mete conmigo y la ley, viejo asqueroso, no dejaré que la lastime -tomé la mano de Nayeon dando un suave y apretón que me devolvió- ¿entiende o debo explicarlo con mi puño en su cara desagradable? -apreté la mandíbula tratando de contenerme de cumplir mis ultimas palabras-
Sin decir nada más el señor nos dio una mirada de odio y se retiro de la sala, soltando un suspiro me voltee hacia la castaña cual estaba con los ojos cristalizados, no dejé que hablará y le di un fuerte abrazo acariciando su cabello tratando de calmarla.
-Yo...perdón que presenciaras esto -un poco ya calmadas me separé un poco de ella para ver su rostro-
-No tienes que disculparte Nayeon, lo importante es que estés bien ahora, ¿si? -le brinde una cálida sonrisa-
-Si, pero quiero explicarte, yo- sus palabras fueron interrumpidas por el grito de mi guía llamando a mi nombre-
-Puedes explicarme a las 10, ¿esta bien?, debo irme o tal vez pierda el trabajo -reí un poco aunque solo logré una expresión de preocupación de ella- te veo a las 10 Im, llámame cuando salgas del trabajo -sonreí de nuevo y soltando su mano de la cual no me había separado desde que la tome, me fui de la sala-
Aquí se muere primero Morgan Freeman que esta historia xdxd, sé que no escribo pero es que no me gusta escribir cuando no estoy inspirada porque siento que escribí una mierda ahre, bueno denle amor, denme amor y recuerden que los amo más que una pizza a las 12 am ahre, aioo
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