...Venice, Italy

40 3 30
                                    

-¿De verdad?

-Principito..., eres la única persona del mundo que he conocido que puede hacerle competencia a la comida de mi mamá.

-No es cierto, el ojiverde sonrió y se sonrojó.

-Claro que si, ¿y además como lo sabes?, ni siquiera lo probaste, el más bajo continuó comiendo mientras saboreaba cada pequeño detalle de la comida.

El más alto apretó los labios y sonrió. Cortó un pedazo y se lo llevó a la boca.

-Guau...

Louis sonrió; -¿ves?, yo no miento niño bonito.

-Está..., no pudo terminar la frase, suspiró y sonrió antes de seguir comiendo.

-Eres tan adorable cuando estás feliz.

-Siempre dices que soy adorable.

-No puedo evitarlo, es que lo eres.

-¿Así como tú eres lindo?

-Hmm..., un poco más.

-Eso es mucho entonces...

-Demasiado..., y por cierto, ¿dónde aprendiste a cocinar?

-Mi mamá me enseñó cuando niño, me gustaba ayudarla también cuando tenía tiempo.

-¿Ves?, sin siquiera tratar de hacerlo, eres adorable.

-Y hablando de mamás, ¿que vas a decirle a Johannah?

-¿Sobre qué?

-Sabes sobre qué.

-Mmm..., no tengo la menor idea.

-Debes decirle algo Lou, además mañana es navidad, y hoy es noche buena, debes pasar esos días con tu familia, y con..., la gente que quieres.

-Lo dices como si a ti no te quisiera...

-¿Me quieres...?

-¿De verdad vas a preguntarlo...?

-Es que quiero que lo digas...

El ojiazul sonrió, rodó los ojos y se acercó al ojiverde.

-Principito...

-¿Si...?

-Te quiero...

Harry sonrió, podía sentir el calor y cosquilleo que recorría sus mejillas, las cuales se enrojecieron después de escuchar las palabras de Louis.

-Boo...

-¿Si...?

-Yo también te quiero...

El más bajo sonrió, se acercó hasta los labios del más alto; dejó un pequeño beso en ellos antes de retroceder y continuar con su comida.

-Aún así..., no entiendo que quieres hacer hoy y mañana...

-¿Quieres que me vaya?

-Por su puesto que no Boo, ¿quieres quedarte...?

-¿Quieres que me quede?

-Eso me gustaría...

-Entonces me quedo...

-Pero..., interrumpió el ojiverde.

-Pero..., repitió el ojiazul.

El más alto suspiró; -muy bien..., te dejo quedarte solo si vas a hablar con tu mamá más tarde...

El más bajó echó su cabeza hacia atrás, luego se enderezó y suspiró; -está bien, pero tienes que llevarme y traerme de vuelta, porque no tengo ganas de caminar, y...va a ser a la hora que yo diga.

𝙼𝚢 𝚐𝚒𝚛𝚕𝚏𝚛𝚒𝚎𝚗𝚍'𝚜 𝚋𝚛𝚘𝚝𝚑𝚎𝚛  ˡ•ˢ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora