𝙼𝚢 𝚐𝚒𝚛𝚕𝚏𝚛𝚒𝚎𝚗𝚍'𝚜 𝚋𝚛𝚘𝚝𝚑𝚎𝚛 ˡ•ˢ

...his name is Louis

Louis se acercó a Harry, lo abrazó fuerte.

Dejó un cálido y corto beso en sus labios.

-¿Quieres que prenda la calefacción principito?, no quiero que te de frío.

-Está bien Lou, gracias.

El más bajo se separó lentamente de los brazos de el más alto y se dirigió hacia la pared en la cual se encontraba un gran calefactor a gas, lo encendió y puso la llama más baja para que el calor no se volviera sofocante.

Harry fue en busca de su camiseta mientras tanto, la recogió del piso, y cubrió su torso.

Estaba fría.

No le importó.

Estaba mirando como su ojiazul estaba concentrado prendiendo la calefacción; se veía adorable cuando estaba concentrado.

En cuanto el más bajo terminó su trabajo sacó su teléfono y puso una alarma a las 09:30, era domingo, su familia se levantaba aproximadamente a las 10:00 los domingos; volteó en dirección hacia el más alto.

Ahí estaba, sentado sobre el escritorio mirándolo fijamente con una sonrisita en su rostro.

-¿Tratas de comerme con la mirada niño bonito?

-Un poco, pero no está funcionando, voy a tener que recurrir a comerte de verdad.

Louis sonrió y mordió su labio; le hizo una seña con el dedo al ojiverde para que se acercara a él.

El más alto obedeció.

El ojiazul lo atrapó en sus brazos con delicadeza una vez más, rodeó su cintura, lo miró y se acercó a él para besar sus exhaustos labios de nuevo, su dulce esencia seguía ahí.

El ojiverde rodeó el cuello del más bajo con sus brazos, respondió al beso, lento, suave, tranquilo.

Estaban junto al calor de la calefacción, entrelazados, sin ganas de soltarse, todo estaba muy calmado, solo escuchaban las respiraciones del otro, las cuales se unían y formaban una sola, era todo tan, sereno.

-¿Quieres algo de comer principito?

-Por ahora estoy bien contigo.

-Joder que coqueto eres niño bonito..., me fascinas mucho.

-Y tú a mi Lou, mucho mucho.

Louis rió, le sonrió al ojiverde mientras lo miraba y apreciaba la hermosa vista que tenía en frente.

-¿Que quieres hacer?

-Dormir un rato estaría bien.

-Es cierto, me dejaste exhausto principito.

Harry rió, tierno y despacio.

-¿Estás seguro de que quieres que me quede?

-Más que nada Lou.

-Muy bien principito, tus deseos son órdenes.

No se soltaron en ningún momento mientras hablaban, estaban tan cómodos en los brazos del otro, junto al calor de la calefacción, mirando su paisaje favorito, las esmeraldas y los zafiros.

Harry besó a Louis una vez más, lento, suave, dulce, relajado.

Louis respondió, acercándolo aún más hacia él, con sutileza, soltó una mano de sus caderas, la enredó en sus rizos una vez más, acariciaba despacio; luego de ver a su principito encogerse frente a él, se dió cuenta de lo frágil que podía llegar a ser, que podría romperse fácilmente si alguien le hacía daño, por eso el no quería dañarlo, nunca. Quería tenerlo cerca, protegerlo de todo, pero algo de lo que no estaba seguro de poder protegerlo, era de sí mismo, y eso era lo que aterraba a Louis, hacerle daño a su principito.