No quiero sufrir

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-Marinette, supongo que ya lo sabes, por eso no contestabas las llamadas-

La azabache no respondió, estaba hecha ovillo en su cama mientras llovía afuera. Su corazón estaba hecho pedazos.

-Adrien me ha llamado, quiere hablar contigo...-

Marinette se levantó de golpe y tomó el celular en sus manos.

-¿Quiere contactarme de nuevo? ¿Para pedirme consejos de cómo ser esposo de Kagami? ¿Para que vaya a cuidar a sus hijos?... oh Claro! Que la tonta de Marinette venga para cuidar de mis niños porque ella es tan buena amiga... ¡No Alya! No quiero pasar más humillaciones -

-Cálmate amiga, Adrien me ha dicho que todo fue un plan, en realidad él no...- la batería del celular de Alya murió y se apagó.

-Sí claro, y quiere que me trage el cuento...-pensó la azabache- Adrien, realmente quieres que te odie?-

Se acostó de nuevo, ya había mojado la almohada con todas las lágrimas que tenía.

(...)

-Adrien, fuiste muy imprudente-

-Lo siento Kagami, pero amo a Marinette-

Un silencio se formó en el.ambiente, la japonesa tomó una de sus manos y le entregó el anillo.

-Dáselo a ella, antes que sea demasiado tarde-

El rubio la.miró con asombro.

-Pero Kagami, tu madre... prometimos que haríamos lo del trato pre-nupcial hasta que formalicemos y cuando podamos, lo íbamos a finalizar ...-

-Yo le explicaré cuando llegue el momento- le sonrió ella -Déjamelo a mí, tú realmente me agradas, pero no estás hecho para mí-

Adrien tomó el pequeño anillo con la piedra rosa y lo guardó en su bolsillo cercano a su pecho. Era exactamente para su linda princesa Marinette.

(...)

-Él no responde de nuevo, después de todo- sollozó la rubia tirando el celular al extremo de su habitación.

-Tranquilizate Chloé, debe estar ocupado...- intentó calmarla la pelinaranja de lentes.

-De seguro está escribiéndole mensajes a la panaderita, ¡ridículo... totalmente ridículo!- la Bourgeois se deja caer en su cama -¿Qué tiene ella, que tanto la aman todos?- gritó.

-Chloé... -

-Déjame sola, Sabrina- la pelinaranja obedeció saliendo de la habitación.

-Luka Couffaine... haré que te olvides de esa perdedora-

(...)

-Chicos, los he convocado aquí para decirles algo importante- el señor Agreste se pone sus anteojos mirando a Adrien y a Kagami.

-¿Qué pasa padre?- pregunta el rubio.

-Sí señor...¿es algo grave?-

Gabriel se levanta del asiento, y les da la espalda.

-Al inicio pensaba quedarme con Adrien sólo 3 años en Japón, pero he tenido un problema con el contrato de su familia, señorita Kagami. Y tendremos que quedarnos otros 2 años más... -

Los jóvenes se miraron entre sí. Adrien miró con molestia a su padre pero no quiso hacerlo tan evidente.

-¿No hay posibilidad de volver antes a París?-

-Creo que no, el contrato con la tienda de los Agreste y los Tsurugi dura 5 años, luego de ese tiempo, volveremos-

Adrien pensó en Paris, sus amigos y sobretodo en Dupain Cheng. La volvería a ver en 5 años y tal vez para ese entonces, ella estaría comprometida o tal vez...

No pudo pensar en nada más, subió a su habitación y tomó una pequeña siesta.

En sus sueños, era libre como un pequeño y tierno pichón. Podía verse corriendo por las calles, mientras el viento le pegaba directo a su rostro, pudo ver una figura en la niebla, era una hermosa chica con minifalda rosa y sostenía un paraguas. Era la Dupain Cheng quien miraba el amanecer, sin pensarlo mucho el Agreste se acercó a ella y tomándola de la cintura, le dió un beso de amor.

Un beso que sólo pudo darle en sueños. La perfecta escena se vió oscurecida por las pesadillas del rubio, pudiendo ver a Marinette desparecer de sus brazos.

-Iré por tí...-

Amada amante \\ Adrienette ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora