𝙼𝚢 𝚐𝚒𝚛𝚕𝚏𝚛𝚒𝚎𝚗𝚍'𝚜 𝚋𝚛𝚘𝚝𝚑𝚎𝚛 ˡ•ˢ

...up stairs

Louis le hizo un gesto a Harry para que se acercara.

Este obedeció con una sonrisa en su rostro y se acercó lentamente.

—Larguémonos de aquí, tenemos cosas que hacer..., le dijo en un susurro antes de dejar un pequeño beso en la parte baja de su mentón.

El ojiverde relamió sus labios y asintió antes de ponerse de pie e impulsar al ojiazul para que hiciera lo mismo.

Dejó un beso en su mejilla y se encaminaron hacia la puerta de salida.

No demoraron en bajar hasta el estacionamiento; tenían prisa.

—¿Manejas tú de vuelta otra vez?

—Manejo yo de vuelta otra vez, además recuerda que tenemos que hacer unas cuantas paradas en ciertos lugares antes de volver a la casa.

—Cierto, respondió el más alto mientras arrojaba las llaves en dirección al más bajo y cruzaba por la parte delantera de la camioneta para llegar hasta el lado de la puerta del copiloto.

Louis atrapó las llaves y desbloqueó las puertas del auto, adentrándose en este una vez que lo había hecho. Miró a Harry con una pícara sonrisa en su rostro y se relamió su labio inferior.

El ojverde apretó sus labios intentando ocultar su sonrisa; —¿por qué me miras así?

El ojiazul insertó la llave en el bombín de arranque, pero no la giró.

Tomó al más alto por la camisa y lo acercó hacia él, quedando frente a sus preciosas esmeraldas.

—Voy a disfrutarte mucho hoy principito...

Le susurró al oído antes de desabrochar el primer botón de su camisa mientras insertaba un sabroso beso en sus labios.

Harry suspiró sobre la boca de Louis; se sintió afiebrado en ese momento.

—Lou...

—Lo sé..., es que te ves muy lindo...

—Ya vamos, y así llegamos antes, y hay más tiempo, y...

Suspiró.

El ojiazul había tomado el palillo de madera que estaba cruzado por su cabellera arrojándolo a los asientos de atrás; dejando caer sus rizos y aferrándose a ellos al instante.

—Hmm...

Sus manos eran suaves y delicadas.

Perfectas.

Estaba derritiéndose.

Lo único que quería era pasarse a los asientos traseros y dejar que Louis se apoderara completamente de él.

Pero no podía.

Estaban en los estacionamientos del hospital.

Y tenían cosas que hacer.

—Por favor Lou..., vámonos antes de que hagamos algo que no debemos...

Su estómago revoloteaba.

Quería a su ojiazul más cerca.

Pero no podía.

No podían.

—Me encanta cuando hacemos eso...

—Pero no ahora Boo, solo vamos, quiero llegar a la casa, y que hagamos muchas cosas..., hizo una pequeña pausa para respirar profundamente y seguir intentar hablando entremedio de los besos que el más bajo no dejaba de darle; —bueno, en realidad solo una cosa, pero muchas veces...