Capítulo II

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Ha pasado una semana desde el festival, mi padre ha estado ausente en casa, mi madre ha enfermado y tengo que hacerme cargo de todo.

Yeijin y yo salimos a comprar cada mañana, mamá necesita comer fresco para ponerse bien, el invierno le afecta más de lo que cree, y siempre es lo mismo.

Mi padre volverá en unos días, espero se encuentre mejor para entonces, es la única que puede lidiar con él.

...

Lo primero que hizo al volver fue organizar una cena, en su viaje había conocido a un amigo del cual no paraba de hablar, lo cual es extraño, su genio y sus pensamientos normalmente no encajan con ninguna persona. De no ser porque lo obligaron a casarse con mi madre, él estaría solo.

Mi madre se encontraba preparando la comida que se degustaría en la cena, mientras, yo me encontraba disfrutando del aire fresco en el balcón, absorto de las aves que esa tarde se colgaban de las ramas de los árboles. Pintaba sobre mí lienzo mientras me maravillaba de aquello, poco duró mi calma, pues mi padre irrumpió en el ambiente de paz que había creado.

—Así que has estado saliendo de casa últimamente. ¿Solo o acompañado?

—Si te refieres a la compañía, son las mismas de siempre padre, la muchacha o Yeijin, si al caso tu lacayo que siempre esta sobre mi.

—¿Sucedió algo en mi ausencia?

—Nada de lo que deba dar recado, aunque sabes que debes ser más específico.

—El hermano del recaudador de impuestos... Kim, no Lim, ese pobre hombre no sabe donde poner sus pies para no hundirse... bueno, él señor Kim, me ha hablado mucho sobre su hija, tiene tu edad y al igual que tu, tiene pasión por...

—¿Vienes a endulzar mi oído sobre los quehaceres de la dama? Sabes desde luego que no estoy interesado...

—¡Sabrá dios en que piensas tanto! Yo solo pienso en que necesitas casarte y dejar de lado la fantasía en la que te has metido, no está bien que la gente piense que algo anda mal contigo.

—Nada anda mal conmigo. A la gente no le interesa el pobre hijo de mi padre, solo al padre mismo, o ¿a caso no te das cuenta cuan invisible  soy en este lugar? Añoro el día en que me pueda ir, y justamente por eso, es que no me interesa plantar mi semilla o sueño con un amor juvenil, esas cosas no me darán felicidad.

—¿Qué lo hará entonces Yoongi? Dímelo para poder hacerlo, porque si un día vienes a mi a decirme que la hija de la vecina se convertirá en tu esposa...

—¡Detente y piensa lo que dices padre! Tu idea de que algo pasa entre Yeijin y yo, no podría estar más alejada de la verdad. Lo único que hay es una hermosa amistad que se formó gracias a mi madre. Crecer con ella es lo único que me ha dado satisfacción.

—¿Qué tu familia y su nombre no te la dan acaso?

—No cuando pones sobre mis hombros el gran peso de tu legado... ¿puedes dejarme solo?

—Si deseas pensar mejor las cosas... no olvides que solo queremos tu bien.

Sería que hasta ese punto, mi madre no había comentando con mi padre mis deseos y problemas... merecía un gran placer, pues cualquier cosa que fuera de importancia, ella lo anunciaba sin apuros, temía más por lo que él iba a hacer conmigo, que el castigo que mi madre me otorgaba por mis pecados.

...

Me preparaba para la cena, debía lucir lo más pulcro posible, tal vez hayan más invitados, aunque desde luego Yeijin vendrá, su madre no rechazaría una invitación a cenar y mi madre no disfrutará la cena si no tiene compañía de su agrado.

El invierno llegó antes || KookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora